Las vidas que se extinguieron en julio #LosQueSeDespidieronEn2021

El joven duitamense Javier Flechas Bastidas 

A los 24 años de edad falleció este joven estudiante de derecho por causas asociadas al COVID-19. Había sido hospitalizado en la Clínica Santa Fe, en Bogotá, para un procedimiento de quimioterapias y, al parecer, se le bajaron las defensas debido al procedimiento médico y por ello se contagió.

Javier era hijo del reconocido político conservador Reyneiro Flechas Díaz, a quien se le recuerda por haber ocupado cargos como funcionario de la Cámara de Representantes, del Senado de la República, diputado a la Asamblea y abogado litigante.

Javier se encontraba en Bogotá en un tratamiento contra un cáncer que lo aquejaba desde hace varios meses y estando en el proceso contrajo el virus del COVID-19, que complicó su situación de salud y lo llevó a la muerte.

El profesor Hernando Quintana Turmequé

De luto se vistió este año la familia sugamuxista con la muerte del profesor Hernando Quintana, quien por varios años formó a distintas generaciones de estudiantes del Colegio de Sugamuxi de Sogamoso.

En sus clases de español y literatura, este dedicado docente inculcó en los jóvenes el amor por la lectura y la escritura, invitándolos a leer las obras clásicas de la literatura universal, pero también de autores boyacenses, como Fernando Soto Aparicio y Fernando Ayala Poveda.

Afectado por varios problemas de salud, el profesor Quintana falleció a los 79 años. Fue uno de los creadores e impulsadores del Festival de Teatro Estudiantil Sugamuxista. Le sobreviven sus hermanos Julio y Consuelo, y su esposa Mercedes.

El maestro Francisco Mancipe

Un hombre entregado a la música y a la enseñanza de este arte, al que hasta los toreros extranjeros le rindieron honores, calló para siempre su trompeta. Lo lloran sus alumnos, la afición taurina y todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocer a un virtuoso artista y a un excelente ser humano.

Con sus solos de trompeta, elevando al cielo las notas musicales del pasodoble ‘Virgen de la Macarena’, hizo que más de un torero parara su faena para escucharlo.

Este licenciado en Pedagogía Artística comenzó su vida musical en la Banda de Paipa, dirigido por el maestro Marco Antonio Gómez Torres. En su formación estuvo también bajo la batuta de los maestros Eduardo Chávez, Carlos Aranguren, Puno Puentes y Luis Martín Mancipe.

Hizo parte de la Banda de Paipa, de la de Duitama, de la del Batallón Bolívar de Tunja, de la del Batallón Guardia Presidencia y de la Banda Sinfónica de la Policía. También integró la Orquesta Sinfónica de Vientos de Boyacá, la Orquesta Sinfónica Juvenil de Colombia, la Banda Departamental del Valle y la Orquesta Sinfónica del Valle del Cauca. Muchas veces estuvo invitado por la Orquesta Filarmónica de Bogotá, por la Sinfónica de Colombia, por la Orquesta Arte Lírico de Colombia y por la Orquesta de la Ópera de Colombia, entre otras. Falleció de un infarto en su casa en Paipa.

El abogado Sergio Ojeda Gómez

Había nacido en Socotá el 8 de octubre de 1960 y falleció en julio de este año tras luchar contra el COVID-19 durante siete días en la Clínica María Josefa Canelones, en Tunja, precisamente la ciudad donde desde muy joven comenzó a construir su historia en torno a labores en favor de la sociedad boyacense.

Era el segundo de los cuatro hijos de Sergio Ojeda Ojeda, un exempleado de la Contraloría, y de la señora Aura Victoria Gómez de Ojeda. Hermano de Jorge Ojeda, reconocido empresario y periodista de Tunja, estudió derecho en la Universidad de Boyacá y el 22 de abril del 2005 recibió el título de abogado.

Estaba casado con Leonor Galindo y era padre de dos abogados César Augusto Ojeda, que fue secretario de la Gobernación y asesor de Coljuegos, y de Daniela, que está terminando su especialización.

Trabajó como operador de la máquina Skoda del Cuerpo de Bomberos de Tunja e hizo parte del grupo motorizado G7, junto con Samuel Malagón Bravo y Alberto Pedreros.

Era el trabajador más antiguo del Instituto de Tránsito de Boyacá (Itboy), donde llevaba 40 años de servicios.

El exconcejal de Tunja y exdiputado Jairo Monroy

La familia Monroy González recibió un duro golpe este año con el fallecimiento del exdiputado Jairo, quien sucumbió ante las afectaciones provocadas por el COVID-19.

Hijo de doña Teófila González de Monroy y don José Aníbal Monroy Vargas, Jairo, de 62 años, era un reconocido comerciante de la ciudad. Estudió en el Liceo Santo Domingo, de donde salió egresado en 1977 y toda la vida la dedicó al comercio y a la política.

Fue concejal de Tunja entre 1992 y 1994, pero también ocupó una curul como diputado a la Asamblea entre 1995 y 1997, siempre como integrante activo del Partido Liberal.