Gisela Rodríguez Bacca hizo realidad los “Cantos de Solidaridad”

Desde el mes de junio la gestora social de Tunja Gisela Rodríguez Bacca dio inicio a un programa para convocar la solidaridad de empresarios y entidades, tanto públicas como privadas, y dotar la Escuela de Música en el área de discapacidad, de instrumentos orff que contribuyan al desarrollo de los objetivos pedagógicos, y en especial aquellos que facilitan la rehabilitación a través del disfrute de la música. 

En la fotografía, la gestora social de Tunja Gisela Rodríguez Bacca, junto a niños y jóvenes del área de discapacidad de la E.M.T. Fotografía Mateo BV Boyacá Sie7e días.

“Cantos de Solidaridad” se llamó esta jornada que tuvo lugar en el Teatro Mayor Bicentenario y a la que acudieron no solo las empresas de Tunja y el departamento para hacer sus donaciones, sino artistas nacionales que se sumaron a la noble causa para respaldar la sana iniciativa. 

El propósito de la gestora y del grupo de expertos que la acompañan es el de dar vida a la creación de varias chirimías y fanfarrias para abordar los aires del pacífico y de la zona andina con instrumentos percutivos como la marimba de chonto, los instrumentos de placas de la misma familia, los tambores hembra y macho, las gaitas, los bombos andinos y otra serie de instrumentos, que a decir de los expertos, son muy oportunos para el manejo y avance en la motricidad fina y gruesa, además que incentiva la coordinación motriz y el desarrollo cognitivo de los niños. 

Pues bien, luego de haber realizado la singular jornada y la recolección tanto de recursos como de instrumentos, Gisela Rodríguez se fue por los almacenes de Tunja para dejar la plática en la ciudad y dar oportunidades, según dijo, a los proveedores locales quienes finalmente suministraron los instrumentos y se sumaron a la noble causa para hacer la respectiva dotación de elementos a las áreas que fueron focalizadas desde el inicio mismo de la campaña. 

Las marimbas hacen parte de esta dotación con la que conformarán agrupaciones como chirimías y orquestas andinas. Fotografía Mateo BV Boyacá Sie7e días.

El pasado viernes a las 2:00 de la tarde, la gestora social en compañía de la secretaria de cultura y turismo de Tunja y los administrativos de la fundación que opera la Escuela de Música, acompañados de los estudiantes del área de discapacidad, algunos docentes y padres de familia, hicieron presencia allí para entregar, no solo la importante dotación, sino la sede de la Escuela, toda vez que se pretende volver de lleno a la presencialidad por lo que se hace necesario contar nuevamente con instalaciones para el desarrollo del exitoso modelo académico. 

Hoy son más de 950 estudiantes los que reciben instrucción en un sistema virtual que poco a poco ha venido volviendo a la presencialidad, sistema en el que se destaca el área de discapacidad atendido por docentes dedicados al trabajo con esta población, con quienes se inicia desde ahora la creación de las agrupaciones de proyección, gracias a la dotación de instrumentos, producto de esta jornada solidaria a la que se sumaron entidades, instituciones y personas naturales. 

“Estamos muy felices de poder dar inicio a este programa y a la conformación de las chirimías y las agrupaciones andinas”, señaló Gisela Rodríguez Bacca quien añadió que muy pronto la Escuela de Música contará con estos formatos para que los niños en situación de discapacidad sigan encontrando en el arte y en especial en la música, el mejor mecanismo para su rehabilitación y su incursión a los modelos pedagógicos donde puedan desarrollar sus habilidades. 

En la entrega de la sede y de los instrumentos, los niños del área de discapacidad, bailaron, cantaron y hasta discurso emocionado hubo por parte de ellos para agradecer a la gestora, al alcalde, a la secretaria de cultura y turismo y a la fundación operadora, por estas acciones que contribuyen a su crecimiento intelectual y humano. 

Niños, jóvenes, docentes y padres de familia acompañaron la jornada donde la gestora social hizo entrega oficial de los instrumentos y la sede para la E.MT. Fotografía Mateo BV Boyacá Sie7e días.

Ahora solo queda esperar que este programa, “Cantos de Solidaridad”, dé sus frutos y muy pronto podamos ver en la escena local y nacional a estos niños y jóvenes interpretando cumbias, currulaos, mapalés, bambucos, guabinas y pasillos, como una manera de asociar su proceso de rehabilitación al de la difusión del folclor, disciplina en la que han encontrado refugio, superación y alegría. 

Que bien por “Cantos de solidaridad” que en buena hora lidera Gisela Rodríguez Bacca en beneficio de esta población, el arte, y el surgimiento de nuevas agrupaciones de proyección para la ciudad. 

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