Quienes no creían que el gobernador de Boyacá, Ramiro Barragán Adame, era capaz de dirigir la orquesta sin ayudas, quedaron admirados cuando el mandatario tomó la batuta con estilo propio y no solo le sonó la flauta, sino que les impuso el ritmo a todos los instrumentos.
Nos referimos al acto de inauguración del auditorio ‘Boyaquirá’, en el centro de Tunja, donde el gobernador fue invitado a dirigir la orquesta sinfónica de la Escuela de Música de Boyacá, que ofreció un concierto a los asistentes.
Los conocedores aseguran que Barragán no lo hizo mal con la batuta y que, si se toma confianza, puede terminar siendo un verdadero director.
Habrá muchos verdes de la envidia, pero el gobernador sabe imponer su ritmo.