Lo bueno del tapabocas – #EntreOjos – Germán García Barrera #Columnista7días

Germán García Columnista 7 díasLa pandemia nos cambió la vida, no hay duda. El riesgo de contagio por COVID-19 introdujo en nuestras dinámicas la imperiosa necesidad de utilizar el tapabocas en espacios públicos, en el entorno laboral e incluso en los escenarios familiares.

Por lo que se ve en las calles, la mayor parte de personas utilizan el tapabocas así sea a regañadientes. Habrá quienes lo hacen de manera consciente y responsable. Lo valioso es la incorporación del hábito de llevarlo, una práctica que podría contribuir a adoptar otras costumbres como la de protegernos de virus y bacterias a partir de rutinas de higiene como el lavado de manos.

En Colombia el virus ha cobrado la vida de 78.711 personas, según datos reportados por el Ministerio de Salud con corte al 12 de mayo, y el riesgo hacia el futuro es mayor si se tiene en cuenta, como lo han dicho los expertos, que la intervención de los bosques y los efectos del cambio climático abrirán la puerta a nuevas pandemias y a severas disminuciones en los servicios que nos presta la naturaleza a través de la provisión de aire, agua y alimento.

Tales realidades harán que, ante la reducción de las fuentes de agua limpia, por ejemplo, adoptemos rutinas en el uso de ese preciado líquido en labores de aseo personal y lavado de loza. El reciclaje del agua, así como el tapabocas, serán incorporados en los oficios diarios. Muchas comunidades ya lo hacen, no por convicción sino por obligación, por el deterioro de sus ríos y quebradas. Es la única opción que tienen para aprovisionarse del vital recurso.

La pandemia nos hizo cambiar y la crisis climática agudizará esas transformaciones.