
Los dos eran alcaldes, los dos tuvieron que dejar sus cargos por fallos de tribunales administrativos, los dos casos tenían que ver con un familiar en la Registraduría, en ambos municipios se eligieron nuevos alcaldes en elecciones atípicas para reemplazarlo y en ambos casos el abogado fue el tunjano Gilberto Rondón.
Aunque para el caso del entonces alcalde de Páez, Diego Morales, a quien el Tribunal Administrativo de Tunja le anuló la elección por no haber anulado su matrimonio con la registradora de ese municipio, aunque ya no son pareja, y luego el Consejo de Estado le confirmó el fallo.
Para el caso de Cristian Copete, el tribunal de Chocó le anuló la elección porque el exregistrador era el hermano del entonces alcalde. En ambos casos el abogado tunjano presentó una acción de tutela y en ambos en primera instancia y en segunda instancia para el caso de Páez, el fallo le fue adverso, pero en la apelación del de Tadó el Consejo de Estado le dio la razón y Rondón se volverá a convertir en noticia nacional hoy, ya que el alcalde Cristian copete regresará hoy al despacho que en los últimos cinco meses irónicamente había ocupado la mujer que lo demandó y luego resultó electa en las atípicas. Muy de buenas el alcalde chocoano y muy de malas el alcalde boyacense.