Seguridad anticipada en la minería y el semáforo operacional – Juan Daniel Angulo – #Columnista7días

Recuerdo cuando en la empresa Cerro Matoso propuse clasificar los frentes de explotación en: bajo, medio y alto, utilizando una medida estadística sencilla, que nos permite conocer la variabilidad para el control de calidad, y con ello lograr mayor eficiencia operacional respecto a la clasificación y destino de los materiales ‘rocas’ a los patios de acopio y botaderos.

Se trata del coeficiente de variación (CV), un indicador básico muy interesante que se anticipa ‘al antes de’, el cual mide la dispersión existente en un set de datos. Entre más alto es el CV (cercano a uno o mayor), tenemos zonas con alta variabilidad en las concentraciones o leyes, y entre más bajo es el CV (cercano a cero) menor variabilidad. La clave de ello como todo principio para clasificar materiales, es la calidad rigurosa de la información ‘muestreo’.

Ahora analicemos el concepto de seguridad anticipada para incorporarla en nuestra operación, no importa si es pequeña, mediana y gran minería. Todo parte desde la exploración, único mecanismo que permite saber el tonelaje y calidades de los materiales, y a su vez realizar: geotecnia e hidrogeología, entre otros estudios que permiten obtener las reservas mineras. Para esto algunos proyectos desarrollan trincheras (apiques), canales, labores en los frentes de explotación (difiero mucho sobre esto) y las perforaciones entre otros. Las técnicas antes mencionadas permiten tomar muestras de una población estadística que más adelante son analizadas en un laboratorio; al final entregan unos resultados que serán estudiados para determinar calidades o concentraciones de una determinada roca y así clasificar los recursos en medidos, indicados e inferidos con el estándar colombiano de recursos y reservas mineras (ECRR), algunas empresas utilizan otro código de Crirsco.

¿Cómo establecer un semáforo operacional en la minería colombiana con la premisa de la seguridad?

  1. Se identifican los factores modificadores, tales como geotecnia (resistencia, fricción, dureza, factor de seguridad entre otros), efectos del agua, zonas de concentraciones en gases (alta, media y baja). Es importante aclarar que cada proyecto tiene sus propios factores modificadores y son identificados en la etapa de exploración y confirmados en la explotación.
  2. En el modelo de recursos mineros se le aplican los factores modificadores. Por ejemplo: un proyecto minero subterráneo de carbón tiene dos millones de recursos, los cuales son categorizados de acuerdo al ECRR en: medidos (un millón de toneladas), indicados (200 mil toneladas) e inferidos (800 mil toneladas).
  3. Sobre estas categorías se determinan las zonas de seguridad con los siguientes colores: verde (baja probabilidad de accidente y fatalidad), amarillo (zona intermedia) y rojo (zona con alta probabilidad de accidente y fatalidad).
  4. Con todo esto se establecen los debidos protocolos de seguridad en cada color. Por ejemplo: si los recursos medidos se encuentran en un semáforo operacional rojo, ya sea por factor de seguridad geotécnico bajo y de altas concentraciones de gases, no se pueden llevar a reservas mineras, siempre y cuando se tenga la tecnología apropiada para monitorear las 24/7 estos factores.

Es claro que el proyecto (pequeño, mediano y grande) que migre a desarrollar y absorber nuevas tecnologías, tendrá un semáforo operacional verde, más eficiente, seguro, rentable, sustentable, resiliente a los cambios de mercados-precios y competitivo.