La clínica Medilaser también en Alerta Roja, su gerente nos explica lo que está pasando allá adentro #LaEntrevista7días

Édgar Vargas, el gerente de la clínica Medilaser de Tunja, entrega detalles de lo que viene ocurriendo en ese centro asistencial en las últimas semanas y por qué tuvieron que declarar la alerta roja y la emergencia funcional en medio de la pandemia por COVID-19. Se refiere a cómo cambió la población más afectada por el virus, ya no son adultos mayores, ahora son principalmente personas jóvenes.

Édgar Vargas, el gerente de la clínica Medilaser en Tunja hace un dictamen de lo que viene pasando con el virus en Boyacá. Foto: Archivo Particular

¿Cuál es el parte del centro asistencial que usted gerencia?

Es una situación bien, bien complicada, estamos tratando de hacer lo mejor, lo que más se pueda, hasta donde podamos, porque tampoco digamos que tenemos ya más capacidad. Nosotros lo que podíamos ampliar lo ampliamos, pero ya también hay dificultades para conseguir médicos, hay dificultades para conseguir enfermeras, no hay terapeutas disponibles adicionales, el oxígeno está escaseando, ya los proveedores vienen mucho más espaciados y ya nos comunicaron, que no tienen más capacidad. Todo está al límite, todo esto es muy complicado.

¡Cuántas camas tienen, cuántos pacientes atienden!

Pues nosotros cuando empezó la pandemia, teníamos 23 camas de UCI para todo, para patologías coronarias, para patologías quirúrgicas, para todo; en este momento esta capacidad la tuvimos que aumentar y tenemos 30 camas, de las cuales 19 las dispusimos para pacientes COVID.

¿Qué tanto ha afectado la atención COVID, esa prestación de otros servicios en la clínica?

Pues esta situación que estamos enfrentando tiene dos implicaciones: la primera es que ya no tenemos como crecer más, como ampliar más servicios y la segunda es que de esas 23 unidades que teníamos antes para atender todas las patologías, pues ahora solo tenemos la mitad de estas para atender pacientes diferentes a coronavirus, porque igual la gente se ha seguido enfermando, sigue habiendo infartos, sigue habiendo algunos accidentados, siguen otra larga lista de enfermedades que demandan cuidado intensivo. El problema es que los pacientes COVID le quitaron camas a las otras patologías y a esos pacientes que no tienen coronavirus hoy los tenemos dando vueltas, los tenemos en espera, al igual que los COVID ahorita por la alta positividad que hay en estos días, también están necesitando camas y ya está todo lleno.

¿Y en hospitalización general, cómo están en Medilaser?

Pues nosotros normalmente veníamos manejando un promedio de entre 70 y 72 pacientes que también son adultos entre todas las patologías, pero en este momento hay más o menos 45 de esas camas con pacientes COVID o sea, para atender otras patologías, ya que solo tengo 20 -25 camas ese es el impacto que está teniendo la pandemia.

¿Y por eso la emergencia funcional?

Es que cuando hablamos de emergencia funcional es porque llegamos al límite no tengo más camas, no tengo más ventiladores, no tengo más monitores, no tengo bombas de infusión y no tengo más personal disponible. A todo esto súmele que el oxígeno está al límite, no puedo usar más oxigeno que el normalmente utilizamos porque el proveedor dijo no tengo más capacidad, entonces esa es la emergencia.

El aumento en la demanda de servicio por pacientes COVID está afectando seriamente la atención de pacientes con otras patologías en toda la red hospitalaria de Boyacá. Foto: Archivo Particular

¡Y el área de urgencias!

Urgencias en este momento de 20 camas que es la capacidad normal, es decir 20 pacientes cada uno en su camilla, en este momento estamos con cerca de 60 pacientes en total en el servicio ya tengo casi una ocupación del 300 por ciento en urgencias, situación ésta que ya empieza cuando sobrepasamos los límites, ya empiezan a haber problemas por sobrecarga para el personal o limitación de recursos, y este desde luego lleva a algo muy delicado y es que empiezan a haber problemas para garantizar la atención a todos los pacientes por las mismas condiciones.

¡Y todos los centros médicos están en situaciones similares!

Correcto. Ese es el panorama actual, con un agravante, y es que esta semana prácticamente el Hospital San Rafael llegó al límite, la clínica Canelones llegó al límite también, la Clínica de los Andes está llena hasta el tope, entonces ya no hay una cama más disponible.

¿Cuántas personas más o menos están esperando una cama en la clínica Mediláser de Tunja?

En urgencias nosotros tenemos 20 camas, en la capacidad normal de la clínica en este momento hay cerca de 60 pacientes, al menos hay 30 pacientes que están ya dentro de nuestras instalaciones que están en una camilla o una silla en el servicio de urgencias y están esperando en una cama de hospitalización en la misma clínica. Esa es como la cifra actual cerca de 30 personas que están esperando que podamos asignarle una cama.

¿De esos 30 más o menos, cuántos están por COVID?

Hasta la última cifra que teníamos en la madrugada de ayer era de seis pacientes con COVID que estaban en servicio urgencias.

El aumento en la demanda de servicio por pacientes COVID está afectando seriamente la atención de pacientes con otras patologías en toda la red hospitalaria de Boyacá. Foto: Archivo Particular

¿Qué está pasando en este momento con los pacientes nuevos en Boyacá?

Los pacientes que están llegando están empezando a pasear por todas las instituciones, a ver dónde los pueden ubicar, cosa que es muy grave, el problema que nosotros no recibimos solo Tunja si no recibimos de todo el departamento, tanto el Hospital San Rafael, como nosotros en Medilaser, recibimos de todo Boyacá porque somos los más grandes que tenemos sede en Boyacá, con el paciente que necesita la atención no solo por COVID, sino por otras patologías.

¿Cuál es ese llamado que usted le hace a los boyacenses en medio de esta situación?

Pues teniendo en cuenta que el confinamiento total no fue autorizado para este fin de semana, hoy más que nunca necesitamos el apoyo de la comunidad, hoy más que nunca necesitamos evitar las reuniones familiares, las aglomeraciones, que se usen los medios de protección personal que tanto se ha insistido. Es evitar el contagio y romper la cadena de transmisión. Precisamente las medidas que estaba intentando adoptar el gobernador, pues lo que buscaban era eso al menos por este fin de semana, pero como no se pudo hacer, hoy la decisión, la voluntad depende 100 por ciento de la comunidad; no hay otra alternativa distinta.

¡Quedamos a merced de la misma comunidad, de nosotros mismos!

Así es. Todas las clínicas y hospitales superamos ya el ciento por ciento de ocupaciones y todo esto tiene un mismo factor que se llama COVID-19 y está demostrado que lo único que puede disminuir esta presión para el sistema de salud es evitar los contagios; hoy más que nunca necesitamos un alto en el camino, necesitamos que la gente entienda la gravedad de la situación, no queremos ver que nadie se quede sin atender, pero ya los recursos llegaron al límite, en el caso de Tunja. Ese es el llamado a la responsabilidad, al autocuidado, el aislamiento, a no salir de la casa si no se necesita, evitar las aglomeraciones, eso nos preocupa mucho ver que no entendemos que no podemos hacer reuniones familiares, que debemos evitar las aglomeraciones.

¿Y los jóvenes, no entendieron por las buenas y ahora los está haciendo entender por las malas el mismo virus?

Sí, el grupo de población que se ha venido afectando han cambiado. Efectivamente, nos preocupa también mucho ver que es la población joven, la gente en etapa productiva, son hoy los afectados, unos porque les toca salir a trabajar y otros porque creen que el virus no les va a llegar y que, si se contagian por la edad, lo superan rápido. En Medilaser hemos tenido niños y jóvenes especialmente de entre 25 o 26 años en adelante y hasta los 48 años en su mayoría, una población que antes no teníamos en UCI por coronavirus y con un agravante adicional que es la letalidad, porque estas personas jóvenes tienen un sistema inmune que responde mejor ante una infección, pero la respuesta del mismo organismo es más severa que una persona adulta mayor y eso los está llevando a que sean más susceptibles, es decir que  la agresividad de la enfermedad y su desarrollo es mucho más severa en esta población.

El gerente de la clínica Medilaser asegura que hoy la población que mayoritariamente llega a UCI está entre los 25 y los 48 años, que ya no son los adultos mayores. Foto: Archivo Particular

¿El mismo virus está haciendo entender a las malas, a la gente, a la comunidad, de que esto es en serio?

Digamos que ha habido efectivamente muchas personas escépticas, que son los que han estado más expuestos, son los que terminan posiblemente contagiados y han terminado llevando la enfermedad a otra persona. Recordemos la cifra ya establecida a nivel mundial, y es que cerca del 80 por ciento de las personas no desarrolla ningún tipo de síntomas; es decir, de 10 personas que se contagian, hay 8 que posiblemente no tienen ningún tipo de síntoma fuerte, pero esas otras dos personas son los que desarrollan la enfermedad y son los que están terminando hospitalizados, en una unidad de cuidado intensivo o también con desenlace fatal.

¿Con todo lo que está pasando cree que ahora sí lo van a entender los escépticos y desobedientes?

Desafortunadamente. La gente no lo entendió por las buenas y ahora lo está entendiendo de una manera que no debería ser y es llegando a lo que estamos hoy, sentir directamente la rigurosidad del virus. Mire que nosotros mismos en el sector salud hace cerca de un mes hicimos una manifestación donde les pedíamos encarecidamente, les rogamos y hasta les suplicábamos que por favor hiciéramos un alto en el camino, y entendiéramos para precisamente evitar que llegáramos a esta situación, pero no tuvo un suficiente eco en la comunidad y desafortunadamente hoy esta es la realidad.

¡Y afortunadamente ya todos en el sector de la salud vacunados!

Nos preocupa porque hay trabajadores de salud todavía contagiados, el hecho de que estemos vacunados muchos no quieren decir que no nos contagiamos y eso nos está agravando aún más la situación. La diferencia hoy es también lo que sucede con los adultos mayores, que no está llegando mucho a las unidades de cuidado intensivo, porque al estar vacunados, el biológico lo que está previniendo es la complicación de la enfermedad, pero no evita que se contagie, todavía existe ese riesgo de que se contagie y eso es lo importante que necesitamos que la comunidad entienda.

¿Cuántas pruebas se ha tenido que practicar usted doctor?

Afortunadamente, ninguna. Hemos guardado muchas medidas de precaución, tanto a nivel personal como profesional e institucional. Adoptamos muchas medidas desde el inicio la pandemia que nos ha permitido que nuestro nivel de contagio sea realmente bajo. Sin embargo es mucho trabajador, colega nuestro que si han tenido que hacerlo, hemos tenido que aislar un buen número de personas a lo largo de todo el año, tuvimos unos desenlaces fatales al inicio de la pandemia, tal vez todos lo recordamos cuando estábamos por el primer pico por el mes de octubre, que perdimos dos  trabajadores muy importantes y muy queridos por  la institución que fue desafortunadamente la cuota que tuvimos que poner nosotros como institución, pero a partir de ahí realmente nos ha disminuido notablemente el nivel de contagio de los trabajadores; hay que reconocer ese esfuerzo que hizo el ministerio  y todas las autoridades de poder vacunar en primera línea los trabajadores de salud.