Varios han sido los mandatarios por elección popular de municipios boyacenses que perdieron la vida en medio de su gobierno, algunos en accidentes de tránsito, otros asesinados y unos más por causas naturales. Aquí les presentamos algunos casos.
La violencia, los accidentes en carretera o los problemas de salud han sido la causa de que algunos alcaldes de Boyacá por elección popular fallecieran en pleno ejercicio de su gobierno.
Aquí recordamos algunos de esos episodios que han enlutado a varios municipios del departamento, en donde sus mandatarios no pudieron terminar su periodo constitucional porque la muerte se los impidió.
Alcalde de Puerto Boyacá 1992
En abril de 1992 fue hallado el cuerpo sin vida de Gustavo Londoño Castillo, quien al momento de su muerte se desempeñaba como alcalde del municipio de Puerto Boyacá.
El mandatario había viajado días antes con cuatro acompañantes a la ciudad de Honda, Tolima, para entrevistarse con grupos disidentes de las autodefensas del Magdalena Medio.
Londoño Castillo estaba muy preocupado por la inseguridad que vivía la zona y por eso se había propuesto dialogar con el grupo disidente de las autodefensas.
La idea del alcalde era servir de conciliador y buscar acercamiento entre las partes. Al acudir a esa cita, el mandatario de Puerto Boyacá desapareció con sus cuatro acompañantes.
Las investigaciones de las autoridades indicaron que Londoño Castillo y sus acompañantes fueron torturados y luego asesinados.
Alcalde de Covarachía 1993
En noviembre de 1993 el alcalde de Covarachía, Segundo Quintero Pinto, fue asesinado en un establecimiento público de ese municipio en confusos hechos. Otras tres personas, entre ellas el agresor, resultaron heridas.
“El alcalde había llegado muy temprano el lunes a su despacho. Luego de revisar varios documentos, salió a la casa de Álvaro Soto, donde almorzaron y por la tarde se fueron a donde Georgina Ramírez, una de las matronas del pueblo que tiene una tienda por la calle de La Loma”, informaron los medios de comunicación en ese momento.
Los testigos del crimen manifestaron que el homicida ingresó al lugar, en la tarde, y sin mediar palabra empujó al alcalde Quintero Pinto y desenfundó un revólver. Luego le disparó e hirió en el hombro derecho.
Según la versión, el alcalde cayó y cuando trató de levantarse recibió dos tiros en la cabeza.
“El campesino Luis Alirio Sepúlveda trató de ayudarlo y recibió tres tiros en la espalda. Una de las balas rebotó e hirió al concejal Hipólito Soto Páez y al propio homicida, que fue llevado en una volqueta del municipio al hospital de Soatá. Como que fueron cosas de tragos, dijo un habitante del pueblo”, indicaron las noticias de la prensa.
Alcalde de Socha 1996
Víctima de un atentado perdió la vida el alcalde de Socha, Pedro Elías Niño Estupiñán, en noviembre de 1996.
El mandatario, de 44 años, iba a abrir la puerta de la casa cuando fue sorprendido por dos sujetos, uno de los cuales le disparó a quemarropa. Después, huyeron en una motocicleta.
El alcalde fue llevado de inmediato al Hospital Sagrado Corazón de Jesús de la población, donde le aplicaron destroza y le pusieron vendas para evitar el sangrado. Por la gravedad de las heridas fue remitido al Hospital de Duitama.
Por carecer de especialistas en ese centro hospitalario, lo remitieron a la Clínica Julio Sandoval Medina de Sogamoso, en donde por la gravedad de sus heridas decidieron trasladarlo a la Clínica el Laguito de esa ciudad, donde falleció.
Una voz anónima, en comunicación con RCN Tunja, aseguró que el frente 28 de las Farc se atribuía el asesinato del alcalde.
Los familiares afirmaron que Pedro Elías no tenía problemas con nadie y que no sabían que él hubiera sido amenazado por la guerrilla.
La única relación de la muerte del alcalde con las causas que pudieron incidir para que la guerrilla tomará esa decisión fue un trabajo que venía desarrollando en el sector rural con la instalación de una red de comunicaciones por radioteléfonos.
Alcaldesa de Labranzagrande 1997
A causa de un accidente de tránsito, en enero de 1997 pereció la alcaldesa del municipio de Labranzagrande, María Beatriz Fernández de Pérez.
Luego de adelantar gestiones ante la oficina regional del Servicio Civil en Tunja y de hacer unos pedidos de drogas para unas brigadas de salud que tenía pendientes entre las comunidades campesinas de su población, la mandataria tomó camino hacia Sogamoso en compañía de sus hijos Ángel María y Mario Nel, en un vehículo de su propiedad, conducido por Eduardo Roa Pineda.
Al llegar al peaje de Tuta, a 18 kilómetros de Tunja, el vehículo en que se desplazaba la alcaldesa, un Fiat de placas IAI-249, al parecer perdió los frenos y se chocó contra dos vehículos más que hacían fila para pagar el peaje.
En la colisión, Fernández de Pérez sufrió múltiples fracturas, que horas más tarde, cuando era intervenida en el Hospital San Rafael de Tunja, le provocaron la muerte.
En el mismo centro asistencial fueron internados los dos hijos de la alcaldesa y el conductor, quienes se recuperaron.
La mandataria, de 51 años de edad, estaba casada con el ganadero Mario Daniel Pérez, de cuya unión nacieron seis hijos: cuatro hombres y dos mujeres.
Esa semana la alcaldesa tenía previsto participar con su familia en la festividad del Señor de los Milagros de Aquitania, celebración a la que tradicionalmente asistía.
Alcalde de Rondón 2002
Cuando estaba en frente de sus asesinos, Édgar Fernando Vargas Martínez, alcalde del municipio de Rondón, les imploró varias veces que no le dispararan.
“Esperen, esperen, les dijo a los hombres armados y encapuchados que con oídos sordos le ordenaron que se acostara boca abajo, después de haberlo sacado a unos pasos de su residencia”, contaron los testigos.
Los homicidas llegaron temprano al pueblo, recorrieron la zona céntrica y hacia las 7:00 de la mañana rodearon la casa donde vivía el mandatario.
Frente a su residencia, unos comenzaron a golpear la puerta y a gritarle que abriera. Entre tanto, los otros hombres armados rompían los cables del teléfono.
Hacia las 8:15 de la mañana, la gente vio salir al alcalde y caminar unos metros. Los hombres armados le pidieron las llaves de su carro (un campero azul) y le dijeron que se acostara en el piso.
Se escucharon siete disparos y luego se subieron a una camioneta verde. Después se devolvieron y le dieron un tiro en cara.
Vargas Martínez era un médico bogotano, egresado de la Universidad Juan N. Corpas. Había llegado a Rondón hacía varios años atrás para hacer el año rural. Lo quisieron tanto en el pueblo, que le pidieron que se lanzara como candidato.
A pesar de la oposición de su padre, tuvo el aval del Partido Conservador y salió elegido entre tres aspirantes.
Alcalde de Sativanorte 2002
En noviembre del 2002, la Policía halló el cadáver del alcalde de Sativanorte, Arturo Hernán Páez Gómez, en zona rural del municipio de Susacón.
El mandatario se encontraba desparecido desde hacía algunos días. El cuerpo del gobernante presentaba un impacto de bala en la cabeza y otro en la clavícula.
El comandante del Departamento de Policía Boyacá, coronel Álvaro Enrique Miranda, afirmó que el mandatario no había recibido ningún tipo de amenaza.
En esa época muchos alcaldes de las provincias de Norte, Gutiérrez y Valderrama se encontraban amenazados y algunos, inclusive, tuvieron que gobernar desde fuera de sus municipios.
Alcalde de Tuta 2004
En la madrugada del 2 de julio del 2004 se accidentó el alcalde de Tuta, Helman Eduardo Suesca Ochoa, quien apenas llevaba seis meses en el cargo y tenía 29 años de edad.
El automóvil en el que se desplazaba el mandatario y tres acompañantes se estrelló contra una tractomula que transportaba hierro. La colisión ocurrió en el kilómetro 12 de la vía Tunja-Tuta. Los cuatro ocupantes del vehículo fallecieron.
Johnny de Jesús Gutiérrez Zapata, conductor de la tractomula que chocó con el vehículo del burgomaestre, aseguró que no tuvo responsabilidad en el accidente y que este se debió al exceso de velocidad del automóvil conducido por el alcalde.
Sin embargo, cinco años después la Fiscalía profirió resolución de acusación contra el conductor del tractocamión, al ser hallado responsable del delito de homicidio culposo, en concurso homogéneo y sucesivo.
Según el ente acusador, el 2 de julio del 2004, cuando Johnny de Jesús Gutiérrez Zapata conducía un tractocamión por la carretera central que de Duitama lleva a Tunja, en el sitio conocido como la recta del Mortiñal frenó de emergencia, lo cual produjo un giro de la unidad tractora hacia su izquierda y a su vez la articulación del automotor, invadiendo el carril contrario y colisionando violentamente contra el vehículo Renault en el que se movilizaban el alcalde de Tuta y las otras tres víctimas.
Alcalde de Paya 2015
El viernes 15 de mayo del 2015 falleció el alcalde de Paya, Jesús Esteban Rivera Montaña, a sus 58 años de edad, víctima de tres infartos.
El mandatario se encontraba en Sogamoso cuando empezó a sentirse mal y fue llevado a la Clínica de Especialistas de esa ciudad, donde finalmente murió.
Rivera Montaña había sido alcalde de Paya por elección popular dos veces: entre 1998 y el 2000 y del 2012 al 2015.
Sus exequias se llevaron a cabo en la iglesia Catedral San Martín de Tours de Sogamoso. Allí, el entonces gobernador de Boyacá, Juan Carlos Granados Becerra, exaltó la capacidad de gestión del burgomaestre, de quien dijo era un permanente animador del desarrollo de la provincia de La Libertad.
Alcalde de Socha 2019
En la mañana del 29 de julio del 2019 un infarto segó la vida del alcalde de Socha, Parmenio de Jesús Rivera Rojas.
El mandatario sufría de diabetes y de afecciones coronarias. Su deceso se produjo en el Hospital Regional de Duitama.
Rivera Rojas era liberal y obtuvo 1.463 votos en las elecciones de octubre del 2015. Era administrador de empresas egresado de la Universidad de La Salle.