Endogamia y sus efectos devastadores en los bienes públicos – Juan Daniel Angulo – #Columnista7días

Añora es un municipio español de la provincia de Córdoba, Andalucía, más conocido en toda la comarca cordobesa como Los Pedroches, por su inusual elevado número de pelirrojos que los habitan: entre 10% y un 15%. Ese porcentaje es similar al de países como Irlanda o Escocia. ¿Por qué se dan estos rasgos?

Los vecinos de Añora dicen de manera coloquial, que todo pelirrojo es por culpa del cura, ya que, él solo casaba parejas que fueran de ese municipio. Pero los estudios científicos afirman otra cosa. Todo se remonta años atrás cuando un inmigrante irlandés llegó a Añora; sus rasgos aún perduran de generación en generación gracias a la endogamia.

La endogamia es el cruzamiento entre individuos de una raza, comarca, comunidad o población aislada genéticamente. En pocas palabras, solo permiten y aceptan dentro de su núcleo familiar a aquellos que tengan cierto parentesco.

Otro concepto de endogamia se desarrolla dentro de los cargos públicos en ciertos países, como siempre en primera plana Colombia. Todos sabemos que el requisito fundamental que necesita la meritocracia en las instituciones del Estado es la endogamia. Se trata de profesionales entre los mismos de la profesión o entre los que les son muy cercanos(egresados de las mismas universidades), de tal forma que, no se permite otra entrada de personas ajenas a su manera de pensar, actuar y, finalmente, heredando las cuatro C (compadrazgo, cuates, cómplices y la camaradería). Y ahora, ¿cuáles son las consecuencias de la endogamia?

Dentro de las alteraciones genéticas, no solo se preserva el mismo color del cabello, sino, otros rasgos muy dominantes que alteran aspectos físicos, tales como la pérdida de aptitud biológica, ceguera, sordera, diabetes, esquizofrenia o varias patologías cardíacas, entre otras.

Si revisamos el manejo de los bienes públicos con endogamia en Colombia, notamos que se conserva la mutación, la corrupción rampante, se adopta el mismo modelo económico de sus antepasados, se mantiene el detrimento patrimonial por ese uso indebido e irresponsable del erario público “nada tiene que cambiar, si todos tienen el mismo ADN”. 

Como la consecuencia final de la endogamia es acabar el bien, y más tarde pedirle a Dios o al santo de su devoción que, por cosa de la serendipia aparezca otro recurso para que Los pimpones*sigan acechando y expoliando los bienes de todos los colombianos.

*Dícese de aquel funcionario público que no necesita un cura, ni preparación alguna, solo un padrino para saltar de Ministerio a Ministerio, de Corporación a Corporación y el resto de cargos públicos.