La vacuna no cura todo – Carlos David Martínez Ramírez – #ColumnistaInvitado

Es un gran alivio para muchos el inicio de la distribución de vacunas contra el Covid-19. De cualquier manera, no se puede generalizar la idea de que ya se solucionaron todos los problemas generados por la pandemia.

Mientras muchos celebran y empiezan las pujas políticas y económicas para no ser los últimos en recibir la vacuna, algunas voces de expertos epidemiológicos manifiestan que fue apresurado el proceso de aprobación de la vacuna; también están quienes señalan que aún se desconocen los impactos que puede tener la vacunación.

Lo cierto es que resulta mejor hablar con evidencia científica que especulando alrededor de información poco falible. Como también es verídico que los ciudadanos no debemos bajar la guardia frente a las medidas que ya se reconocen como efectivas: lavado de manos, asepsia, distanciamiento social.

La vacuna será una herramienta importante, pero, usando un término de la administración, hay que gestionarla. Es vital su rápida distribución, aunque también resulta indispensable ser rigurosos y metódicos para que llegue en primera instancia a quienes su aplicación genere un mayor beneficio y protección a la sociedad en general.

Las personas deben entender que, incluso después de que un porcentaje amplio de la población esté vacunada, eso no significa el fin de la pandemia. Las medidas de autocuidado continuarán por mucho tiempo, las restricciones de aforo en los eventos también.

La economía merece una discusión más amplia. El hecho de que las personas puedan circular con mayor libertad, lo cual no estará garantizado del todo con la vacuna, no quiere decir que la economía se reactive automáticamente.

Se requieren medidas audaces para aplicar un keynesianismo que las personas no confundan con estatismo o con “castrochavismo”, para incentivar la demanda y no solamente la oferta, para generar empleos rápidos, al mismo tiempo que soluciones a largo plazo.

Hoy se requiere de una mirada holística, integral, sistémica, como se quiera denominar; la pandemia ha generado otros problemas de salud y factores de riesgo que también requerirán atención, por el sedentarismo en muchos hogares, entre otras causas; la economía requiere de medidas que muchos estarán dispuestos a señalar como proteccionismos peligrosos.

De esta manera, hay muchas situaciones que requieren atención y que no se solucionarán con una vacuna.