El Día sin IVA que terminó en una avalancha de críticas y contagios #Inocentadas7días

Lo que nació como la intención del Gobierno nacional para reactivar en medio de la pandemia al comercio local y regional y de paso ayudar a la comunidad en general para ahorrase unos pesos en sus compras, terminó convirtiéndose en un verdadero escándalo en el que se demostró que grandes superficies aprovecharon unas horas antes de arrancar la primera jornada, el 19 de junio,  para subir precios y quedarse con el IVA, que el Gobierno planteo descontar para beneficiar a los compradores.

A la vergonzosa acción de muchos comerciantes que desde luego se presentó también en Boyacá y que no pudo ser castigada por las autoridades se sumó la presencia desbordada de clientes especialmente en tiendas de grandes superficies, convirtiéndose en foco de contagio del coronavirus en medio de la pandemia.

El escándalo fue de tales proporciones que obligó al Gobierno Nacional inicialmente a anunciar que las siguientes jornadas de #DiaSinIVA definidas para el viernes 3 y el domingo 19 de julio, se adelantarían para el caso de electrodomésticos y tecnología exclusivamente a través del comercio electrónico.

Así lo definieron en su momento los ministerios del Interior, de Salud y de Comercio, Industria y Turismo, en la circular externa 72 de 2020, explicando que se trata de una medida sanitaria preventiva y de control que aplica en los establecimientos de comercio del territorio nacional considerados como grandes superficies, sin embargo, la tercera jornada se tuvo que aplazar hasta el 21 de noviembre.

“Es preciso que las autoridades locales adopten medidas extraordinarias, estrictas y urgentes complementarias a las dictadas -por el Gobierno Nacional-, con el fin de garantizar que las personas que convergen en los establecimientos de comercio considerados de grandes superficies eviten las aglomeraciones y propaguen el coronavirus”, señaló Alicia Arango, ministra del Interior.

Pero, además, “las autoridades territoriales podrán fijar franjas horarias para la comercialización de determinados productos y objetos; establecer horarios por género o cédula para los compradores, y permitir la operación de los establecimientos comerciales 24 horas”, se puede leer en el documento.

Para el caso de Boyacá, el propio presidente de la Cámara de comercio de Tunja, emprendió por esos días una campaña dirigida a que los boyacenses adquirieran sus productos en el comercio local y no en grandes superficies.