Trabajaba como gerente de ventas y de marketing visual en tiendas de ropa reconocidas en todo el mundo, como Diesel, Hugo Boss y Hackett London, cuando en el 2017 surge la iniciativa de crear empresa en Estados Unidos bajo el concepto del comercio justo y lo hecho a mano.
200 kilos de café y más de 10 mil dólares en la promoción de artesanías de Colombia ha aportado Natalia Gómez a la economía neoyorquina durante lo transcurrido del 2021, a través de su empresa Hand By Craft.
Natalia trabajaba como gerente de ventas y de marketing visual en tiendas de ropa reconocidas en todo el mundo, como Diesel, Hugo Boss y Hackett London, cuando en el 2017 surgió la iniciativa de crear empresa en Estados Unidos bajo el concepto del comercio justo y lo hecho a mano, a fin de beneficiar a las comunidades artesanales ancestrales de Colombia.
Organizó, entonces, un viaje de exploración de productos en el 2018 con su pareja, Joshua Moeller. Ese mismo año creó su empresa Hand By Craft.
Durante ese viaje conoció a varios artesanos de Colombia y estructuró su propio directorio de artesanos. Para el 2019 comenzó importando café, pero se encontró con varios tropiezos con la puesta del producto en EE. UU., por lo que comenzó su sueño con una pérdida económica temporal, situación que afrontó como un aprendizaje dentro de esta nueva etapa profesional y personal.
En el 2020, Natalia estaba decidida a dar inicio a las operaciones comerciales de su empresa, pero la pandemia le puso freno a este sueño. Ya en el 2021, con el retorno paulatino de las actividades comerciales en el mundo, nuevamente puso en marcha esta iniciativa.
“Comenzamos con una estrategia de ventas a través de e-commerce y ¡nos fue bien!, pero queríamos crecer más, queríamos llegar con estos productos tan simbólicos y exclusivos de nuestra cultura precolombina a un mercado mucho mayor, por eso con mi pareja abrimos las puertas de un local comercial, con el fin de exhibir y ofertar nuestros productos. Hoy hemos importado 200 kilos de café y más de 10 mil dólares en artesanías colombianas y este es apenas el inicio”, afirma.
El local está ubicado en ‘Emporium Square Artisan Market’, localizado en el Valle Hudson de Nueva York.
Natalia cuenta que en el 2018 hablaron con diversas comunidades indígenas y de artesanos del Putumayo (talla de madera con aplique en chaquira), con artesanos de Boyacá (cestería en rollo de Guacamayas) y los emberas chamí del Viejo Caldas (joyería en chaquiras).
“Los indígenas que conocimos fueron amables: mientras conversaban sobre sus vidas y productos, describieron con un poco de tristeza cómo comercializar sus productos se ha vuelto extremadamente difícil en estos días. Nos hablaron sobre su acceso limitado a la tecnología y cómo este es un mercado desafiante para ellos, sumado al hecho de que el 40 % de la población de Colombia no tiene acceso a Internet y una gran parte no habla un segundo idioma. Los artesanos compartieron con nosotros que las nuevas generaciones no se enorgullecen, ni se interesan por aprender las artesanías de los mayores y algunas de sus técnicas están desapareciendo lentamente; como resultado, muchos de ellos han recurrido a vender sus productos a algunas grandes corporaciones que luego renombran y revenden por grandes sumas de dinero”, manifiesta.
El propósito de Hand by Craft es comercializar éticamente con las comunidades indígenas y artesanales tradicionales de Colombia, mientras se les acredita su arte, técnicas, conocimientos y creencias documentadas a través de fotografías, sumergiéndose en las formas de vida de las manos detrás de la artesanía.
“El café se importa desde la empresa santandereana Andinas Coffe. Dada su amplia experiencia en exportaciones, nos ofrecen diferentes variedades de café, dentro de las cuales se encuentran: Gourmet, Yellow Honey, Golden y Natural; de igual manera, ellos ofrecen servicios virtuales de catas de café para tener un mayor conocimiento del producto que se comercializa”, dice.