Nació en Guacamayas, es ingeniero de profesión y su nombre completo es Omar Fernando Valderrama Báez. Obtuvo cerca de 7.000 votos en su aspiración a la asamblea y se acaba de posesionar como el diputado 16 en la curul que dejó el pasado 13 de diciembre el excandidato a la Gobernación de Boyacá, Jonatan Sánchez.
Es el sexto de los nueve hijos de una docente y de un economista. Por el trabajo de su señora madre fue traído muy pequeño, del norte de Boyacá al municipio de Tibasosa, donde cursó su primaria y por esa misma razón su bachillerato lo terminó en el colegio Carlos Arturo torres, del municipio de Santa Rosa de Viterbo. Es casado y padre de una niña de cinco años.
Viajó a Bogotá y allí estudió ingeniaría civil en la Universidad Católica de Colombia. Regresó a Boyacá y se dedicó a hacer empresa en Duitama, pero lo picó el bichito de la política, buscando servir a la gente y así llegó a ser concejal de Santa Rosa de Viterbo, presidente de esa corporación y por allá en el año 2000 quiso llegar a la Asamblea, pero los 2.800 votos que obtuvo con el aval del partido Conservador, no le alcanzaron.
Para esta oportunidad con el aval del partido Centro Democrático ocupó la sexta casilla en votación con 6.955 votos, superado por Armando Quiñonez, William Mesa (anulada su elección por el Tribunal de Boyacá), Héctor Josué Camacho, posesionado a comienzos de este año en la curul de William Mesa; Ingrit Sogamoso y Wilder Iván Suesca, estos dos últimos quienes son candidatos a la Cámara por el partido Conservador.
Omar Valderrama tiene una empresa de obras civiles y mantenimiento industrial, al igual que una ferretería y es socio de una empresa de transporte de carga llamada Unión Logística de Colombia, donde hasta la semana pasada fue presidente de la junta directiva y renunció para poder ocupar el cargo de diputado.
Como diputado en estos dos años buscará incorporar el concepto de Ciudad Región, propendiendo por una planificación del departamento a 50 años, pero asegura que esto va a depender de los mismos alcaldes, de los líderes de cada municipio y región y desde luego del gobierno departamental.
Dice que como empresario ha identificado que mientras se siga planeando el futuro a uno o dos años, como se viene haciendo, no se va a tener progreso, no se van a tener obras macro, no se van a tener zonas francas y menos empresa que jalone el desarrollo.
Con respecto al gobierno de Ramiro Barragán asegura que es muy difícil calificar si le ha ido bien o mal, porque tuvo que enfrentar una pandemia y seguidamente un paro en el que unos pocos impusieron su derecho a la protesta, sobre el derecho de todo un departamento y causaron unos efectos desastrosos, más dañinos que la misma pandemia en la economía y el desarrollo de una región como el departamento de Boyacá.