El congresista boyacense al que se le debe la moneda conmemorativa del Bicentenario de la Independencia #LaEntrevista7días

El sogamoseño Wilmer Leal Pérez, representante a la Cámara por el Partido Verde, cuenta cómo surgió la iniciativa de la moneda de 10.000 pesos para recordar la gesta libertadora de 1819, por qué en esta pieza conmemorativa no aparece el Puente de Boyacá o el Pantano de Vargas, quién determinó el diseño final, qué siente al ver hecho realidad este sueño, por qué hasta ahora entró en circulación la ‘chinita’ y en qué se deberían invertir los recursos obtenidos por este instrumento de pago.

Wilmer Leal Pérez, representante a la Cámara del Partido Verde por Boyacá. Foto: archivo particular

¿Cómo fue el proceso para lograr la emisión de la moneda conmemorativa del Bicentenario de la Independencia de la patria?

Este proceso empezó en el 2018, cuando estábamos apoyando todo el tema de las obras del Bicentenario. Ahí quedó pendiente el tema cultural y nosotros hicimos un compromiso con varios historiadores para sacar adelante esa parte de la conmemoración. Radicamos en mi primer año como representante a la Cámara un proyecto de ley que buscaba la conmemoración del Bicentenario, que además de obras tuviera hechos culturales y la acuñación de una moneda conmemorativa, como se ha hecho en otros temas.

¿Cuál fue el camino para lograr esa pieza conmemorativa?

Radicamos nuestro proyecto de ley en el Congreso de la República y luego de algunas discusiones con la ministra de entonces, con el Gobierno nacional, para darle celeridad a la iniciativa lo que acordamos y pactamos fue que ese proyecto se incluyera en el Plan Nacional de Desarrollo, como un artículo y un parágrafo adicional, ya que estaba contemplado que la celebración fuera en el 2019. Gracias a la voluntad del Gobierno nacional se incluyó en el Plan Nacional de Desarrollo este proyecto de ley que presenté, con el acompañamiento de varios congresistas, y afortunadamente se logró que fuera contemplado por parte del Gobierno nacional.

¿El proyecto que Usted presentó incluía diseños de la moneda?  

En el proyecto nosotros incluimos algunas propuestas de diseño para la conmemoración. Estaba, por ejemplo, el Puente de Boyacá, el Pantano de Vargas, las Termópilas de Paya e incluso la casa donde pernoctó el libertador Simón Bolívar. Pasamos muchas propuestas, como temas representativos a la fauna y a la flora, pero al final se concertó con el Banco de la República que el diseño, como era conmemorativo, se iba a hacer casi que una copia de la primera moneda que circuló en Colombia luego de la independencia de nuestro país.

¿Ya conoció en físico la moneda?

Apenas ayer tuve la cita en el Banco de la República para adquirir la moneda, pero de esta pieza le puedo decir que es una moneda que representa un poco la historia de nuestro país y que cuando fue acuñada por primera vez se le llamó la ‘Chinita’, porque en esa época, siglo XIX, a las mujeres que ayudaban en el servicio de las casas, así les llamaban. Le pusieron ese nombre referido a eso y, pues bueno, nosotros lo que queremos es que esta moneda sirva para conmemorar la historia, pero también que sea el preámbulo de lo que nosotros debemos hacer hacia el futuro, y es recordar que las mujeres son muy importantes en el desarrollo social y económico del país, y que la naturaleza, la flora y la fauna deben ser lo más importante de proteger.

Monedas conmemorativas del Bicentenario de la Independencia de la patria. Foto: archivo particular

¿Qué siente ver que la moneda que usted soñó ya está circulando?

La verdad estoy muy contento porque este es un proyecto al que le dediqué mucho tiempo, muchas reuniones, tocar muchas puertas y hablar con muchos historiadores. Yo la verdad soy un amante de la colección de monedas, pero más allá de estar contento porque ya la moneda está en circulación, yo espero que este sea el objeto que nos permita abrir puertas a nivel nacional e internacional, que nos permita visibilizar regiones con mucho atraso y mucho olvido, por ejemplo, las vías que conectan la Ruta de los Libertadores y municipios de la ruta libertadora que aún no tienen vías dignas, o colegios dignos o centros de salud dignos. Que recordemos que somos el resultado de una historia de sacrificio, de trabajo, de valerosos colombianos que dieron su vida no solo por la libertad, sino por la construcción de una nación. Todavía faltan muchas cosas para poder decir que somos una nación no solo en paz, sino de verdad equitativa y justa.

¿Le hubiera gustado que el diseño de la moneda fuera más representativo de Boyacá?

Sin duda alguna. Yo ahí pelee mucho para que fuera mucho más representativa, por eso le insisto que presenté varios diseños, sin embargo, me parece bien que sea una mujer la que está en una de las caras de la moneda conmemorativa al Bicentenario, eso me parece fabuloso, más en los tiempos en los que vivimos y donde sin duda alguna las mujeres deben empezar a jugar el rol que siempre debieron ocupar y que lamentablemente nuestra sociedad machista no ha permitido.

¿Está conforme con el número de monedas que destinó el Banco de la Republica para el departamento de Boyacá?

Sí, es una alegría que al departamento al que más le distribuyeron monedas del país fue al nuestro. Cerca de 7.500 estarán en circulación en Boyacá y yo espero que puedan llegar más.

Ayer, por fin. Wilmer Leal pudo tener en sus manos la moneda de la que fue su promotor. Foto: archivo particular

¿Qué se debería hacer con los recursos que se van a obtener por esas monedas? 

Vamos a buscar convencer al Banco de la República y al Gobierno nacional que sean invertidos en Boyacá o en los departamentos de la ruta libertadora, porque aquí hay pueblos que necesitan mucho apoyo y desarrollo para salir adelante y superar las crisis sociales que vivimos en nuestro país.

¿En el proyecto no quedó especificado hacia dónde se destinarán esos recursos?

Inicialmente no, porque en teoría no es una venta, sino un intercambio, ya que usted entrega 10.000 pesos y le devuelven 10.000. Su valor nominal es su valor efectivo y no quedó contemplado por esa circunstancia, sin embargo, yo puse desde un principio el tema sobre la mesa y espero convencer a las directivas del Banco para que, por ejemplo, esos recursos vayan destinados al mejoramiento, adecuación e implementación de nuevas tecnologías en todas las bibliotecas municipales del departamento. Esa será una tarea no solo mía, sino que espero recibir el apoyo de los demás congresistas y de los gobiernos para que el Banco de la República pueda invertir algo de esos recursos en el mejoramiento de muchas de estas bibliotecas.

Ahora, Leal Pérez buscará convencer al Banco de la República para que parte de los recursos de las monedas sean invertidos en bibliotecas de Boyacá. Foto: archivo particular

En otro tema, Usted fue promotor de la moción de censura contra la ministra de las TIC, Karen Abudinen. ¿Cómo se sintió con el resultado de la votación y con la renuncia de la ministra?   

Sentí una frustración profunda de ver cómo la corrupción tiene permeado no solo el Estado, sino la política en nuestro país. Nosotros advertimos de muchos de esos temas en el proyecto de ley de modernización de las TIC, sobre los inconvenientes que se podrían presentar a futuro si se le dejaba toda la potestad a un cuerpo, que básicamente estaría controlado por una sola persona, en este caso el ministro o ministra de turno.

Pues bien, este tema de Centros Poblados lo que evidenció fue precisamente eso, de cómo la concentración de poder en la toma de decisiones permite que la corrupción sea mucho más fácil de presentarse en varios de estos temas. Espero que la tutela que pusimos para que se repita la votación y el Congreso asuma su responsabilidad se pueda dar, porque los colombianos en últimas lo que estamos pidiendo es la responsabilidad. Lamentablemente, de esos 70.000 millones de pesos que se entregaron, ya poco o nada queda y lo que vamos a rescatar, porque nos vaya bien como estado, será un lote en la costa Atlántica y lamentablemente los recursos que necesitamos de conectividad nunca llegarán.   

¿Cómo afecta este caso de corrupción al departamento de Boyacá?

En Boyacá tristemente el saldo no es solo que no van a conectar muchos de los colegios de nuestro departamento, sino, peor aún, hay empresas pequeñas que contrataron o subcontrataron los de Centros Poblados para el tema de logística y nunca les pagaron, por lo que hoy atraviesan una crisis profunda.

Me queda una frustración y una gran tristeza porque lamentablemente el Congreso de la República está coactado por el Gobierno nacional, por los clanes mafiosos y por la clase política tradicional que no permite que se asuma la responsabilidad.   

ICM Ingenieros S.A.S. hace parte de la Unión Temporal Centros Poblados y del Consorcio Corredores Viales, al que el Invías le adjudicó la construcción de la carretera Labranzagrande-Yopal. ¿Podría estar en riesgo el contrato del corredor entre Boyacá y Casanare por la participación de ICM?

Lo que dice el Gobierno nacional es que recursos no se perdieron porque no se alcanzó a hacer los anticipos. Además, ya hubo reemplazo en este consorcio, que se llama Ruta 063; la empresa ICM ya fue reemplazada por otra compañía. Nosotros tenemos la lupa puesta en este contrato, porque no podemos permitir que la corrupción que se presentó con Centros Poblados y la conectividad de los niños, ahora permee el Pacto Bicentenario que con tanto esfuerzo trabajaron los departamentos de Boyacá, Arauca y Casanare por tantos años para tener proyectos en fase 3 y empezar a ser ejecutados. Lo que nos dice el director general del Invías es que tengamos la tranquilidad de que muchas de esas obras empiezan, como también la del Cusiana, pero nosotros seguiremos haciéndoles seguimiento.

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