Omar Sánchez Guarín, era un duitamense que desde muy temprano llegó al distrito capital en busca de sus sueños, como llegan todos los que emigran de la ‘colcha de retazos’ en busca de esas ilusiones, sembradas en las parcelas de su natal Boyacá y luego llevadas a la capital, como lo describe Jorge Velosa en su rumba carranguera ‘La china que yo tenía’.
Tenía 52 años, era casado, padre de un hijo de unos 22 años y le sobrevivían tres hermanos. Un cáncer invasivo, se lo llevó esta mañana al administrador de empresas que se dio a conocer por los ‘Encuentros Boyacenses’ que desde hace 17 años realizaba en Bogotá y que el año pasado por la pandemia había adelantado de manera virtual.
Comenzó con unas tertulias donde las rumbas, el torbellino, la copla coja y la poesía eran el insumo permanente para volver a oler esa tierra de esperanzas que se añora más cuando se está lejos. Así nacieron estos encuentros, una grandiosa jornada que convoca a los paisanos en la capital de la república.
Ese encuentro de la música y las costumbres campesinas se había convertido en una cita obligada parta los boyacenses en Bogotá y desde luego que atraía a miles de espectadores no solo de Bogotá, sino de diferentes partes del país.
Este boyacense tenía una empresa de seguridad y con sus más inmediatos colaboradores, se daba a la tarea de realizar, cada año una nueva edición de ‘Encuentros Boyacenses’, evento que lograba un amplio despliegue por todos los medios nacionales de comunicación, gracias al liderazgo de este gestor cultural para quien Boyacá era su razón y consigna.
El acontecimiento comenzó en el colegio Don Bosco en 1996 y en los últimos años antes de la pandemia el Colegio Inem de Kenedy, una especie de ciudadela estudiantil, al sur de la ciudad en donde se congregaban más de 30.000 personas durante dos días para gozar de las manifestaciones castizas y echar las penas al viento al son de requintos, tiples, guacharaca, guitarra y uno que otro sorbo del ‘zumo de maíz’.
En los Encuentros Boyacenses se hallan los productos más genuinos del departamento, se realizan las ferias artesanal, gastronómica y agroindustrial, se recuerdan los juegos autóctonos como el trompo, la rana y los encostalados, se saborean los platos típicos como la mazamorra chiquita, los indios, el cocido, el mute, longaniza, piquete, almojábanas, arepas, mantecada, génovas y la bebida más tradicional de nuestro departamento: la chicha, apodada por nuestros campesinos como el ‘sagrado sorbo’.
Logró consolidarse como líder y gestor cultural de las colonias del departamento, fue galardonado en 2007 como Ejecutivo Sobresaliente de Boyacá, por la Organización Premio al Mérito Ejecutivo, y en 2009 recibió la condecoración ‘Honor al Mérito Concejo Municipal de Duitama, ‘Perla de Boyacá’ en el grado de Oficial como reconocimiento a su incansable labor en la recuperación de las tradiciones y consolidación de eventos folclóricos.
Precisamente su reconocimiento lo llevó en una oportunidad a dejarse picar por el bichito de la política y se postuló como candidato al Concejo de Bogotá, pero no le alcanzó.
Hoy son varias producciones discográficas las que legitiman su esfuerzo, por cuanto las grabaciones en vivo o en estudio con las agrupaciones ganadoras de cada edición de “Encuentros Boyacenses”, quedaron en la memoria musical del país y en las agrupaciones que encontraron en este certamen, y este hombre, un apoyo para el inicio y desarrollo de su carrera artística.
La partida de Omar, se convierte en un nuevo golpe para la familia Sánchez Guarín tras la partida de su hermano Nelson Julio Sánchez Guarín, el pasado 11 de mayo y de su señor padre Luis Antonio Sánchez Cruz, cuatro días después.
El féretro fue dispuesto para su velación desde las 2:00 de esta tarde en la sede de la Casa Funeraria del Norte en Bogotá y su sepelio tendrá lugar mañana sábado a partir de la 1:00 de la tarde en la parroquia Santa María Magdalena de Bogotá.