LA REVOLUCIÓN DE MIS PALABRAS
¡¡¡ Quizás en medio de la mudanza perdí las cajas con mis palabras !!!
Imposible, me digo, las ordené cuidadosamente, tenía las de amor y muerte, las del alma, otra con los nombres de las galaxias, la de colores y arcos iris, las palabras de la ternura en una cajita especial dentro de otra, las de lágrimas y paz, las de terror, fusiles, torturas, guerra y libertad, cada una en su caja, las de los poetas muertos, astrónomos y médicos !!!
Las de pasión y lujuria iban aparte y bien selladas para evitar fugas, las de pentagramas y noticas, las de acertijos y cartas…
Las repetidas, esa sí que era importante, iba con ensoñaciones, antónimos y sinónimos
¡¡¡ No aparecen!!! No aparecen las rotuladas “puntos, comas y otras”….
¡¡¡ No !!!
El día de la mudanza, Pedro Nel, el señor encargado del trasteo, me dijo, “Cómo pesan las palabras mi Doc.”!!! y complementó, “Doc., nunca había trasteado cajas de palabras, donde las dejamos?”
Yo respondí, “Repartidas en las estancias, ellas se organizan y van saliendo solas, lo único que le pido es que no se pierdan y no se coloquen en los estantes que he marcado con los títulos “vacío”, “sin memoria”, sin alma”, “indiferencia”, “sin vida”….
¡¡¡ Pues no me aparecen mis palabras !!!!
Ayer, intrigada y bastante preocupada, decidí dedicar todo el tiempo que tenía para encontrarlas, no puedo vivir sin ellas, y finalmente las encontré. Fuera de su espacio, de su mundo, de sus cajas, y en un lugar distante que nunca hubiera imaginado, me di cuenta entonces, que había vivido “La revolución de mis palabras”, ninguna se adjudicó el liderazgo, pero, entre las de risas y lujuria, se cruzaron miradas cómplices.
Tuve que remontar cordilleras y largos caminos para encontrarlas y así fue, en el mayor desorden y en un sitio llamado “El Escondite”, donde según se me informó, se reúnen las palabras que no quieren aparecer, las perdidas, las otras palabras, las que aún no existen y apenas nacen, las que murieron y quieren volver a vivir, las que se escapan de lienzos y pentagramas, recordé a mi hijo, y a esas palabras, las de la música, mire con ternura, y pensé, “habrá alguna palabra que se le haya perdido?”
Contrate otro trasteo con las indicaciones que las palabras mismas me dieron, entre ellas, sin tiempo, sin afán, sin temor, esos algunos de los “sin” y otro listado con los “con” ….
Ellas solas se organizaron como quisieron, me di cuenta que volvían a las cajas que yo había rotulado, pero “sin” mi intervención, y me alegré….
Ayer encontré mis palabras y conocí ese lugar, “El Escondite”, al cual prometí volver.
BIOGRAFÍA
Patricia Bonilla Thorschmidt nació en 1955 en un hogar en el que los cuentos, la lectura y la naturaleza acompañaron mi infancia y adolescencia. Doctora en Medicina y especialista en Patología de la Universidad Javeriana de Bogotá. La curiosidad, observación y descripciones detalladas que la especialización exigían, le llevaron con el transcurrir de los años, a querer describir ya no células y tejidos, sino el acontecer cotidiano, el día a día, y empezó a escribir, tarea que se convirtió en algo indispensable y muy gratificante para ella.
Los escritores interesados en participar en este espacio dominical, deben enviar sus trabajos a nombre del escritor, Fabio José Saavedra Corredor, al correo: [email protected]. La extensión del trabajo no debe exceder una cuartilla en fuente Arial 12. El tema es libre y se debe incluir adicionalmente una biografía básica (un párrafo) del autor.
Los criterios de selección estarán basados en la creatividad e innovación temática, el valor literario, redacción y manejo del lenguaje y aporte de este a la cultural regional.
Todos los domingos serán de Cuento y poesía, porque siempre hay algo que contar.