De algo puede estar seguro usted: que nunca ha visto tantos colibríes en un mismo lugar. Por decenas o por cientos, llega un momento en el que usted pierde la cuenta del número de estos pequeños de delgados y alargados picos con hermosos y únicos plumajes de colores.
En total esta reserva ubicada en el municipio de Arcabuco cuenta con 24 especies de colibríes registradas, de las cuales 12 llegan a los bebederos que se tienen en los balcones de la casa y las otras 12 hay que buscarlas en el monte en un recorrido que tarda por lo menos dos horas y en el que encuentra vegetación que seguramente usted no encuentra en otro sitio en Boyacá.
Sin saber que 39 años después, tendría una de las pocas reservas naturales de la sociedad civil que existen en el país, el médico anestesiólogo Roberto Chavarro y su esposa compraron en 1982 cerca de 29 hectáreas de puros potreros y ecosistemas degradados, que poco a poco fueron reforestando y convirtiendo en lo que es hoy, la reserva natural de Rogitama.
El lugar está ubicado en el municipio de Arcabuco siguiendo la vía hacia Moniquirá, donde a cinco kilómetros hay un sitio llamado Las Delicias y en ese lugar se toma la vía a la derecha y por esta a 1.400 metros se toma la vía a la izquierda que lo lleva hasta el hogar de los colibríes, un sitio único en Boyacá para visitar en familia.
La entrada a Rogitama cuesta 20.000 pesos y el recorrido puede tardar mínimo dos horas, pero muchos de acuerdo a la disposición e importancia que le dan al lugar se pueden quedar hasta el día completo.
En 1991 esta reserva se ganó el Primer Concurso Nacional de Agroforestería en Colombia, organizado por la FAO y el Reino de Holanda. En Rogitama están además, las siete especies de palmas de cera de Colombia y cuenta con árboles y plantas de diferentes partes del país del Quindío, de Antioquia, de Santa Marta, también magnolios y otras plantas que están en peligro de extinción.
En Rogitama Biodiversidad desde el año 2003 se realiza el Censo Navideño de aves con el apoyo del Grupo en estudios Ornitológicos (GEO) de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y es posible observar más de 100 especies de aves.
Este ecosistema es además el hogar de cientos de especies, varias de ellas endémicas como el llamado Príncipe de Arcabuco o Inca Negro (Coeligena prunellei) que es una especie de colibrí (Trochilidae) endémica de Colombia, es decir sólo se encuentra en nuestro país, exactamente en la vertiente occidental de la Cordillera Oriental en los departamentos de Santander, Boyacá y Cundinamarca, entre los 1600 m a 2700 m de altitud.
Debido a su singular belleza, el Coeligena prunellei, es considerado como el ave simbólica y emblemática del municipio de Arcabuco y sus alrededores.
Los colibríes se pueden ver todo el día porque necesitan tomar néctar cada 15 minutos. Se alimentan de moscos y el néctar porque es el que les da la posibilidad de volar 145 kilómetros por hora y lo hacen en todas las direcciones. Los más pequeños mueven las alas hasta 80 veces por segundo.