Tras el intento fallido en Barbados en el 2019, el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición de Venezuela regresan a la mesa de negociación, esta vez en México y con la mediación de Noruega, con una agenda centrada en las sanciones internacionales, la liberación de presos políticos y las condiciones electorales.
Con información de la Agencia EFE.
El Gobierno venezolano y la oposición iniciaron este viernes las negociaciones en México con el fin de buscar una salida conjunta a la crisis que padece el país caribeño.
El líder opositor Juan Guaidó fue quien lanzó la propuesta de diálogo el pasado mayo, si bien no participaría presencialmente en las negociaciones.
Por parte de la oposición antichavista estará el opositor venezolano y exdiputado Stalin González, de la formación Un Nuevo Tiempo, quien dijo: «en este encuentro buscaremos luchar por espacios de democracia y debatir, conciliar y construir salidas a la emergencia humanitaria compleja que vivimos».
Cercano a Juan Guaidó y secretario general del partido Primero Justicia (PJ) -del que el líder Henrique Capriles forma parte- estará Tomás Guanipa, quien tras su designación como otro de los delegados de la negociación dijo que hará «todo el esfuerzo necesario para que este proceso sea útil para la libertad de los venezolanos».
Por parte del Gobierno venezolano acude Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento y jefe de la delegación, y Héctor Rodríguez, gobernador del céntrico estado Miranda.
Previo al diálogo -que según la televisión pública venezolana VTV se alargaría hasta el lunes 16 de agosto- el sector opositor de Venezuela expresó su deseo de elecciones libres y justas el próximo 21 de noviembre, cuando los venezolanos están llamados a las urnas para elegir a los próximos alcaldes, gobernadores de los estados y diputados locales y regionales.
Mientras que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que estaba listo para el ciclo de conversaciones con toda la oposición, pero exigió que se levanten las sanciones internacionales antes de sentarse a negociar.
Cuando el líder Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino en 2019 tras años de fracasos en las negociaciones, México, junto con otros países de la región como Uruguay, fueron de los pocos que apostaron por el diálogo para lograr una salida consensuada a la crisis.