Soatá, otro municipio boyacense que ha brillado en Navidad #AquellosDiciembres

La Ciudad datilera de Colombia, capital de la provincia de Norte, hace parte de la Ruta 6 en los tradicionales recorridos navideños por Boyacá.

A 160 kilómetros de la ciudad de Tunja se encuentra el municipio de Soatá, con una temperatura media de 20 grados centígrados, que en las noches decembrinas llega a los 16 grados. En esta población, a una altura de 1.950 metros sobre el nivel del mar, también se volvió una tradición el alumbrado navideño y el pesebre comunitario en la plaza principal.

La iluminación en diciembre inició con la decoración de la Catedral de la Inmaculada Concepción, del parque principal Simón Bolívar y de las cuadras céntricas del municipio.

Después, el despliegue de luces fue ampliándose a otros atractivos de la población, como el parque Juan José Rondón, el Alto de Santamaría, barrios y avenidas.

El alumbrado de Soatá pronto se convirtió en uno de los más llamativos del departamento y empezó a atraer a visitantes de otros municipios de Boyacá y de otras regiones del país.

Durante la administración de la exalcaldesa Lisseth Carolina Torres (2016-2019) se hizo un atractivo alumbrado en el parque Juan José Rondón, que fue engalanado con osos de unos tres metros, tamborileros, Papás Noel y unas 300 figuras iluminadas y decoraciones alusivas a la Navidad.

Soatá es un reconocido destino turístico de Boyacá, no solo por su agradable clima, sus parques o su mirador, sino por su variada y exquisita gastronomía.

El chivo o cabro sudado o al horno, las chorizas preparadas en guarapo, las génovas de carne de cerdo, el mute y los tamales son algunos de los platos que componen la cocina soatense.
Además, los visitantes pueden disfrutar de amasijos, como las mogollas, los cotudos y los plumeros, o de la dulcería artesanal de esta población, entre la que sobresalen los famosos y exclusivos dátiles, los limones, los besitos, los masaticos de arroz, batidillos y bocadillos.

El dátil, fruto de la palma Phoenixdactilitera, es sometido a un proceso de cocción de 12 horas o más, luego del cual es acaramelado con dulce de panela y posteriormente empacado para su comercialización en diferentes establecimientos comerciales de la localidad.