El padre Jaime Barrera Varela
El párroco de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Monguí falleció en la mañana del primero de febrero en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica El Laguito de Sogamoso, víctima del COVID.
El sacerdote, quien había nacido el 18 de mayo de 1973 en Chiquinquirá, se encontraba hospitalizado desde hacía más de una semana y su situación se fue complicando al presentar varias comorbilidades.
El padre fue ordenado el 15 de noviembre de 1997 por monseñor Carlos Prada Sanmiguel (q.e.p.d.). Gran parte de su misión apostólica la llevó a cabo en Sogamoso y en otros municipios de la Diócesis de Duitama.
El magistrado Óscar Alfonso Granados Naranjo
Desde el domingo 24 de enero venía luchando contra el coronavirus y en la madrugada del lunes primero de febrero no aguantó más y falleció en la Clínica de Los Andes, en la capital boyacense.
Era magistrado y había sido presidente del Tribunal Administrativo de Boyacá. Natural de Duitama, hacía parte de una destacada familia de juristas duitamenses, pero de origen florestano. Tenía 48 años de vida y era el menor de los 10 hijos de don Luis Enrique Granados Lara y de la señora Lola Naranjo (ya fallecida).
Trabajó en la Contraloría, luego pasó el concurso de juez administrativo y poco tiempo después ascendió a magistrado. Estaba casado con una reconocida jueza, padre de dos hijos y era hermano de un fiscal que labora en Bogotá.
La jefe de enfermería Adela Chaparro Chaparro
Esta mujer, nacida en Firavitoba, fue otra de las mártires del sector de la salud que dieron su vida por estar luchando contra el COVID-19. Desde finales del año pasado empezó a sentir los síntomas del coronavirus y fue internada en el Hospital Regional de Sogamoso, donde llevaba más de 10 años trabajando.
Las complicaciones que experimentó su organismo obligaron a trasladarla a la unidad de cuidados intensivos del Hospital, donde permaneció varios días. Al agravarse su condición, la trasladaron a la UCI del Hospital Universitario San Rafael de Tunja, donde falleció.
La señora Teresita de Guarín
Había nacido hace 55 años en Duitama y desde hace un poco más de 30 años estaba casada con el distinguido médico Gonzalo Guarín Vivas, con quien tuvieron tres hijas: Catalina, Paola y Nataly, y dos nietos.
Permaneció 15 días en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Regional de Duitama luchando contra el COVID-19, pero, tras complicaciones, tuvo que ser trasladada de urgencia a la Fundación Cardioinfantil de Bogotá para una cirugía en la UCI respiratoria, donde falleció.
Doña Teresita, como era conocida en Duitama, era la segunda de los ocho hijos (cinco hombres y tres mujeres) de don Eduardo Sánchez y la señora Blanca Lilia Ochoa (q.e.p.d.). Será recordada por su labor filantrópica, líder social, comunitaria y organizadora de acciones para niños y mujeres no solo en Duitama, sino en Boyacá.
Fue una abanderada de las actividades de la Renovación y Misión Carismática Católica en Duitama y sus causas sociales, acompañando al ya fallecido monseñor José Raymundo Pérez Gómez.