La subregión funcional, una oportunidad para reactivar la economía – Juan José Pedraza – #ColumnistaInvitado

Cómo reactivar la economía es la pregunta que nos hacemos todos al completar casi un año de confinamiento. El coronavirus es una contingencia que desafío la economía del planeta y modificó el diario vivir del hombre e igualmente obligó a replantear el uso de los recursos naturales y el cuidado y protección del medio ambiente. Esta pandemia adelantó rápidamente el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para desarrollar las actividades laborales y educativas, herramientas que afortunadamente fueron adoptadas por la sociedad. Tres palabras se volvieron comunes: ‘bioseguridad’, ‘teletrabajo’ y ‘reinventar’, que significan novedosas formas de protección de la salud, trabajo y estudio en casa y reinvención estratégica para enfrentar la recesión económica.

Alcaldes y gobernadores se vieron obligados a comunicarse para trabajar en equipo y en ese orden asociarse para coordinar la movilidad tanto de pasajeros como de mercancías, la seguridad de los ciudadanos, la prestación de servicios entre otros aspectos.  La pandemia puso de presente que no estamos solos en la tierra y que requerimos del vecino. Algo inusual dentro de alcaldes y gobernadores, pues la creencia de que cada alcalde manda en su tierra fue echada al piso por la pandemia y trajo de presente que hay  una gran oportunidad para crear esquemas de asociatividad.

Veamos algunas cifras macroeconómicas del departamento: aporta al PIB nacional el 2,72% y los renglones de la economía que más aportan son el sector de servicios, agricultura, manufacturas y construcción. El siguiente cuadro representa la composición sectorial del PIB.

Fuente: Grafica propia

Las cifras del mercado laboral formal del departamento nos exponen que la administración pública representa el 29,9 % de empleo, seguido por el comercio y la reparación de vehículos y la construcción. En la segunda grafica presentamos la distribución por sectores.

 

Fuente: Grafica propia

El mercado laboral es muy similar con el del país y representa un 40% de ocupación formal y el 60% informal; cayó en un 14,7 para el mes de octubre del año 2020, cifra Dane. Este para la dirigencia debe ser la mayor preocupación y el dilema que representa darle solución paliativa transitoria. Y entonces, ¿qué hacer para aumentar el empleo? Ahí es cuando debemos recurrir al sentido común para apoyar el mercado local, objetivo que permita dinamizar la economía y una de ellas es aumentar el consumo local. Debemos ser conscientes de las dificultades por las que estamos atravesando y en ese designio  ser solidarios, colocarnos la camiseta para  apoyar nuestras empresas y el comercio.

La Escuela Superior de Administración Pública, con el programa de fortalecimiento académico, plantea algunas recomendaciones para que la dirigencia pública las conozca y contribuyan con argumentos sustantivos al debate en torno a cómo reactivar la economía del departamento de Boyacá.

Como lo expresa el catedrático y economista Diego Dorado, exsubdirector de DNP y especialista del Banco Mundial, en un artículo en el portal La Silla Vacía: “El poder de la reactivación económica está en los gobiernos locales”. Para este fin sugiere que tanto gobernadores y alcaldes como conocedores de sus territorios activen verdaderos proyectos de reactivación económica. Los mandatarios cuentan con dos instrumentos de planeación: el plan de desarrollo y el plan de ordenamiento territorial.

 

 

Los planes  de desarrollo deben ser ajustados en las partes estratégicas y en las inversiones  plurianuales para incluir  proyectos y productos que dinamicen la economía local a través de la inversión en obras de infraestructura y en proyectos de emprendimiento y asociatividad en renglones de la economía  en donde seamos competitivos. Actualizar los esquemas y planes de ordenamiento territorial para equilibrar la debida utilización del suelo urbano y rural y, además, planificar un desarrollo integral de las políticas, proyectos y programas de los entes territoriales.

Acá es donde se evidenciara la imaginación y creatividad de los mandatarios y de los ciudadanos en general. Seguimos vendiendo nuestros productos primarios  a  mayoristas y transportadores que son los que se quedan con la masa de ganancia o somos capaces de crear empresas que transformen la materia prima y generen mayor utilidad y empleo formal.

Si los alcaldes conocen la estructura económica de sus regiones, sabrán tomar decisiones acertadas y en conjunto con la academia, las cámaras de comercio, empresarios, comerciantes y nuevos emprendedores reinventarán procesos industriales, manufactureros, agroindustriales y de servicios que reactiven la economía en corto plazo y puedan recuperar en mediano plazo la economía de la región.

Para el cumplimiento de estos propósitos, los alcaldes deben entender la importancia de la subregionalización funcional, que no es más que identificar las relaciones sociales, económicas y ambientales que existen entre 2 o más municipios y que les permitirá agrupar municipios que comparten estas funcionalidades. Estos podrán en futuro constituir asociaciones de municipios  en donde por las características geográficas, económicas y ambientales puedan hacer alianzas productivas en los sectores agrícola, comercial e industrial. Igualmente esta asociatividad es conveniente para la prestación de servicios públicos domiciliarios, de transporte, de servicios institucionales entre otros.

Ya existe en el país suficiente reglamentación normativa para la creación de las subregiones funcionales, como son las áreas metropolitanas, las asociaciones de municipios y a nivel departamentos, las RAPE (regiones administrativas y de planeación) que impulsan y articulan planes regionales de desarrollo social, económico y ambiental en sus territorios. Debemos construir estas instancias para desarrollar activamente nuestros territorios, menos esfuerzos y mayor rendimiento.

 

 

Diego Dorado hace una explicación muy ilustrativa de las variables identificadas para el proceso de  subregionalización y no es más que recordarnos que no hay nadie solo en este mundo, todo está interconectado. Dorado define la relación funcional así: Contigüidad ambiental: Los municipios pertenecen a un ecosistema natural. Contigüidad Económica: Existen relaciones económicas entre los municipios y departamentos. Contigüidad Poblacional: Son las relaciones familiares o políticas de los habitantes. Contigüidad Laboral: La movilidad laboral de sus habitantes y la social y de servicios: Relaciones comerciales para la venta de servicios públicos domiciliarios y demás.

De otra parte, señala Diego Dorado que existe otro instrumento real de planificación socioeconómica y es el catastro multipropósito. Herramienta de información que  posibilita para que las entidades territoriales y los esquemas asociativos privados puedan habilitarse para gestionar el catastro en su territorio, convirtiendo el catastro en un servicio público. Este instrumento que lo venía manejado excepcionalmente el Instituto Geográfico Agustín Codazzi y que era utilizado casi exclusivamente para el recaudo del impuesto predial, en adelante será una herramienta de información que  sirva  a los municipios y departamentos para elaborar los planes de ordenamiento territorial, actualizar el uso y la propiedad de la tierra, los dueños, el uso que se le está dando, si es o no productivo, las característica del subsuelo, los aspectos ambientales, los potenciales riesgos de desastres entre los muchos usos. Sera el insumo más importante para el fortalecimiento territorial y la focalización de las políticas públicas del estado.

Si seguimos pensando en individualismos y regionalismos malsanos, no entendimos los paradigmas que la COVID-19 dejó en nuestras economías. Un ejemplo reciente fue la crisis del sector agrícola de la papa, independiente de la causa exógena como la firma de tratados internaciones, el departamento y los municipios deben integrarse para generar un dinámico sistema de comercialización y en mediano plazo crear un proceso productivo de escalonamiento para al final del ciclo producir papa precocida y almidón para venta nacional y, por qué no, para exportación.

En conclusión, podemos advertir que es la oportunidad de asociarnos e integrarnos para formular proyectos que beneficien a toda la región, que construyamos proyectos colectivos que mejoren la prestación de los servicios públicos domiciliarios y en general la calidad de vida.

Coletillas: me informan que en diciembre del año pasado se constituyó la Asociación de Municipios de la Provincia de Sugamuxi; excelente noticia, ojalá se empoderen y pongan en práctica las oportunidades económicas y sociales que brindan la constitución de subregiones funcionales.