Minería y la cinta negra: luto y olvido en los medios sociales ¿Hasta cuándo? – Juan Daniel Angulo Argote – #Columnista7días

“El mundo cambia, cambia el mundo. BHP, el grupo minero más diversificado del planeta”

En Colombia no cesa de encenderse la luz roja del semáforo: ese color nos indica que todos los meses se presentan fatalidades en los recursos naturales.

El viernes 28 de mayo ocurrió un accidente laboral donde el afectado tan solo tenía 15 años de edad. El niño realizaba una actividad en un Área de Reserva Especial (ARE), la cual es legal. La zona es conocida como los Chircales (lugar donde se fabrican ladrillos y algunos derivados de la arcilla), ubicada en la vereda Ombachita, perteneciente al municipio de Sogamoso (Boyacá). Murió el lunes 31 de mayo en la ciudad de Tunja. Hasta la fecha se desconoce qué ha sucedido con la investigación; todo parece indicar que, lastimosamente será otra cifra más para las estadísticas. El trabajo infantil no cesa, sigue siendo parte del paisaje en numerables lugares del país.

Por otra parte, los accidentes y fatalidades hacen parte del panorama actual que viven los recursos naturales en Boyacá (el departamento con las mayores cifras de Colombia). Nuevamente se repite la historia de la que aún no se aprende, ahora desde la virtualidad se guarda luto y olvido por un par de días, y el escenario sigue latente de compartir la imagen de una cinta negra en: Facebook, WhatsApp o Twitter en honor a los mineros que fallecen.

El viernes 11 de junio quedaron atrapados 12 mineros en una mina de carbón en Socha, con un resultado trágico: murieron nueve personas y tres quedaron lesionadas. ¿Hasta cuándo las autoridades van a actuar? El sector minero necesita de mucha zanahoria con látigo.

¿Qué quiero decir con esto? El Estado debe evaluar cada título minero con el soporte de un grupo de expertos nacionales e internacionales, y con ello determinar con el mínimo detalle y rigurosidad la situación actual de cada título. Lo primero es definir si lo que se está explotando son recursos o reservas mineras. Sería el primer paso para tomar las riendas en el asunto.

Cerca de una década he venido analizando la raíz de este gran problema, para no quedarme en más de lo mismo: que, por derrumbe, que, por concentración de gases, entre otros, cifras y más cifras. Al final no voy a repetir lo que todavía expresan: son cosas fortuitas de la actividad minera. No se puede pretender seguir contabilizando vidas dentro los proyectos mineros, no es profesional ni ético.

¿Por qué suceden los accidentes en los recursos naturales “minería”?

Saben algo: la respuesta no necesita saber de física cuántica o nuclear para resolverla. Sencillamente no se ha tomado el debido control “la causa raíz del problema”. O son recursos o son reservas, estas últimas llevan impresa en cada tonelada de carbón explotado el factor modificador SEGURIDAD (geotecnia, contenido de gases monitoreados las 24 horas con equipos de última tecnología que envíen alertas tempranas, y no esperar que el minero sea la carnada).

Y aquellos lugares que, las condiciones evaluadas desde lo técnico, social y ambiental no permiten transformarse en reserva, serán una curiosidad geológica “recursos”.

Finalmente, los recursos naturales necesitan llevar en su ADN el factor modificador SEGURIDAD, y el cumplimiento estricto de los estándares, las leyes y las normas, y con ello me refiero también a la no autorización del trabajo infantil, de lo contrario estaremos hablando de un producto que lleva muerte.