Se siguen despidiendo los patriarcas de Pueblito Boyacense

Luto deja ahora el deceso de Guillermo León Carrillo Vargas

Guillermo León Carrillo Vargas, el educador, visionario y cultor. Fotografía Archivo particular.

Durante los últimos meses Boyacá Sie7e Días ha registrado con tristeza la muerte de varios integrantes de la Comunidad Pueblito Boyacense, un lugar mágico creado para resguardar el arte y la cultura a través de réplicas ancestrales puestas al servicio del turismo y el emprendimiento cultural.

En los inicios del proyecto muchos cultores fueron convocados por el gestor de Pueblito, quien por la época dirigía por segunda oportunidad las riendas del Instituto de Cultura y Turismo de Duitama, a donde llegaron las propuestas de muchos artistas, que luego, y por las exigencias de la entidad bancaria financiadora del programa de vivienda de interés social y otras dificultades, quedaron al margen del osado sueño.

Fueron muchos los artífices del arte clasificados para cumplir con uno de los propósitos de la iniciativa y con el tiempo han llegado más personajes atraídos por el lugar, quienes echaron sus raíces en Pueblito haciendo grandes aportes a todo lo que allí se desarrolla.

Ese es el caso de Guillermo León Carrillo Vargas, un maestro, entregado como nadie a la pedagogía y a aquellas cosas que, como el ancestro, se convirtió en su bandera, su lucha y obsesión.

Guillermo se desempeñó como rector en varias instituciones educativas del país y el arte fue siempre el eje sobre el cual logró desarrollar novedosas metodologías impartidas a un vasto número de estudiantes, precursores luego de sus banderas.

Un hombre serio, respetuoso y aplomado, de ideas innovadoras y discurso probo, así describen los vecinos de Pueblito a Guillermo León Carrillo, quien junto a su esposa había llegado al «rinconcito de las réplicas boyacenses» para forjar los sueños de una madurez, cosechada en las aulas, amasada entre tiza y pizarras, pero fue ese mismo compuesto volátil de la tiza el que le ocasionó serios problemas que afectaron sus pulmones y luego, tras una larga enfermedad, cobró su vida.

Durante los últimos días el poblado ha despedido a varios de sus hijos y ahora Guillermo se une a ese grupo de habitantes de la «réplica celestial”, peregrinos de un viaje sin regreso que partieron para llegar quizá a otro encantador destino donde están ensayando la gran tertulia y entregarla a su amado Pueblito Boyacense en noches de luna llena.

Paz en la tumba de este baluarte del arte, la educación y la investigación. A su familia fortaleza y oración.

José Ricardo Bautista Pamplona
Director General Boyacá Sie7e Días.