En medio de las protestas y de una refriega con la Policía en el sector de Río Chiquito, en límites entre Sogamoso y Tibasosa el pasado viernes, a los manifestantes entre los que había estudiantes y campesinos se les perdió la olla y la cuchara en la que preparaban sus alimentos para los participantes en la jornada de protesta.
Pues fue tal la indignación de los manifestantes que el eco del reclamo llegó a oídos del alcalde Rigoberto Alfonso, quien anoche les llegó con una olla más grande y nueva, una cuchara y hasta les encimó un caldero, les ofreció excusas públicas y les recalcó que desde su gobierno se garantizaba y velaba por el legítimo derecho a la protesta. Ahora sí a buscar qué echarle a esa olla y ese caldero porque esto como que va para largo.