[Infografía] – Previsiones económicas de la OCDE

París, 1 jun (EFE). La OCDE revisa al alza sus perspectivas económicas para la inmensa mayoría de sus países miembros y, en menor medida, para las grandes economías emergentes gracias al avance de las campañas de vacunación contra la COVID y a los paquetes fiscales, sobre todo de los de Estados Unidos, pero avisa de una recuperación que será muy desigual.

En su informe de perspectivas publicado este lunes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) eleva las expectativas que había dado a comienzos de marzo y cree que después del batacazo del 3,5 % que sufrió la economía mundial en 2020 este año subirá un 5,8 % (dos décimas más) y un 4,4 % en 2022 (cuatro décimas más).

La corrección es significativa en Europa, que ha sufrido un largo invierno de restricciones por los repuntes epidémicos y por la lenta distribución de los primeros lotes de vacunas, que ahora ha alcanzado una velocidad de crucero y permite una reapertura de las actividades económicas.

Por eso, la organización cree ahora que el producto interior bruto (PIB) de la zona euro progresará en 2021 un 4,3 % (cuatro décimas más) y todavía un poco más en 2022: un 4,4 % (seis décimas más).

España, que sufrió en 2020 la mayor caída de la OCDE (10,8 %) estará propulsado a la primera posición de ese grupo, con ascensos del 5,9 % y del 6,3 %, respectivamente.

La rapidez de la vacunación en el Reino Unido le ayudará a ascender nada menos que un 7,2 % este año y un 5,5 % en 2022, de forma que a comienzos de ese ejercicio recuperará el nivel de actividad de la precrisis pese al batacazo del 9,8 % en 2020.

Efecto global del paquete fiscal de EE.UU.

De nuevo el avance de la vacunación, pero también los ingentes estímulos fiscales puestos en pie sobre todo por la Administración estadounidense de Joe Biden (el paquete adoptado en marzo por el Congreso equivale al 8,5 % del PIB) van a generar un crecimiento del 6,9 % este año, cuatro décimas más de lo que anticipó la OCDE hace dos meses y medio.

La situación cambia para 2022, ya que la progresión esperada ahora (3,6 %) es cuatro décimas inferior a la anunciada en marzo.

Los autores del informe ponen el acento en que el paquete fiscal estadounidense no solo beneficiará a ese país (con 3 a 4 puntos porcentuales de PIB en los doce primeros meses tras su aprobación), sino que globalmente aportará en torno a un 1 % a la actividad mundial, con entre 0,5 y un 1 % para México y Canadá, y entre un 0,25 y un 0,5 % para la eurozona, Japón y China.

Para la economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, el despliegue sin precedentes de ayudas en los países ricos y en algunas economías emergentes para mantener a flote durante la pandemia a los trabajadores y las empresas se ha demostrado efectivo porque está permitiendo una rápida recuperación.

Boone hace hincapié en que no debe retirarse demasiado rápido, como ocurrió tras la crisis financiera hace una década, sino mantenerse «mientras las economías no hayan vuelto o se acerquen al pleno empleo».

Eso no impide que, para dar confianza, se den signos de que a medio plazo se pondrá en pie un marco fiscal «efectivo y sostenible» que garantice una fiscalidad justa y progresiva que permita además obtener fondos públicos para la transición digital y ecológica.

Sin vacunación global todo el mundo es vulnerable

En cualquier caso, ahora la gran prioridad política de la OCDE es movilizar todos los recursos necesarios para fabricar y distribuir vacunas pero no solo para los países ricos, sino también para los emergentes y los de bajos ingresos.

No solo porque al tener menos capacidad financiera para desplegar programas de impulso les expone a una agravación de la pobreza y a potenciales crisis de deuda soberana, sino porque «mientras la amplia mayoría de la población mundial no esté vacunada, todos seguimos siendo vulnerables a la aparición de nuevas variantes».

Los autores del informe esperan que los repuntes inflacionistas que se viven en el mercado de las materias primas y en algunos sectores deberían moderarse a finales de año y cuentan con que los bancos centrales vigilarán esas subidas de precio «temporales».

Más preocupados están por el riesgo de una reacción a esos aumentos de precios de los mercados financieros que podría aumentar la volatilidad y los tipos de interés. EFE