Los males que aquejan al lago de Tota, ¿mitos o realidad? Expertos responden

Por su volumen, muchos consideran que este ecosistema durará eternamente y que no es posible que vaya a colapsar por la contaminación ambiental. ¿Qué pasó con los presuntos altos niveles de plomo en sus aguas? Aquí se lo contamos.

Por: Héctor H. Rodríguez A.

En las últimas tres décadas se han prendido las alarmas sobre los daños ambientales que pueden estarle ocasionando al lago de Tota actividades como la agricultura y la producción de trucha, además del uso del agua para diferentes industrias de la provincia de Sugamuxi.

A esas voces de preocupación se han contrapuesto otras, que consideran que como el lago es tan grande, termina asimilando todo lo que entra en sus aguas.

Nelson Javier Aranguren Riaño, coordinador de la Unidad de Ecología en Sistemas Acuáticos (Udesa) de la Uptc. Foto: archivo particular

El biólogo Nelson Javier Aranguren Riaño, doctor en Ciencias y Biología y magíster en Biología, quien es el coordinador de la Unidad de Ecología en Sistemas Acuáticos (Udesa) de la Uptc, afirma que hay un elemento importante en los lagos y es: ¿cuánto tiempo tardan las cosas que entran en volver a salir?

“Por ejemplo, si entra un átomo de fósforo al lago de Tota por un río, ¿cuánto tiempo dura dentro del lago moviéndose hasta que vuelve y sale? Eso se llama tiempo de retención hidráulica”, explica el biólogo.

Un estudio del profesor Julio Cañón, de la Universidad de Antioquia, señala que el tiempo de retención hidráulica del lago de Tota es de 30 años, es decir que todos los contaminantes y elementos que se le agreguen al lago, duran más o menos 30 años circulando.

Aranguren Riaño precisa que científicamente a esto se le llama transición crítica, lo que podría llevar al lago de Tota, por ejemplo, a tener un cambio drástico si sigue acumulando cosas, ya que en un momento determinado la carga de todos esos procesos no la podría asimilar más.

A los expertos les preocupa que el lago ya está dando señales de esa transición y que los cambios drásticos podrían darse antes del tiempo previsto.

De ahí la necesidad de que se tomen medidas a corto tiempo que ayuden a disminuir esa carga que viene soportando este ecosistema.

Preocupa el uso de plaguicidas

La bióloga Adriana Yaneth Espinosa Ramírez, doctora en Salud Pública y Magíster en Microbiología, investigadora de la Udesa, dice que hay que hacer un ejercicio mayor en el lago de Tota para determinar las afectaciones de los plaguicidas y la gallinaza a este recurso hídrico.

Adriana Yaneth Espinosa Ramírez, investigadora de la Udesa. Foto: archivo particular

“A esos residuos, no solamente de los plaguicidas, sino de los fertilizantes, hay que hacerles un mayor estudio de la calidad química, porque pueden comprometer en el mediano plazo la condición del agua”, indica Espinosa.

Manifiesta que ya se tiene seria evidencia del nitrógeno y el fósforo en el lago, y que algo se está haciendo sobre estos elementos, pero que hay más cosas que se deben estar midiendo.

La experta recalca que, para preservar la calidad del agua del lago de Tota, muy importante para la salud de los humanos y de los demás organismos que dependen de este recurso, todo el mundo tiene que poner de su parte y tener voluntad política y económica para tomar decisiones que favorezcan este ecosistema.

“Los ecosistemas tienen un punto de inflexión: de lo que antes eran se convierten en una cosa completamente diferente. En el tema de los nutrientes, nosotros vemos en el lago de Tota unos cambios muy apreciables: la cantidad de luz que entraba antes a la columna de agua cada vez es más reducida por esa cantidad de nutrientes, que lo que hacen es que se reproduzcan en mayor porcentaje las microalgas”, explica la bióloga.

Agrega que cuando un agua tiene tanta cantidad de materia orgánica y la van a clorar, porque es un proceso normal para la potabilización, se pueden generar subproductos de la desinfección, como los trihalometanos (cloroformo, bromodiclorometano dibromoclorometano y bromoformo).

Según Espinosa Ramírez, ese cambio en la química del agua genera una sobrepoblación de ciertas cosas, que tiene una consecuencia cuando se potabiliza. Cuando hay sustancias orgánicas y reaccionan con el cloro, se tienen riesgos, como las moléculas potencialmente tóxicas.

La experta recalca que se deben analizar los plaguicidas y fertilizantes que se están utilizando en la cuenca del lago de Tota para determinar qué riesgos podrían generar.

La presencia de plomo en el agua de Tota

Los resultados de las muestras de agua analizadas por varios laboratorios y que fueron tomadas a raíz de una información de la Fiscalía y la Procuraduría, sobre unos datos que señalaban presencia de plomo en el lago de Tota 95 veces por encima de los límites de tolerancia, arrojaron que el rango de ese metal pesado en este ecosistema está por debajo de los parámetros permisibles.

“Los resultados de las primeras pruebas de laboratorio evidencian concentraciones que cumplen con los límites máximos permisibles”, afirmó el director de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá, (Corpoboyacá), Herman Amaya.

Los resultados de las primeras 13 muestras tomadas y analizadas por el laboratorio acreditado de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) confirman la ausencia de plomo en el lago de Tota en concentraciones que afecten la salud humana.

El director de la Corporación indicó que, gracias al trabajo articulado entre las autoridades, hoy se puede dar a la comunidad de la zona y a los siete municipios que se abastecen de agua de la cuenca, un parte de tranquilidad frente al consumo de agua.

“Instamos a los habitantes, sectores económicos e instituciones del orden municipal, departamental y nacional a redoblar esfuerzos y fortalecer aún más su compromiso para conservar y recuperar el lago de Tota”, manifestó Amaya.

Los informes entregados por la CAR fueron dados a conocer en la mesa técnica que se adelantó en Aquitana en la mañana de este miércoles.

En el mismo sentido, el gerente de la Compañía de Servicios Públicos de Sogamoso (Coservicios), Pedro Elías Barrera Mesa, precisó que los análisis contratados por esta empresa con la firma Analquim, demostraron que la presencia de plomo en el agua que se suministra a los usuarios está muy por debajo del rango permitido por la autoridad ambiental.

Agregó que la muestra tomada en la bocatoma del lago de Tota arrojó un resultado de menor a 0,02 mg/L Pb (miligramo/litro plomo), mientras que las muestras tomadas en diferentes sectores de la ciudad, después de pasar el agua por la planta de tratamiento de Chacón, dio como resultado menor a 0,01 mg/L Pb.

Entre tanto, el análisis contratado por la Alcaldía de Aquitania, que lo realizó SGI S.A.S., fue menor a 0,10.

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Una red interinstitucional de monitoreo

En la mesa técnica del 18 de noviembre se propuso conformar la Red Interinstitucional de Monitoreo del lago de Tota, adelantar un estudio conjunto para identificar potenciales fuentes de contaminación con metales pesados y bioacumulación en el lago y reglamentar y prohibir el uso de pesticidas en este ecosistema por protección de la biodiversidad, con el apoyo del Ministerio de Agricultura y el ICA.

También se hizo un llamado para continuar y dar celeridad al proceso de deslinde y reconformar el Consejo de Cuenca del lago de Tota.

El director de Corpoboyacá lanzó la campaña #AmigosLagoDeTota, enlace directo entre los vecinos y la corporación con cinco propósitos:

  1. Denunciar y canalizar oportunamente malas prácticas.
  2. Que los veedores se puedan desempeñar con suficiencia como educadores ambientales y protectores de su territorio.
  3. Llegar a agremiaciones, hoteles, comerciantes, empresas e industrias del sector, para de manera pedagógica, promover el respeto por la cuenca y cumplir las normas.
  4. Continuar verificando con estricto rigor la legalidad de actividades, enfatizar sobre la legalidad, de lo contrario se impondrán sanciones.
  5. Trabajar de la mano entre la comunidad, alcaldías, Gobernación de Boyacá, Gobierno nacional y todos los interesados en la conservación del lago de Tota.