[Infografía] El mayor incendio de EE. UU. es tan grande que ya genera su propio clima

El mayor de las decenas de incendios que se registran en la actualidad en EE. UU. ha alcanzado unas dimensiones tan grandes, que ya genera incluso sus propias condiciones climáticas, lo que dificulta el trabajo de los bomberos, informaron las autoridades.

Con información de la Agencia EFE

El fuego, bautizado como ‘Bootleg’, en el sureste del estado de Oregón, junto a la frontera con California, lleva ya más de 157.000 hectáreas calcinadas desde que fue declarado a principios de julio, ha destruido 117 construcciones humanas y tiene luchando contra las llamas a más de 2.000 bomberos.

“El fuego es tan grande y genera tanta energía y calor extremo que está cambiando las condiciones climáticas”, explicó el portavoz del Departamento Forestal de Oregón, Marcus Kauffman.

“Normalmente, la situación meteorológica predice lo que hará el fuego. En este caso, es el fuego el que está prediciendo lo que hará el clima”, indicó.

Solo incendios de dimensiones titánicas como este son capaces de afectar el clima, algo que complica todavía más las tareas de extinción, al no permitir predecir cuál será la evolución de las llamas en el corto plazo.

Las imágenes tomadas por los satélites el martes mostraban una gigantesca columna de humo que, desde el sureste de Oregón se desplazaba hacia el norte hasta alcanzar la frontera con Canadá, a unos 1.000 kilómetros.

El fuego afecta una zona montañosa y de vegetación en el Bosque Nacional de Fremont-Winema y los bomberos no prevén tenerlo del todo contenido hasta principios de octubre.

Su proximidad a una línea de transmisión eléctrica de alto voltaje que conecta las redes de California y Oregón ha llevado a las autoridades a pedir a los consumidores, en varias ocasiones a lo largo de estos días, que reduzcan al máximo el consumo eléctrico, para evitar que esta se sobrecargue y empeore la situación.

Además del de Oregón, otros 80 grandes incendios se desarrollan en varios puntos del oeste de EE. UU., varios de ellos en California, donde la sequía extrema tras un invierno sin apenas lluvias y las altas temperaturas de las últimas semanas han adelantado la temporada de fuegos varios meses.