El cangrejo rojo que tiene alarmada a la comunidad ribereña del lago de Tota está en varios sitios de Boyacá

Expertos recomiendan no consumir esta especie, ya que se desconocen los efectos que pueda tener en el ser humano. El crustáceo ha sido avistado en el embalse de La Esmeralda, en los lagos de enfriamiento de las termoeléctricas de Paipa, en ríos de Villa de Leyva y cerca de Tunja, entre otros lugares del departamento.

Este cangrejo rojo lo encontró el agricultor Danilo Cárdenas en el río Hato Laguna, que desemboca en el lago de Tota. Foto: archivo particular

El cangrejo rojo, o langostilla, una especie invasora, ya se encuentra en la ribera del lago de Tota, lo que tiene muy alarmados a los agricultores porque temen que este crustáceo pueda acabar con sus cultivos.

Según habitantes de Aquitania, la semana pasada el agricultor Danilo Cárdenas encontró uno de estos cangrejos en el río Hato Laguna, que desemboca en el lago de Tota, lo capturó y lo tiene en observación.

Otros habitantes de la ribera del lago también han encontrado estos cangrejos en los últimos días y están sorprendidos porque nunca antes habían visto esta especie en el sector.

Pero ellos no son los únicos sorprendidos, pues quienes han estudiado esta especie no han tenido reportes de la presencia de este crustáceo a una altura superior a los 3.000 metros sobre el nivel del mar.

El nombre científico de este crustáceo es Procambarus clarkii. Corpoboyacá lo tiene clasificado como una de las seis especies invasoras de Boyacá. Foto: Archivo Particular

Sin embargo, esta langostilla, cuyo nombre científico es Procambarus clarkii, está catalogada por Corpoboyacá como una de las seis especies invasoras que están ahogando ecosistemas estratégicos en Boyacá, junto al retamo espinoso, el retamo liso, el ojo de poeta (planta trepadora), el caracol gigante africano y el buchón de agua.

“El cangrejo rojo es originario del noroeste de México y el sur de los Estados Unidos. Actualmente se encuentra ampliamente distribuido por el país, incluso en el departamento de Boyacá; a la fecha se ha confirmado su presencia en los municipios de Gachantivá, Villa de Leyva, Sutamarchán y Paipa”, explican en Corpoboyacá.

Agregan que, este crustáceo invasor posee una gran capacidad de colonización de ecosistemas acuáticos, alterando las cadenas tróficas y desplazando poblaciones endémicas de peces, crustáceos y anfibios, entre otros. Por su actividad excavadora pueden afectar el fondo de quebradas, lagunas, estanques y estructuras civiles.

Quienes han venido estudiando la presencia de este cangrejo en Boyacá manifiestan que, el primer reporte que se tuvo de esta especie invasora fue en el embalse de La Esmeralda.

Todo indica que este crustáceo se dispersa por los ríos, pero se establece principalmente en los lagos.

Los investigadores están estudiando la dieta de esta langostilla para determinar de qué se alimenta. Además, buscan descubrir si este cangrejo lleva en su caparazón otra especie de un organismo que no es natural de Suramérica.

Por el momento, los expertos recomiendan no utilizar este crustáceo para consumo humano, pues se desconocen los efectos que pueda tener.

También advierten que sacrificarlos para controlar su reproducción podría originar un efecto contrario al esperado, ya que esta especie al verse amenazada activa una estrategia de defensa.

“Este problema se debe analizar desde el punto de vista de las poblaciones, ya que cuando esta especie ve que se está diezmando, activa la estrategia R, que consiste en que las hembras juveniles, que típicamente no están en edad fértil, empiezan a poner huevos, como diciendo no nos vamos a dejar acabar”, ha recalcado la investigadora Martha Rocha de Campos, integrante del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia.

Corpoboyacá anuncia monitoreo

La Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá) indicó que un grupo de funcionarios adelantará monitoreo en el lago de Tota, esto para identificar la ubicación actual y detallada del cangrejo rojo americano.

“La Corporación sigue en búsqueda de nuevos sitios que reporten presencia de la langostilla roja, con el fin de obtener un conocimiento más acertado sobre su comportamiento y los impactos negativos que pueda ocasionar al ecosistema acuático y la biodiversidad en el lago de Tota”, dijeron en Corpoboyacá.

Los agricultores de la ribera del lago de Tota están alarmados con la presencia de esta especie invasora. Temen que dañe sus cultivos. Foto: archivo particular

Señalaron que, siguiendo el principio de precaución, Corpoboyacá emitió circular externa en julio del 2019, con el propósito de informar las características de la especie, impactos que generan al medio ambiente, la salud humana, recomendaciones y prohibiciones.

“Corpoboyacá, en alianza con la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Uptc), ejecutó un convenio para el desarrollo del proyecto denominado ‘Uso del cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) en la formulación de dietas para trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) y como mecanismo para el aprovechamiento y control de una especie invasora’. En lo corrido de este 2021 se llevará a cabo la segunda fase de este proyecto para definir el manejo puntual de la especie en los ecosistemas donde se ha encontrado”, afirmaron en la Corporación.

Finalmente, Corpoboyacá da las siguientes recomendaciones: No transportarlo a nuevos cuerpos de agua. No manipularlo directamente con la mano.

Los agricultores de la ribera del lago de Tota están alarmados con la presencia de esta especie invasora. Temen que dañe sus cultivos. Foto: archivo particular

Se aconseja a los municipios realizar control y vigilancia en cuanto al comercio de animales vivos en acuarios, restaurantes, actividades de transporte de mercancías de origen acuícola, especialmente en los sitios donde está detectada la especie.

Informar a las autoridades ambientales sobre su presencia. No emplearlos como mascota, pues pueden escaparse y colonizar nuevas áreas.