¿Qué es la vida espiritual? – David Sáenz #ColumnistaInvitado

Generalmente las personas tienden a confundir la vida espiritual con la vida religiosa. Puede que la vida religiosa tienda a la espiritualidad, pero no necesariamente la vida espiritual tienda a la religiosa. Por vida espiritual no me refiero a new age ni a esoterismo, sino a la vida del espíritu, es decir, a la vida del universo interior.

Pese a que se hace necesaria la práctica de la vida espiritual, poco la alimentamos. Vivimos en los afanes del día a día; innumerables ocupaciones y prácticamente infinitas alertas en los teléfonos móviles que nos distraen de nosotros mismos y nos alejan de la vida interior. La carencia de esta vida del espíritu tiene consecuencias negativas para la vida: la tristeza constante, la incapacidad para la concentración, la insatisfacción constante, y la pésima relación con los otros.

Una forma saber qué tal está nuestra vida espiritual, precisamente tiene que ver con la relación que tenemos con los demás. (Cortina, 2013) nos recuerda un relato que nos puede ayudar a pensar un poco:

Un jefe indígena contaba que en todas las personas hay dos lobos, el del resentimiento, la mentira y la maldad, y el de la bondad, la alegría, la misericordia y la esperanza. Terminada la narración, uno de los pequeños le preguntó: abuelo, ¿cuál de los dos lobos crees que ganará? Y el abuelo contestó: el que alimentéis. (pág. 50)

Pues bien, ese lobo se alimenta de aquello que le brindamos. Podemos aprovechar las facultades de la razón y de la inteligencia cordial para alimentar el lobo. Si logramos nutrirlo de música, de literatura, poesía; de contemplación del arte y de la naturaleza y de conversaciones que nos eleven el espíritu, puede que surja un lobo compasivo, capaz de tratar a los otros como fines en sí mismos.

Si esto es así, tendremos una existencia feliz y con sentido, pese a los tantos desencantos que puede tener la vida. No obstante, si lo alimentamos con la nada, o solo con el contenido de las redes sociales, puede que salga el lobo que engaña y consume al otro, tal como el lobo de Caperucita roja.

Ahora bien, ¿cuál de los dos lobos deseas alimentar?