[Galería] – Boyacá, el encumbrado nido del cóndor de los andes

Desde 1970 el Cóndor de los Andes está catalogado como una especie en peligro de extinción debido a la amenaza del ser humano.

Una de las amenazas que tiene el Cóndor de los Andes es la destrucción de su hábitat por el manejo de ganadería extensiva y el crecimiento de los centros poblados, la intoxicación por cebos tóxicos usados para el control de depredadores con altas cantidades de pesticidas, así como la colisión con cuerdas eléctricas.

Adicionalmente, hay creencias erróneas que le atribuyen al Cóndor efectos curativos. Por ejemplo, se cree que los huesos molidos curan el reumatismo y la parálisis, el interior de su estómago sirve para tratar el cáncer y el corazón en polvo sirve para la epilepsia y los defectos cardíacos. Y para finalizar, otra de las dificultades de conservar la especie es el lento proceso de reproducción que tiene, pues según estudios una pareja de cóndores se reproduce una vez cada dos años y, aproximadamente, la especie tiene 45 años de vida reproductiva.

Dicha situación ha llevado a que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, reconozca a la especie como amenazada, por lo que desde 1988 han invitado a las comunidades a trabajar por la conservación del Cóndor de los Andes. En cada uno de los países que comparten la cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Argentina, han adelantado estrategias para frenar la amenaza de la especie. En Colombia se han logrado restablecer cinco núcleos de repoblación en áreas donde ancestralmente existió la especie y se ha trabajado con los cóndores silvestres del norte y sur de Colombia.

Boyacá también se ha unido a la causa de conservación, protección y regeneración de la especie, para lo cual se adelantan programas destinados a su cría y posterior puesta en libertad, que puede contribuir a revertir la situación de amenaza que tiene el ave nacional. Esta imponente ave que se encuentra en la cordillera de los Andes se caracteriza por su plumaje negro, acompañado de plumas blancas en la parte más extrema de las alas, así como en la parte del cuello, que forman un collar.

Se alimenta de animales muertos y puede llegar a pasar varias semanas sin comer, aunque, una vez que encuentra alimento, puede llegar a ingerir hasta cinco kilos de carne en una sola comida. Es un ave que anida en zonas escarpadas y montañosas, su principal hábitat se encuentra en la región andina, extendiéndose su territorio natural desde Colombia y Venezuela hasta Chile y Argentina.

“Boyacá es el único departamento de Colombia donde se permite la liberación de cóndores. Con estas liberaciones se busca que puedan establecer pareja, se reproduzcan y se pueda repoblar el país con esta especie. Ellos solos tienen una cría cada tres años y por eso están en vía de extinción”, indicó Francisco Ciri, de la fundación Neo Tropical.