La fracción de este miércoles 14 de julio parte de Muret y concluye en Saint-Lary-Soulan Col Du Portet. Tiene un recorrido de 178,4 kilómetros en una jornada de montaña.

En este día de la fiesta nacional francesa la etapa promete un gran espectáculo. La ruta es en leve subida hasta el sprint intermedio de Bagnières-de-Luchon, al kilómetro 113 y no presenta dificultad. Pero, a partir de ahí los corredores afrontarán un tríptico de puertos, dos premios de montaña de primera categoría que son el Col de Peyresourde (13,2 km, al 7%) y el Col de Val Louron-Azet (7,4 km, al 8,3%), antes de la subida final hacia Saint-Lary-Soulan con el ascenso del Col du Portet, un puerto fuera de categoría de 16 km al 8,7% que llevará a los corredores hasta 2.215 metros de altura.

“El Tour seguirá su andadura al pie de los Pirineos y los abordará de manera diferente con esta etapa de dos caras, ya que habrá que hacer buen uso de los cambios durante más de cien kilómetros hasta afrontar tres grandes obstáculos seguidos: Peyresourde, Val Louron-Azet y, para terminar, los 16 km de ascensión con un desnivel medio del 9 % del inmisericorde Col du Portet. Mucho esfuerzo necesario y espectáculo más que garantizado”, dice el periodista deportivo francés Christian Prudhomme, director general del Tour de Francia.