Qué es eso del festival del Llanto Muisca que se celebra en Turmequé desde el viernes? Les contamos

En el marco de la campaña por la recuperación de nuestra memoria histórica y con el objetivo de seguir trabajando por constituir a Turmequé en el Epicentro de la Cultura Muisca, la Alcaldía municipal, la comunidad indígena Muisca Chibcha cacicazgo de Turmequé y la Corporación Cultural y Turística Cocultur adelantan desde el sábado una jornada de reflexión que culminará esta tarde.

A la cita acudieron los cabildos muiscas establecidos en Boyacá y Cundinamarca, desde la tarde del sábado cuando se dio la recepción a las distintas delegaciones de las comunidades Muisca Chibcha.
Ayer tuvo lugar el desfile inaugural por las principales calles del municipio al son de los instrumentos musicales autóctonos y cada uno de los participantes ataviados con sus trajes ceremoniales bajo la dirección de los mayores y autoridades indígenas de los cabildos.

Al mediodía comenzó una de las actividades más esperadas denominada ‘Circulo de la palabra’, en la que se dio un intercambio de saberes, muestras culturales y mercado campesino con énfasis en la gastronomía autóctona y productos agrícolas tradicionales.

Además, al caer la tarde se presentó una exposición fotográfica en la casa de la Cultura con imágenes en las que se han inmortalizado costumbres y actividades de la cultura muisca.

La extensa jornada dominical cerró con otro de los momentos esperados para ésta, la tercera jornada del Llanto Muisca: la ceremonia de la alegría y ofrecimientos con la chicha, la bebida sagrada de esta cultura.
La agenda culmina con una caminata al río, la cual parte a las 10:00 de la mañana para la realización de la ceremonia del Pagamento a cargo de los gobernadores y alcaldes de los cabildos, ritual que se extiende hasta las horas de la tarde, cuando se dará la despedida de las delegaciones.

La ceremonia se adelanta coincidencialmente en el puente festivo del 12 de octubre, fecha que para el pueblo Muisca y para todos los pueblos originarios de América no es ninguna fiesta, sino el inicio del genocidio de los aborígenes, que por millones fueron sacrificados para saciar la ambición por el oro de los invasores españoles y para facilitar la imposición del idioma, la religión y la destrucción de la cultura ancestral de estos pueblos.

Nunca debemos olvidar que en 1540 con ocasión del matrimonio del cacique Aquiminzaque con la hija del Cacique de Gámeza, estando reunidos en Tunja todos las autoridades Muiscas, Hernán Pérez de Quesada, aleccionado por Federman, creyó ver en esa reunión un amotinamiento y ordenó pasar a cuchillo a los jefes y a sus acompañantes.

Entre otros fueron asesinados los caciques de Toca, Motavita, Samaca, Turmequé y Suta, al igual que otros junto con sus respectivas familias. Los sobrevivientes se refugiaron en los bosques a llorar su desgracia.
No hay que olvidar que sobre la memoria de Pérez de Quesada están también los asesinatos de Tisquesusa y su sucesor el Cacique Sagipa. Esto significó el fin de la existencia de los Muiscas como pueblo organizado.

*Por: el licenciado Heladio Moreno M. Miembro de la Academia Boyacense de Historia

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