Gerly Hassam Gómez Parra, conocido como Hassam y quien desde hace año y medio se ha convertido en una de las figuras de la lucha contra el cáncer, nos contó cómo va su recuperación, les mandó mensaje a los boyacenses que padecen la enfermedad y nos habló de la importancia de Boyacá en su carrera y hasta de su personaje ‘Próculo Rico’, que creó en homenaje a un boyacense.

¿Cómo va su salud, cómo va su recuperación?
Bien, gracias a Dios, estoy en un protocolo de quimioterapias inyectadas y ahora estoy con el medicamento oral. Ayer tomé la primera dosis y me ha sentado muy bien; las inyectadas me producían insomnio, problemas gástricos y otros efectos, pero lo mejor es que ya estoy sin los pinchazos, que son tan incómodos.
¿Cuánto hace que se enteró de que tenía cáncer?
Yo recibí el diagnóstico en junio del año pasado, terminando de grabar Máster Chef, y no había querido ir al médico porque la grabación del programa me quitaba mucho tiempo, pero alcancé a hacerme un TAC, una biopsia y una resonancia y ahí apareció una lesión, como una fractura en la columna y fue cuando dije: “yo me dedico al tema médico tan pronto termine”. Salí del reality y me dediqué a hacerme una cantidad de exámenes, entre ellos uno que determinó que tenía mieloma múltiple, que es un tipo de cáncer que ataca los huesos y la sangre.

¿Y qué hizo entonces?
Primero me alcancé a derrumbar, pero luego, pues, me puse juicioso a seguir las recomendaciones médicas, a cumplir con el tratamiento que ya completa año y medio. Entendí que a veces uno se echa a morir por cosas que no son tan graves, mientras otras personas que realmente están afrontando situaciones muy difíciles siguen de pie.
¿Les damos una trascendencia más grande a situaciones que realmente no las tienen?
Los estados del alma son vitales en el ser humano, pero a veces les damos demasiada trascendencia a cosas que no la requieren: que nos dejó la novia, que perdimos el trabajo, que no tenemos dinero, que no podemos salir, que se nos rompió algo, que tuvimos un mal día, que tuvimos un problema con alguien y tratamos de tirar por la borda todo de una vez, sin entender que la vida realmente es más grande que cualquier situación de estas.
¿Cuál es su mensaje para esas personas que están recibiendo por estos días esa noticia que los derrumba?
Yo no sé qué pasa conmigo, pero mucha gente me busca para que les hable y les dé ánimos y desde luego que lo hago, pero creo que cada persona es un mundo distinto, cada persona es un mundo diferente. Hay muchos tipos de cáncer y hay unos más dramáticos que otros, eso es claro.

¿En su caso qué es lo que más le ha servido?
Creo que el hecho de refugiarme en mi familia, en mi esposa y mis hijas. El hecho de ver tan pequeñas a mis hijas y pensar que me iba a ir dejándolas a la deriva, eso fue lo que me hizo más fuerte y le juro por ellas que esa fuerza de que no me fueran a ver mal, tirado en una cama, conectado a máquinas, eso me hizo más fuerte.
¿Y el humor qué papel ha jugado en esta etapa?
Fundamental, la risa es terapéutica. Lo que he hecho es meterle el mismo humor que siempre he manejado al asunto, pero con un poquito más de agradecimiento por las pequeñas cosas, como compartir con ellos, como despertarme en la casa, como tomarme un tinto; es algo que he venido aprendiendo durante todo este año, porque cuando me hicieron el trasplante, yo no podía comer nada, náuseas permanentes, se me cayo el pelo y es ahí donde uno valora todo lo que ha tenido, pero a lo que no le ha dado la verdadera importancia.
¡A veces se espera hasta que pase algo malo, para valorar lo que se tiene!
Así es, es el momento para entender y recapacitar en que la vida viene con esas cosas y que en cualquier momento uno puede caer, derrumbarse, pero que también debemos tener la entereza para levantarnos y salir adelante. Si mi caso le sirve a alguien para inspirarse y tener como una ilusión, una esperanza, pues vaya esa buena energía para usted.

¿Cómo empezó Hassam en el humor?
Yo comencé hace 17 años a nivel de televisión, pero desde que estaba en la universidad hacía teatro universitario y siempre me inclinaba por el humor. Cuando llegué a ‘Sábados felices’ entendí el formato, cuál es la dinámica, empecé a concentrarme y a crear personajes que se salen del cliché, del estereotipo.
¡Hábleme de esos personajes!
‘Rogelio’, es un gamín, pero no es un ñero cualquiera, sino que está tratando de salir adelante, que viste de corbata, que habla inglés. ‘Güevardo’ y sus chistes inteligentes; ‘Próculo’, por ejemplo, no es el campesino típico de ruana. Es que lo que hago es coger eso que nos hace populares y subirlo un poquito de estrato, para que no sea una burla, sino una evocación a ese deseo que siempre tenemos los colombianos de salir adelante.
El haber salido de una familia humilde me permitió vivir unas situaciones, a las que hoy me refiero en medio de otro tipo de comodidades. Espero que nunca se me olvide de dónde vengo, porque eso es lo que me da la fuerza y me mantiene con los pies en la tierra.

¿Es cierto que ‘Próculo Rico’ fue inspirado en Boyacá?
Así es. ‘Próculo’ es una alegoría a mi abuelo, que tuvo que ver mucho con Boyacá y que creció en Tunja, pero, además, es un personaje de una región de Boyacá al que muchos relacionan tan pronto como lo escuchan. Es el homenaje a mis abuelos, de los cuales me siento muy orgulloso, por eso las canciones de ‘Próculo’ hablan de la ruana, del sombrero, de los municipios, del campo, de la vaca, de la gallina, de la oveja. Ojalá la gente le prestara mucha más atención a este personaje tan bonito, que no es una burla al campesino, sino un homenaje. Es que mi abuelo hablaba como ‘Próculo’.
¿Qué tan importante ha sido Boyacá para Hassam?
Tengo mucha afinidad con la gente de Boyacá y por eso creo que la gente lo entiende. Me fascina estudiar la música de este departamento, me gusta mucho la carranga, pero también la guabina tiene una especie de magia que me inspira. Estoy próximo a sacar una canción que se llama ‘Mazamorra’, un alimento que puede tener diferentes preparaciones en todo el país, pero yo crecí con mazamorra boyacense, de maíz pelado, con la harina que salía del molino manual, el de brazo y tolva, de siete granos, mazamorra de dulce y de sal. Eso es ‘Próculo’, ese personaje que evoca eso con lo que crecí.
¿Vivió en Boyacá?
No, eso es lo más curioso. Yo no crecí en Boyacá, pero sí en medio de costumbres boyacenses, en una casa en Bogotá donde en la parte de atrás mis abuelos tenían un lote supergrande en el que cultivaban diferentes tipos de hortalizas, tallos, de alimentos. Yo jugué con tierra, yo comí tierra, no tengo por qué inventarme nada, ni avergonzarme de eso tan lindo que me enseñaron mis abuelos, a querer a Boyacá.

¡Pero sí viaja a Boyacá periódicamente a presentar su show!
Eso es lo mejor, que mis abuelos me enseñaron de una tierra que hoy redescubro precisamente en cada una de las invitaciones que me hacen para presentar mi show, para llegar con un ratico de alegría. Uno de rolo siempre piensa que el paseo es para la playa y se pierde de esta belleza, de este paraíso, de esos colores, de su tranquilidad, de su olor, de sus climas. Yo he tenido la bendición, por ejemplo, de conocer municipios de clima templadito como Muzo y de ahí salir por ejemplo para el Festival de la Cachanga en Tópaga, un municipio tan frío como Bogotá, pero la lista de municipios a los que he llegado es larga y cada vez conozco y me enamoro más de este departamento.
¿Y le va bien componiendo?
Afortunadamente sí, eso dicen (Ja, ja, ja). Por ejemplo, tengo una canción que se llama ‘La ruana play’, en la que hablo de para qué quiero usar marcas comerciales que las pueden tener muchos, cuando la ruana que me hizo mi abuela es exclusiva; pero, además, temas como ‘El rock cebollero’, en fin, es que son muchos por no decir que todos los temas de ‘Próculo’ que son made in Boyacá. Lo que pasa es que mis canciones no son tan populares, porque yo no trabajo en radio y por eso esas composiciones las disfrutan aún más quienes asisten a mis shows.
¿Cómo le ha ido con los humoristas boyacenses?
Rebien. Yo conocí por ejemplo muy de cerca los inicios de Boyacomán, somos casi que alternos en la carrera; él me lleva uno o dos años de trayectoria en el medio, pero hoy es uno de los más grandes representantes del humor boyacense al lado de Don Jediondo. Pero es que ustedes tienen a muchos y muy buenos, mire por ejemplo ahí está Javier Chinome, Miguel Lizarazo el ‘Boyaco’, el Guachimán, Chirivico, es que son muchos y todos tienen la misma característica, hacen un humor muy lindo, que tiene su doble sentido, pero no es vulgar, por eso crear un personaje boyacense fue tan difícil: ‘Próculo’ es un personaje que tiene mucho contenido.
¿Y conoció a ‘Pacho sin Fortuna’?
Pero claro que sí. Nosotros hicimos escuela con mi Pachito, como yo lo llamaba; con él nos conocimos en los shows de libros: nos tocaba hacer ocho o nueve shows diarios y él ahí, era un guerrero tremendo, a pesar de que tenía una enfermedad mucho más dura que la que yo tengo y nunca se derrumbó. Él siguió hacia adelante, y así enfermo quedó campeón y se metió al elenco de ‘Sábados felices’ y le fue muy bien. Recuerdo haber alternado muchas veces con ‘Pacho sin Fortuna’ y eso para mí es un orgullo. Cualquier persona que se suba a un escenario a hacer humor merece mi admiración y mi respeto, pero entre los que más admiración me merecía era Pacho, Dios lo tenga en su gloria.

¿Y que ahora será la imagen de una campaña nacional, por su buena vibra?
Bueno, mire que cuando una persona de Chocolate Sol me llamó para decirme que, entre varios personajes del país, el público me había escogido como el que más buena vibra y buena energía transmitía, pues quedé muy alegre y muy satisfecho, pues no siempre se puede transmitir eso, pero con mi esposa y mis hijas siempre tratamos de irradiar eso a pesar de la adversidad. La misma enfermedad me ayudó hasta a disfrutar cosas, como poderme tomar un chocolate.
¿Será el nuevo protagonista de ‘Un día Chocolate Sol’?
Así es. Esta es una marca institucionalizada en nuestro país y cuando me hablaron de ese famoso comercial que hizo Carolina Sabino hace muchos años, ese comercial que yo vi de niño, pues quedé muy sorprendido, porque revivir esa historia de tener un día Chocolate Sol va a ser un reto para mí.
Es una marca de hace 70 años y por eso para mí es un privilegio que las directivas de un producto tan importante y tradicional se hayan fijado en ‘Rogelio’, en un humorista como yo, que no soy ninguna celebridad, sino que soy una persona normalita a la que le gusta alegrarle la vida a la gente y creo que eso es lo que la gente vio en mí.
¿Y qué ha pasado con sus shows en esta pandemia?
A decir verdad, la comedia ha sido una de las bendecidas en esta pandemia; yo he seguido haciendo shows todos digitales, pero me hace mucha falta el público. La risa del público es realmente nuestro alimento y por eso espero con ansias el día que nos den vía libre para poder regresar a los escenarios.
En el Teatro Maldonado de Tunja me he divertido demasiado, igual o más que el mismo público, pero también lo he hecho en el Teatro Sogamoso y en diferentes escenarios en esa ciudad, de igual manera en Duitama, en fin, como le decía, son muchos los municipios a los que he llegado en Boyacá y mientras haya gente que quiera seguir sonriendo y mientras Dios me lo permita, ahí estaré.

¿Y cómo le va con el público boyacense?
No sé si será por el número de humoristas de este departamento, pero es un público muy exigente. Yo los comparo con una mata de papa: uno ve la matica por fuera, pero no sabe lo que le puede salir de adentro de la tierra; la verdad es que hay públicos exigentes para el humor y el boyacense. Yo amo las cosas boyacenses: me fascina la papa, la cebolla, los productos boyacenses, creo que por eso me sale natural y no tengo que esforzarme.