[Galería] – La cascada termal más alta de Colombia, un atractivo para disfrutar en familia en el municipio de Zetaquira

¿Se imagina una cascada, en la que en vez de caer agua helada, pueda disfrutar de un gigantesco chorro caliente, que tras golpear en las piedras genera una especie de tibio vapor a la orilla de un río?

Este paraíso natural, lo ubica a 67 kilómetros de Tunja en Zetaquira, un municipio que limita con Pesca, Miraflores, Berbeo, San Eduardo, Aquitania, Ramiriquí, Chinavita y Garagoa. Fotos: Luis Lizarazo / archivo Boyacá Sie7e Días.

Pues no se lo tiene que imaginar más. La leyenda muisca de adoración a las aguas termales es real y usted lo puede comprobar en un paradisíaco paraje del municipio de Zetaquira, a tres horas de Tunja.  La conocen además como la cascada de agua termal más alta de Colombia y está ubicada en la vereda de Patanoa, a unos 15 minutos del casco urbano del municipio.

Tiene una caída de 16 metros de altura, es de agua dulce, no volcánica, baja en azufre y fluye a 89,5°C en la costa del río Mueche, donde existen cerca de 32 nacimientos de agua termal. Un destino que pocos conocen, cerca, económico y lo más importante que es único, no solo en Boyacá sino en el país.

“Cuenta la leyenda que los zaques y zipas (Bacatá, Hunza, Tundama, Suamox, Rumirraqui y Guanatá) venían a Zetaquira a peregrinación y adoración a las aguas termales que eran un símbolo de purificación junto con la serpiente”, explica el alcalde de este municipio, Oscar Yamid Ramírez López.

Zetaquira en lengua chibcha significa ‘La ciudad de la culebra’ y según sus habitantes, testigo de ello es una roca monolítica en el municipio de Rondón llamada ‘la piedra de los 7 caciques’, que registra el paso de los gobernantes de la civilización muisca en la región de Lengupá, donde ofrecían, además de la cosecha del maíz, esmeraldas, oro y otros metales preciosos para adorar a los dioses.

La afluencia de turistas de la región es casi que permanente a este lugar. Sin embargo, los fines de semana el número de visitantes, especialmente del orden nacional se multiplica.

La ruta para llegar a este atractivo, parte de Tunja y pasa por los municipios de Soracá, Boyacá y Ramiriquí, y tras cruzar por el páramo de Bijagual comienza el descenso hasta Zetaquira. Antes de llegar al casco urbano debe desviar a su izquierda durante 10 minutos hasta llegar al lugar. Tenga en cuenta que en varios trayectos desde Tunja, la vía es destapada.

Esa fuente de agua caliente es la que alimenta los balnearios del Ocho, al igual que el Arcoiris, con capacidad para 120 personas y el Hotel Campestre y de las termales Heliconias, con capacidad hotelera para 120 personas.

Los servicios de piscina termal van desde las 8:00 de la mañana hasta las 12:00 de la noche y cuentan con servicios de parqueadero, restaurante, zona WiFi y de juegos. El valor del pasadía es de 15.000 pesos para adulto y 12.000 para niños y el valor del hospedaje es de 85.000 pesos por persona. En los hoteles y restaurantes se vienen cumpliendo las medidas y protocolos de bioseguridad.