Controversia en Boyacá por supuesto plagio en las coreografías

Desde hace mucho tiempo se ha generado la controversia entre folcloristas, coreógrafos e investigadores por la propiedad autoral de trajes, coreografías e investigaciones y por saber quién tiene la razón en esta clase de conflictos.

Sofía Liliana Fonseca Montoya, folclorista y directora de la Fundación Haskalá. Fotografía Archivo Boyacá Sie7e Días.
Sofía Liliana Fonseca Montoya, folclorista y directora de la Fundación Haskalá. Fotografía Archivo Boyacá Sie7e Días.

Esta reflexión surge de la denuncia pública que hizo a este medio la folclorista e investigadora Sofía Liliana Fonseca Montoya al señalar que el gestor cultural dedicado también a esta disciplina Omar Uriel Avella Univio, viene plagiando sus investigaciones, a tal punto de copiarlas de principio a fin.

Dice Sofía Fonseca que “desde la edad de 9 años empecé a dirigir grupos escolares basadas en lo aprendido en la academia boyacense de música donde me inicie en estudios musicales y danzarios  con la maestra  Aurita Velasco, he creado más de 100  obras y coreografías, especialmente de inspiración folclórica, tal como cualquier autor, mis trabajos son producto de un acto de creación que ha sido particular; el género narrativo es un género que asumí después de estudiar al maestro Rafael Zamarripa de México quien me inspiró para hacer obras en danza».

Añade: «No es fácil adaptar la narrativa a la música tradicional y allí inicie una forma de trabajo muy particular que hace exclusiva mi forma de presentar en el escenario las obra y eso es mi sello personal. Desde hace unos años tenía amistad con Omar Avella, él venía a mi casa y no se cansaba de decirme lo mucho que admiraba mi trabajo y que le gustaría que yo le hiciera el montaje de varias obras.

Sin embargo, empecé a notar que él copiaba mis diseños de traje y de un momento a otro vi mis trabajos corográficos copiados tal cual, solo le cambiaba la música y él decía que el folclor no le pertenece a nadie y cuando le hice el reclamo fue muy grosero. Descubrí también que él tiene grabaciones y fotos de todo mi trabajo».

Agrega: «En el año 2019 puse una demanda en la fiscalía y el proceso está bien adelantado, sin embargo, él ha seguido plagiando cada trabajo mío y poniéndolo en sus trabajos como investigaciones y creaciones de él. En el año 2019 presenté una obra llamada Las mujeres olvidadas de la libertad donde plagió toda mi obra La guerra de los mil días, Una historia de amor y de vals a pasillo, danzas como aguadoras, el vals criollo, y en general coge de cada trabajo tres o 4 figuras y las acomoda a su dizque investigaciones”.

Finaliza: “Omar no dirige, él pone a sus alumnos a copiar de mis videos y pide a otras personas que le hagan montajes. En algún momento yo le dicté talleres de torbellino y bambuco, es más le confeccioné unos trajes, pero nada tenía que ver con lo que copia de mis obras y trajes. Tengo documentos donde se evidencia el plagio y la copia idéntica de mis creaciones”.

Boyacá Sie7e Días consulto al gestor cultural Omar Uriel Avella Univio para conocer su versión y esto fue lo que señaló:

«La entidad que represento por su trayectoria no tiene necesidad alguna de plagiar investigaciones o danzas de terceros, al contrario, son varios las agrupaciones folclóricas en el departamento de Boyacá y de afuera que han tomado como referencia nuestro trabajo en el que incluyen vestuarios, música, secuencias y coreografías completas. Es parte de nuestra misión la difusión del folclor como arte popular que se debe transmitir a diferentes generaciones sin que esto llegue a afectarnos porque construimos para difundir.

La señora Sofía Fonseca ha sido contratada por esta institución para realizar montajes coreográficos y de igual forma para diseñar y confeccionar vestuarios, igualmente en años anteriores cuando trabajaba en la secretaría de cultura de Boyacá, realizó un montaje colectivo con todas las agrupaciones del departamento en el que entregó públicamente varias coreografías de las cuales algunos grupos hemos tomado como referencia fragmentos o secuencias para ser aplicadas en nuevos trabajos.

Los vestuarios a los que supuestamente puede hacer referencia que utilizamos, se toman como parte del componente folclórico de una época y son de dominio popular y lo portan varias agrupaciones y en los que incluso se adelantan iniciativas para preservar y difundir como parte de nuestro Patrimonio Cultural».

«Para que exista el delito de plagio que viene difundiendo por diferentes medios y redes sociales debe estar debidamente probada y establecida la responsabilidad por la entidad competente, situación que no ha sido determinada en este caso, por el contrario, tales imputaciones falsas realizadas por la señora Sofía Fonseca y parte de sus alumnos pueden estar enmarcadas en conducta típica de calumnia regulada por el artículo 221 del Código Penal colombiano», anotó Avella.

Mientras esta controversia se define en los estrados judiciales, unos y otros continúan en la tarea de difundir el folclor y expresar la sabiduría ancestral a través de la danza, una de las manifestaciones más bellas que tiene el ser humano para transmitir añoranzas, relatos, vivencias y sentimientos.