Experta explica qué probabilidades hay de rescatar al trabajador atrapado en mina de Socotá #Entrevista7días

Hoy en #LaEntrevista7días, la gerente de Proyectos Grupo de Seguridad y Salvamento Minero de la Agencia Nacional de Minería, Gloria Catalina Gheorghe, cuenta por qué se suspendieron las labores de rescate de un minero sepultado por un derrumbe en una explotación de carbón, en cuánto tiempo se podrá decidir si se retoma la búsqueda, qué tantas posibilidades hay de que –de reanudarse–  el rescate resulte exitoso y no comprometa más vidas humanas, y qué determinaciones se tomaron sobre la mina donde se presentó la tragedia. #LoDijoEn7días.

Gloria Catalina Gheorghe, gerente de Proyectos Grupo de Seguridad y Salvamento Minero de la Agencia Nacional de Minería. Foto: archivo particular

¿Qué fue lo que sucedió en la mina de carbón La Victoria del municipio de Socotá?

Un derrumbe sobre el cual tuvimos conocimiento el viernes 5 de marzo a las 5:30 de la tarde. Inmediatamente se hizo desplazamiento por parte de funcionarios de la estación de Salvamento Minero de Nobsa y se convocaron socorredores mineros. Estuvimos trabajando en lograr rescatar a esa persona durante cinco días consecutivos ininterrumpidamente, es decir las 24 horas, hasta el miércoles 10 de marzo a las 11:00 de la mañana cuando se suspenden las labores de rescate.

¿Cuántas personas participaron en las labores de rescate del minero John Jairo Fuentes Soto hasta el miércoles 10 de marzo?

Estuvieron comprometidos en ese rescate 200 mineros, 38 socorredores de Salvamento Minero y 11 ingenieros y técnicos por parte de la Agencia Nacional de Minería (ANM), incluyéndome a mí que apoyé en algunos momentos. También colaboraron personas de otras entidades de socorro, como la Defensa Civil, apoyo del Hospital, la Policía Nacional, el Ejército y la Alcaldía de Socotá. Estamos hablando de alrededor de 380 personas que estuvieron involucradas en el rescate.

¿Por qué se decidió suspender las acciones de salvamento?

Porque la inestabilidad en el macizo rocoso no permitía garantizar la vida de quienes estábamos interviniendo bajo tierra, ya que resulta que el derrumbe se presentó en una labor abandonada, digamos inactiva.

¿Qué significa que fuera abandona e inactiva?

Significa que el sostenimiento que tenía era muy deficiente, hacía muchos años no se le hacía mantenimiento; que no tenía una vía de transporte, por ejemplo, para la evacuación de mineral; que no contaba con un estudio geomecánico, ni planos actualizados, ni labores bien definidas, ni servicios como ventilación y demás.

Mina La Victoria de Socotá, donde permanece atrapado un trabajador desde el 5 de marzo. Foto: archivo particular

¿De cuánto es la zona afectada por el derrumbe?

Estamos ante un derrumbe de una zona afectada de aproximadamente 6.000 metros cúbicos, que están completamente inestables, que siguen derrumbándose porque hubo una sobreexplotación de los pilares de protección, porque durante muchos años no se hizo sostenimiento, pero, sin embargo, por razones que aún desconocemos, ahí estaban trabajando, sacando carbón.

¿En qué condiciones se llevaron a cabo las labores de rescate durante los cinco días que estuvieron trabajando en las acciones de salvamento?

Durante esos cinco días se presentaron varios derrumbes consecutivos, incluidos los del 10 de marzo, día en el que tuvimos un derrumbe a las 2:00 de la mañana y que por una evaluación que hizo el ingeniero no quedaron atrapadas dos personas más. Otro derrumbe se presentó a las 10:15 de la mañana, que estremeció completamente el macizo, inclusive hizo deformar las canastas que se habían instalado, hizo deformar el sostenimiento que ya se había colocado en los niveles y prácticamente tiró a la borda las casi 315 toneladas de mineral y de roca que habíamos evacuado.

Otro derrumbe tuvo lugar a las 11:00 de la mañana, que por ya haber hecho una evacuación a una zona segura no quedaron atrapadas 14 personas.

¿Ese fue el derrumbe que llevó a suspender las labores de rescate?

Ese derrumbe fue de tal magnitud, que generó inclusive un aumento en la presión dinámica, es decir, salió como una onda de fuerza: desplazó polvo, desplazó aire y obviamente cayó un gran volumen de rocas. El cuarto derrumbe habría podido ser ya una tragedia y, como lo notará, todos fueron cada vez menos espaciados en el tiempo.

En esas condiciones, si se reanudara el rescate, ¿qué probabilidades habría de encontrar al minero?

No hay condiciones para trabajar en ese derrumbe, lograr encontrar al trabajador, del cual, además, se desconoce su ubicación exacta, y que nos permita tener cierta garantía de proteger la vida e integridad de los trabajadores, socorredores y funcionarios bajo tierra. En promedio, bajo tierra teníamos 14 personas en las operaciones.

Los padres del minero desaparecido piden que reanuden las labores de rescate de su hijo para darle cristiana sepultura. Foto: archivo particular

Bueno, pero en un rescate siempre se trabaja bajo condiciones de riesgo, ¿por qué en esta ocasión es diferente?

El derrumbe se presenta en una zona de la mina que no tenía las mínimas condiciones de operación, lo que dificulta mucho más un rescate. El registro oficial de la autoridad minera del año 2005 al año 2020 es de 1.473 emergencias, de las cuales 590 han sido por derrumbes. Los derrumbes representan una tercera parte de las emergencias que atendemos, es decir, no es que haya una situación de riesgo y salimos corriendo, porque siempre trabajamos bajo condiciones de riesgo, pero el escenario en la mina La Victoria es un derrumbe en una zona que no tiene estudio geomecánico, no tiene plan de sostenimiento, no tenía procedimientos de trabajo seguro, no tiene rutas de evacuación, no tiene rutas de transporte, el sostenimiento estaba totalmente deteriorado y un área afectada, seguramente por los aprovechamientos que se estuvieron haciendo, de alrededor de 6.000 metros cúbicos y no hay condiciones para garantizar la seguridad de quienes intervengan.

¿Si hoy se reanudaran las labores de rescate en esas condiciones qué podría suceder?

Se puede realmente presentar una nueva tragedia y muchísimo mayor, porque ya no serían los tres trabajadores que estaban cuando se presentó el primer derrumbe y que dos de ellos lograron escapar y uno desafortunadamente quedó atrapado, sino que acá ya estaríamos hablando de 10 a 15 personas que podrían quedar seriamente comprometidas.

¿Es decir que no se puede intentar?

Alguien podría intentarlo y lograrlo, pero el servicio de rescate minero no hace cosas temerarias, no las puede hacer.

¿Qué sigue entonces ante la solicitud de la familia de reanudar el rescate?

Identificar otras opciones no es algo sencillo, pero desde el mismo momento en que se suspenden las acciones de rescate estamos trabajando en ello. Se han explorado otras opciones, que sería irresponsable mencionar porque es generar falsas expectativas, pero en todo caso son alternativas que no pueden comprometer la seguridad de nadie, si es que eso fuera factible.

John Jairo Fuentes Soto, de 27 años de edad, sepultado por un derrumbe en una mina de carbón. Foto: archivo particular

¿Pero qué están haciendo desde la Agencia Nacional de Minería para buscar una opción posible?              

Desde el momento en que se suspendieron las labores de rescate hemos estado asesorándonos, consultando, explicando a otros organismos, cuerpos de rescate minero del mundo. Colombia hace parte de la Organización Internacional de Rescate Minero (IMRB, International Mine Rescue Body) y además de estar asesorándonos de ellos, también lo estamos haciendo con algunos expertos de la Universidad Nacional de Colombia. Estamos haciendo consultas de qué otras cosas hayan podido funcionar cuando el derrumbe no permite garantizar la seguridad de las personas que están bajo tierra.

¿O sea que sí se está teniendo en cuenta el clamor de la familia?

Claro, nosotros tenemos ese compromiso, porque obviamente sentimos una enorme tristeza de que la familia no haya podido por lo menos acceder al cuerpo de su ser querido. Yo no soy Dios para afirmarlo, pero es muy absolutamente improbable que el señor John Jairo Fuentes Soto esté con vida, si tenemos en cuenta que él fue atrapado por un volumen de roca de por lo menos 600 toneladas y que no se quedó con un espacio vital que le permitiera siquiera respirar. A la familia, en una reunión que tuvimos el domingo durante unas tres horas con otras autoridades, intentamos explicarle de la forma más clara posible todos los riesgos que había en la emergencia.

¿En la decisión de suspender el rescate influyeron los costos de esta operación o los días que llevaban trabajando?

No, para nada, el rescate se suspendió por unas condiciones de riesgo inminente. En ningún momento es por recursos, por agotamiento o porque ya llevábamos cinco días, porque hemos tenidos rescates de 17 días, de 24 días, y si es factible rescatar a esa persona, ese es un deber del titular obviamente hacerlo y del Estado, claro que sí.

En el rescate que se realizó el año pasado en Morcá se utilizaron unos tubos que ayudaron a proteger a los rescatistas. ¿Por qué no se usó algo similar en la mina de Socotá?

Las circunstancias son diferentes. En Morcá el derrumbe generó una bóveda muy amplia y para garantizar la seguridad de que no siguiera cayendo roca de ahí, porque los socorredores tenían que pasar inevitablemente por ese lugar para ir moviendo el derrumbe, entonces los tubos lo que hacían era proteger una parte del trayecto. La situación en Socotá es un poco diferente, porque al nivel principal se le colocó sostenimiento cada 20 centímetros y se deformó inclusive, pero ese sostenimiento permitió que no se mataran las 14 personas que estaban bajo tierra cuando se presentó el último derrumbe. El tema es que en la zona donde está el derrumbe, ahí no se pueden meter tubos porque está derrumbada y está completamente inestable. Para poder acceder al trabajador hay que meterse en el derrumbe y no hay un espacio vacío donde se puedan meter los tubos.

John Jairo Fuentes Soto, de 27 años de edad, sepultado por un derrumbe en una mina de carbón. Foto: archivo particular

¿Es cierto que dos personas que trabajaban en el rescate resultaron heridas?

Sí, tuvimos un lamentable incidente con un socorredor minero y con un trabajador del título minero, quien, además, es familiar de la víctima. Al socorredor minero le cayó una roquita del tamaño de una moneda de 1.000 pesos, pero le cayó de una altura de unos 10 metros y le fracturó una mano. Imagínese si es ligeramente más grande esa roquita y le cae en la columna, lo puede dejar parapléjico, o si le cae en la cabeza, se muere, entonces ya tendríamos una víctima más, y eso no nos lo podemos permitir.

El trabajador minero, familiar de la víctima, estaba doblado en su trabajo, y manipulando una electrosierra perdió el control y se hizo una herida en la cara. Fue operado, está en recuperación y va evolucionando muy bien, pero es un incidente muy lamentable.

¿Cuándo se podría definir si se va a continuar con el rescate o no?

Es bien complicado. Nosotros nos estamos moviendo con la mayor diligencia posible y las consultas informales se iniciaron desde la semana pasada y un poco más formales desde ayer. Es muy difícil contestarle eso, porque dependerá de las opciones, si es que las hay, que nos sugieran otras partes similares y de lo fácil o difícil que sea eso y del compromiso que tenga también el titular minero en ayudar a su implementación. No olvidemos que es su trabajador y el titular minero tiene responsabilidades en su plan de emergencias y en lograr el rescate de su trabajador, porque aquí el único actor no es la Agencia Nacional de Minería, que finalmente es el Estado que viene a apoyar, esa es una actividad industrial privada.

¿Pero aproximadamente cuándo habría una decisión?

Pensaría que posiblemente al final de esta semana, digamos que jueves o viernes, podríamos tener como un plan de trabajo, si eso fuera posible, o una decisión definitiva de realmente cancelar el rescate. El año pasado, de las 153 emergencias que nosotros atendimos a nivel nacional, 45 de ellas fueron derrumbes, y salvo uno, que fue un caso similar, todos los atendimos. Se han hecho muchas cosas, hemos puesto puntales neumáticos, hemos construido otras vías para poder acceder, o si la profundidad no es muy alta, se ha movido con maquinaria para desde superficie llegar. Pero acá la profundidad es mucho mayor y puede tomar meses de excavar y excavar y ni siquiera encontrar al trabajador porque está completamente metido en ese derrumbe.

¿Es decir que si no hay garantías de seguridad no se seguirá con el rescate?

Pese a todas las presiones que puedan haber, la decisión que se tome está basada en no comprometer la seguridad, eso no es negociable desafortunadamente.

¿Se le puede permitir el ingreso a alguien a la mina?

No, como Estado responsablemente tenemos que hacer lo necesario para proteger la vida, que es un derecho fundamental. En el acta de emergencia indicamos que se suspenden las labores de rescate y hasta cuando se evalúen otras opciones, queda prohibido el ingreso a la mina. Podría pasar y se lo digo de una vez: si alguien, la familia en medio de su dolor o la misma empresa, deciden retomar acciones de rescate, estarían haciendo algo temerario realmente. Podría ocurrir, que lo veo de verdad muy pero muy poco improbable, que se logra finalizar ese rescate sin mayores consecuencias, nosotros como Salvamento Minero trabajamos bajo cierto riesgo tolerable y no podemos jugar con la vida de otras personas. Con esa baja probabilidad de que ese rescate termine bien, sin comprometer a otras personas, nosotros no lo vamos a hacer e indicamos claramente que ningún otro actor debería comenzar a hacerlo. Ojalá lográramos identificar opciones viables en el menor tiempo posible, esa es nuestra esperanza.