A mi madre – Fabio José Saavedra

A mi madre

Mujer de brazos abiertos
abarcando la ternura
que mantiene la vida
en el infinito universo,
en ti germina la posteridad,
florecen los sueños
y nacen los sentimientos,
eres como una ventana abierta
que nos muestra el mundo.

En tus brazos extendidos
me diste albergue
cuando caí en la vida
en mis primeros intentos,
cuando quise volar
descubriendo el mundo
viviendo mi independencia
o buscando alimento.

Con tus brazos abiertos
me ofreciste consuelo
y con suavidad de seda
cubriste y curaste
las heridas frescas,
recogidas por los rincones
cuando se abre el corazón
en los amores adolescentes,
mujer de brazos abiertos
donde depositamos dolores
de tantos fracasos,
allí recogemos nuevas ilusiones
animando los espíritus
para nuevos intentos.

Así fueron los brazos de mi madre,
inagotables fuentes de alivio
a los sinsabores del alma
y a los dolores del cuerpo,
siendo el puerto de partida
donde se aprestó el velero
y se alistaron los aparejos,
estivando las expectativas
para iniciar el viaje
por el océano de la vida,
viajando en el día a día.

Así llegaremos al ocaso
en los confines del universo,
llevando en el alma
las ansias contenidas,
para un día regresar
al rinconcito del cielo
cubierto de estrellas
como pétalos blancos de rosas.

En los únicos brazos
que nos dan sinceridad y afecto
con total desprendimiento.

                                                   “Tus sabios y tiernos consejos serán

                           siempre el faro que ilumine

                                                                                                                 mi sendero”

Fabio José Saavedra Corredor.