De acuerdo con el artículo 167 de la Ley 1607 de 2012, “el Impuesto Nacional a la gasolina y al Acpm se genera por la venta, retiro, importación para el consumo propio o importación para la venta de gasolina y Acpm”.

La aprobación de la sobretasa a la gasolina se dio en la noche del lunes 21 de junio por parte del Congreso de la República, con lo que se modificó la base gravable de liquidación de este tributo que se viene cobrando en Colombia desde 1989 y cuyos recursos se destinan para el mantenimiento de la malla vial nacional.

La sobretasa no significa un aumento del valor del galón de combustible, por lo que desde Asocapitales explican que con lo aprobado lo que se pretende es hacer un cambio en el cálculo y estructura en la base gravable, sin afectar directamente el precio al consumidor.

En Colombia se han implementado tres tipos de sobretasas: las denominadas de áreas metropolitanas, las incluidas en el Impuesto predial unificado (IPU) que son aquellas que se clasifican como impuesto tributario directo, y la sobretasa a la gasolina, la cual es considerada un impuesto tributario indirecto que nació como alternativa para mejorar los niveles de cobertura y calidad vial que se encuentran en déficit, dado que, dentro de la política nacional sobre infraestructura vial, los municipios y departamentos deben responder con estos recursos por vías secundarias y terciarias, y el gobierno central se enfoca en atender las correspondientes carreteras nacionales.

Pero lo que se juzga, es que según el proyecto que evaluaban en el Congreso estaba un artículo donde se dice que a partir del 2023 el valor de la sobretasa se va a incremental de acuerdo al IPC (Índice de Precios del Consumidor).

Incluso se advierte que para el caso de las ventas de gasolina que no se efectúen directamente a las estaciones de servicio, la sobretasa la pagará el responsable mayorista.

Así las cosas, y determinando que según las leyes el impuesto no lo debe pagar el consumidor cada que va a tanquear, la Comisión de Estudios del Sistema Tributario del Congreso de la República indicó que, el recaudo de la sobretasa a la gasolina sumó cerca de 2,1 billones de pesos en el 2019.

Ahora bien, el proyecto fue aprobado con 118 votos por el sí y 21 por el no, y se determinó que será distribuida 50% para el mantenimiento de la red vial y 50% para la red vial de los departamentos, incluida Bogotá. Adicionalmente, se advierte que la necesidad de aprobar este proyecto era resolver una inexequibilidad fallada en el 2019 por la Corte Constitucional, la cual señala que en la Ley 488 de 1998, el Congreso no precisó la base gravable del tributo, sino que delegó la función en el Ministerio de Minas y Energía.

También se menciona en el proyecto que están autorizados los municipios, distritos y departamentos para adoptar la sobretasa a la gasolina motor extra y corriente. Mientras que la sobretasa al Acpm será cobrada por la nación.

En el documento del proyecto quedó establecido que, “la base gravable, el hecho generador, la declaración, el pago, la causación y los otros aspectos técnicos serán iguales a los de la sobretasa de la gasolina, en lo que no sea expresamente definido para la sobretasa al Acpm. Este artículo entrará en vigencia a partir del 1 de enero del 2022”.

También especifica que los municipios fronterizos podrán escoger si adoptar una tarifa especial por ser frontera, o a cogerse a la diferencial que habla de $114 por galón de gasolina corriente y de $426 por galón de gasolina extra.

Frente al precio que pagará el consumidor final, el proyecto también explica que esto depende de los costos de transporte del combustible y acorde a la variación anual del IPC, es decir que aumentará de acuerdo a la inflación.

“De la sobretasa, Bogotá se lleva casi todo el dinero. Casi 400 mil millones de pesos en el 2019, comparados a los apenas 7.650 millones que recibe Tunja. Siguiendo con el caso de Boyacá, hay más de 30 municipios que no reciben prácticamente nada del dinero proveniente de la sobretasa”, afirmo el representante a la Cámara César Pachón.