Sandro Borda Rojas, el mandatario del municipio de Rondón comenzó a presentar dolor de cabeza, desaliento, congestión nasal y fiebre el lunes pasado, síntomas que le obligaron a practicarse la prueba para COVID-19, la cual arrojó ese mismo día resultado positivo.
“Yo estaba en Rondón y comencé a presentar síntomas de una fuerte gripa, por lo que decidí viajar a Tunja, practicarme la prueba y encerrarme mientras conocía el resultado”, aseguró el mandatario quien permanece aislado, pero al tanto de las tareas y obligaciones de su cargo.
El Alcalde de esta localidad ubicada a dos horas de Tunja, en la provincia de Márquez, señaló que su contagio se pudo haber presentado por contacto estrecho con un familiar cercano, que el día anterior había dado positivo o por una funcionaria de la Alcaldía que ya tiene prueba negativa. Lo cierto es que la prueba realizada a sus hijos y a su esposa arrojaron resultado negativo para el contagio.
“El lunes yo tuve contacto con algunos funcionarios de la administración, pero siempre con el tapabocas y los protocolos respectivos y hasta el momento ninguno ha presentado síntomas”, recalcó Sandro Borda.
Hoy, el Burgomaestre se encuentra encerrado en su casa en la capital boyacense, enfrentando el virus y esperando la prueba negativa, para regresar a sus labores presenciales la segunda semana de enero.
Al contagio del alcalde y de la Comisaría de Familia de Rondón, se suma el de la mujer de 70 años que el 12 de noviembre fue notificado como el primer positivo en esa localidad para el virus del COVID-19.
Según Borda, en ese municipio se han practicado casi 100 pruebas a los empleados y algunas de las personas que viajan constantemente a Tunja, pero hasta el momento solo se tiene el registro de esos tres casos.