Investigadora nos explica sobre la huella que ha dejado en niños y trabajadores el encierro por la pandemia #LaEntrevista7días

La investigadora Marcela González, docente de terapia ocupacional de la Escuela Colombiana de Rehabilitación (ECR) hace un diagnóstico a partir de los estudios que se han hecho desde esa institución.

Marcela González, docente de terapia ocupacional de la Escuela Colombiana de Rehabilitación (ECR) hace un diagnóstico a partir de los estudios sobre lo que ha ocurrido en medio de la pandemia. Foto: Archivo Particular

Desde cuando empezaron las restricciones por la pandemia, las disciplinas en ergonomía y terapia ocupacional de la ECR han realizado varios proyectos, estudios y actividades desde las prácticas académicas con empresas operadoras de transporte, productora de alimentos lácteos y call center.

¿Qué pasó cuando se ordenó el confinamiento obligatorio?

Los trabajadores tuvieron que asumir y conciliar en un mismo espacio y en unos mismos momentos la vida personal, la laboral y la familiar, afectando el bienestar personal y de familia.

¿En este sentido qué han evaluado ustedes en la Escuela Colombiana de Rehabilitación?

Se han evaluado las condiciones ambientales, psicosociales y de organización para analizar cómo han influido la modalidad de trabajo en casa en el desempeño ocupacional de los trabajadores y sus condiciones ergonómicas, entre otros.

¿Y qué más encontraron?

Precisamente, una de las conclusiones de los estudios señala que se han visto afectados el trabajo, el descanso, el sueño, la participación social, el ocio y el tiempo libre. Sin duda, se han alterado las rutinas, porque no se respetan los horarios y algunos expresan que no son suficientes los tiempos de descanso.

¿Cuál es la mayor afectación en los niños?

Perdieron muchísimos de sus roles principales y sus ocupaciones fueron altamente afectadas. Muchos dejaron de estudiar. Dejaron unos roles más importantes como el juego y el relacionamiento. Sabemos que si esas ocupaciones no son realmente ejercidas, puede haber una afectación directa de la salud mental y la salud física. Y más porque los niños están en proceso de desarrollo motriz, sensorial y neuronal. Entonces, los niños también son una población altamente impactada por la pandemia.

Según el estudio la desconexión laboral es importante porque así el trabajador puede parar, almorzar, dedicarse a su familia, a mirar televisión o hacer otro tipo de actividad. Foto: Archivo Particular

¿Los trabajadores quieren volver a la oficina o se acostumbraron a estar en casa?

En muchos casos responderán que sí quieren retornar a su oficina porque dejaron atrás el relacionamiento y la participación social con sus compañeros de trabajo, con los amigos. Pero también hay otros que dicen que prefieren seguir en casa porque los niños ya volverán al colegio. De pronto les resulta más interesante no seguir todo el tiempo presencial, sino tener unos días en la casa. Como los niños regresan al colegio no tienen que asumir actividades de cuidado hacia otros, de atender todo el tiempo a los niños y además de responder por el trabajo.

¿Qué tan difícil fue la adaptación a la realidad de hacer todo en casa?

Hay quienes lograron adaptarse. Pero muchas personas no, por carecer de los recursos personales para hacerle frente a esta realidad. Está documentado en varios estudios, incluso de Naciones Unidas desde junio de año pasado, cuando ya se hablaba del impacto en la salud mental de los trabajadores: hay trabajadores que nunca habían utilizado una plataforma, que no sabían dónde prender la cámara, ni el micrófono. Eso aumenta la carga mental y emocional de cómo aprender a hacer bien las cosas.

Esto también ocurre con las empresas: ¿Cuál es el diagnóstico?

Las empresas han tenido desafíos enormes desde el punto vista tecnológico, porque no todas estaban preparadas a llevar de un momento a otro a sus trabajadores a sus casas y tener que hacer todas las conexiones e implementar los recursos tecnológicos y de comunicación. Hay además un desafío desde el punto de vista de recursos humanos, porque antes podía vigilar en términos visuales a los trabajadores y ahora ya no. Y eso cambió las condiciones, por ejemplo, para tener indicadores de gestión y de productividad. A esto se sumaron asuntos relacionados con infraestructura y seguridad informática.

¿Cuál es la principal conclusión en este sentido?

No hay que descuidar lo que tiene que ver con los riesgos psicosociales y la salud mental. El teletrabajo y el trabajo en casa se están viendo desde un sentido económico y productivo, pero no desde la parte personal, afectiva y emocional. La pandemia trajo otras consecuencias a nivel emocional, de incertidumbre, de miedo y muchas familias ya han tenido casos de enfermos y de fallecidos por Covid-19.

Los niños y jóvenes también se están viendo muy afectados ya que las clases virtuales con los problemas de tecnología del docente o del estudiante se convierten en una pesadilla. Foto: Archivo Particular

¿Con qué situaciones se han encontrado a la hora de evaluar las condiciones en las cuales trabaja la gente en casa?

Vemos condiciones de trabajo como que permanecen sentados en sillas plásticas o en el comedor porque el único escritorio que hay lo tiene el niño para estudiar. O compartiendo el mismo espacio con la esposa o con el esposo que también está en trabajo en casa. A esto se suman que ahí están los niños, el abuelo y la mascota. Son unas condiciones de trabajo muy difíciles.

¿Qué se ha hecho desde la Escuela Colombiana de Rehabilitación para mitigar los efectos de la COVID-19 en la vida laboral?

Se han adelantado actividades de prevención de desórdenes musculo-esqueléticos en población trabajadora en el trabajo en casa y en la prevención de los factores de riesgo psicosocial. Desde la terapia ocupacional manejamos el concepto del equilibrio ocupacional. Indagamos sobre esas otras ocupaciones que los trabajadores vienen haciendo y como están conciliando esos roles.

¿Pero qué es lo más difícil en medio de esta nueva realidad?

Lo más difícil es conciliar la vida laboral y la familiar. Se cruzan los espacios para preparar alimentos y para atender, por ejemplo, a los niños, a los adultos mayores o a personas con discapacidad. Surge la necesidad de conceptos como la desconexión laboral y el equilibrio ocupacional. Las personas muchas veces ni siquiera tienen tiempo para bañarse y se alteraron sus rutinas y hábitos. Si antes almorzaban a la una de la tarde, ahora es a las 3:00, preparando algo rápido o pidiendo un domicilio, afectando la calidad de alimentación. Por eso es necesario el equilibrio ocupacional. Es el tiempo que las personas le dan a ocupaciones que son significativas para ellas, como realizar alguna actividad física y compartir con la familia.

¿Qué ocurre con la desconexión laboral? ¿La gente sí se desconecta?

En los estudios recientes que hemos hecho en un call center encontramos que una de las dificultades para algunos trabajadores es la desconexión laboral, sea por decisión propia o de los jefes. A veces el jefe no les exige, pero ellos siguen trabajando más allá del horario laboral y a veces el jefe les exige y no pueden desconectarse. La desconexión laboral es importante porque así puedo parar, almorzar, dedicarme a mi familia, a mirar televisión o hacer otro tipo de actividad.

El trabajo en casa se está viendo desde un sentido económico y productivo, pero no desde la parte personal, afectiva y emocional.

¿Pero si por la cantidad de trabajo es imposible desconectarse?

Muy difícil. Si no me lo permiten es muy complicado. Si me colocan reunión tras reunión, tras reunión, tras reunión y me exigen informes, ¿en qué momento puedo ocuparme en otros asuntos? Por la cantidad de responsabilidades, es que se están haciendo repetitivas las jornadas de ocho horas llegan a 12. No hay equilibrio ocupacional y eso afecta el rendimiento y productividad final del trabajador.