A propósito de los más de 10 mil casos de COVID-19 en el departamento, Jairo Mauricio Santoyo Gutiérrez explica lo que viene ocurriendo con el contagio en Boyacá, por qué el incremento tan evidente de las cifras, si se piensa volver al confinamiento, por qué el gobernador y los alcaldes no toman medidas más drásticas con las que se pueda frenar el incremento de los casos positivos, por qué las cifras de contagio en el personal médico y cómo van los brotes que se han dado en diferentes instituciones y entidades.
¿Qué es lo que está pasando, por qué se dispararon las cifras de contagio?
Lo que hemos encontrado es que la infección por el virus ha venido en aumento en todo el territorio boyacense y esto se debe a la reapertura de la economía, pero especialmente a la liberación de algunas medidas restrictivas que se tenían hasta antes del primero de septiembre y que dispararon los actos y eventos de integración social, lo cual va de la mano con la transmisión del virus.
¿Es cierto que volvieron a aumentar el número de pruebas?
Sí. En el marco de la estrategia de Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible (Prass) y con el fin de determinar y diagnosticar rápidamente los contagios, se han realizado más muestreos y se han detectado nuevos casos. Hemos encontrado que muchos de los casos positivos corresponden a contacto estrecho con otros positivos.
¡Sí, pero es que fueron 1.444 casos en tan solo siete días!
Claro y eso es muy preocupante, pero habría que decir que el fin de semana se liberaron varios resultados que se encontraban en los laboratorios colaboradores de las EPS de varios días y por eso el pico tan alto.
¡Hay gente pidiendo ya que se cierre el departamento de nuevo, para frenar el contagio!
Así es, pero hoy el comportamiento ciudadano es el único que puede determinar la evolución de la pandemia y el control de la misma, esto debido a que, con el nuevo aislamiento selectivo dictado por el Gobierno nacional, ya la competencia de tomar algún tipo de medida restrictiva, ordenar cierres sectorizados, no depende del Gobernador, sino de los alcaldes, pero con autorización previa del Ministerio del Interior para poder ejecutar estas medidas.
¿El Gobierno nacional los maniató como autoridades regionales y locales?
Lamentablemente sí, eso es lo que ocurrió. Ahora es casi imposible poder tomar medidas del orden restrictivo para reducir la interacción social, que es lo que está generando el mayor número de contagios.
¿Pero no vino el jueves el ministro de Salud a decir que todo estaba bien?
Lo que pasa es que, con el levantamiento del aislamiento, las nuevas medidas y el marco del decreto de emergencia social y económica que expidió el Gobierno nacional, quedamos maniatados y los mandatarios locales no pueden tomar de manera autónoma medidas restrictivas. Hay una barrera muy grande, pues todo debe ser autorizado por el Ministerio del Interior.
¿Entonces, como dijo el alcalde de Oicatá, solo queda encomendarnos a Dios y a la Virgen!
Sí. Dependemos totalmente de la conciencia ciudadana y del comportamiento de la gente, no hay otra alternativa en este momento, por eso la importancia de llamar a la ciudadanía al cumplimiento de las medidas.
¿Y el martes cerró como el día con más ocupación UCI en toda la pandemia?
Nosotros diariamente hacemos el seguimiento a las cifras de la pandemia y en ese entendido, hacemos una evaluación al comportamiento de la ocupación de las camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en Boyacá, y la tarde de este miércoles encontramos que el nivel de ocupación, aunque no es el más alto porque solo había 96 camas con paciente, sí nos preocupa porque 53 de estos están allí por COVID-19 y ese comportamiento nunca se había tenido en la historia de la pandemia: lo máximo eran 51 camas ocupadas por contagiados con coronavirus.
¿Esa ocupación de camas UCI qué les indica a ustedes como autoridades?
Aunque solo se trata de un paciente más, lo que nos deja ver es que tenemos más personas críticamente enfermas por este virus en el departamento, contrario a lo que muchos de quienes hoy están saliendo como si nada y que creen que el coronavirus es una simple gripa. Este virus ya se ha llevado a más de 209 personas en nuestro departamento.
¡Pero igual, muchos dicen que no se ha tenido que declarar la alerta!
Y eso es lo más peligroso en este momento, esa confianza, que es la que está permitiendo el contagio desmedido. Claro que no hemos tenido que declarar la alerta amarilla, porque no hemos llegado al 60 por ciento de las UCI ocupadas, pero ya vamos en el 49,7% y no hemos llegado al 60% pero porque gracias a ese trabajo liderado por el gobernador, Ramiro Barragán, hemos aumentado la capacidad en el departamento y no es lo mismo tener a 96 personas enfermas con 100 camas disponibles, que tener a 96 pacientes con 193 camas de UCI que hoy tenemos en Boyacá.
¿Y eso es lo que nos está afectando, la confianza?
Desde luego. Es que el que aumentáramos el número de camas UCI no quiere decir que sirva para bajar la circulación del virus y muchos lo ven así. No va a alcanzar nuestra capacidad si el nivel de contagio sigue así de disparado, eso lo debemos entender todos y lo debemos tener muy presente cuando pensamos en organizar o asistir a reuniones familiares, de amigos o compañeros de trabajo, cuando salimos a la calle o cuando permitimos que alguien ingrese a nuestros hogares.
¡Y ya hay trabajadores de la salud quejándose de que hasta los están doblando en turnos!
Pues la verdad, sé del trabajo tan fuerte que tiene el sector de la salud y que el personal es escaso, pero no tengo referencia puntual de este tipo de situaciones, sin embargo, vamos a revisar este tema porque la idea es garantizar condiciones dignas para el funcionamiento de las UCI. Si hay una institución que por falta de personal no puede operar una unidad de estas, eso nos debe ser reportado de inmediato a la Secretaría de Salud para redireccionar esfuerzos y enviar pacientes a otras UCI.
¿Cómo va el tema de los brotes que se han registrado?
Se han presentado en guarniciones militares, en cárceles y en instituciones hospitalarias donde el nivel de contacto con pacientes contagiados es permanente. La Secretaría de Salud ha hecho un seguimiento diario a esos conglomerados que se han registrado en el departamento y afortunadamente se han podido controlar en su mayoría.
¿Qué pasó finalmente con el brote de la Clínica María Josefa Canelones en Tunja?
Fueron más de 20 personas contagiadas y que, se nos indicó son del servicio de urgencias, no del área de hospitalización y fueron reemplazadas por el Hospital San Rafael, al que está adscrita la clínica. Obviamente al estar altamente expuestos a la carga viral en un lugar donde se concentran pacientes COVID, pues la probabilidad del contagio entre personal de la salud aumenta.
¡Pero es que ya son 570 contagiados en personal de la salud!
Efectivamente ya son 570 casos en personal de la salud y desde luego que se ha cumplido con el seguimiento y fortalecimiento de las medidas de protección, así como el monitoreo en medio de la pandemia. Ese número de casos es preocupante y tenemos que reforzar aún más las medidas de bioseguridad en el interior de las instituciones hospitalarias.
¿Qué han identificado, por qué los contagios en el personal médico?
Sabemos que nuestros médicos, especialistas, enfermeras, auxiliares, personal administrativo, de transporte y servicios generales de las instituciones médicas están dando lo mejor de sí, pero también hemos hecho el llamado a que el uso de elementos de protección sea de manera permanente y que adapten las medidas de protección no solo dentro del centro médico, sino fuera de él, ya que hemos identificado un nivel de contagio considerable en estas personas, pero de manera extrahospitalaria. De nada nos sirve extremar las medidas en el trabajo, si cuando salimos a la calle nos relajamos.
¿Y con todo esto, cree que vamos a regresar al confinamiento en Boyacá?
Es una medida de choque muy importante para bajar el contagio del virus y no se descarta en la medida en que el contagio siga creciendo como va, y de ser así tendríamos más temprano que tarde que entrar a verificar con alcaldes y desde luego con el Ministerio del Interior la aplicación de medidas extremas para bajar la tasa de contagio y tener algún control sobre la enfermedad.
¿Y qué dice frente a las críticas al gobernador y al alcalde de Tunja por el incremento de las cifras?
El problema es que muchos piden medidas restrictivas, pero curiosamente son muchos de ellos los mismos que las evaden y nosotros estamos enfrentados a una difícil realidad para los mandatarios departamentales y regionales. Así tuviéramos la voluntad de decretar mediante un acto administrativo la implementación de medidas restrictivas que frenen la interacción de la gente, no lo podríamos hacer sin la autorización del Ministerio y así tuviéramos la autorización, sería muy difícil que la gente la cumpla.
Pero, además, ese tipo de medidas solo las pueden pedir los alcaldes de municipios que están catalogados por el mismo Ministerio de Salud como de alta afectación por el virus. Ese listado se actualiza por parte del Ministerio semanalmente y ahí, por ejemplo, no está Tunja.
¿Qué decirles a los jefes que están obligando a empleados a realizar trabajo presencial, cuando podrían teletrabajar?
Esa es una reclamación permanente de muchos: creo que falta cultura de teletrabajo. Mire, puede ser muy osada mi posición, pero como médico les digo que cualquier ciudadano que tenga fiebre, tos, malestar, dolor de cabeza y, en resumidas cuentas, eso que se considera como síntomas gripales es COVID-19 hasta que no se demuestre lo contrario, ¿y cómo se demuestra?, pues con la prueba. Lo más indicado es que trabajador que presente síntomas de gripa, por ningún motivo debería estar en su puesto de trabajo porque puede ser portador del virus y resulta es contagiando a sus compañeros, lo cual genera un brote y es peor para la empresa o entidad.
¿Cuál es su recomendación final?
Que cumplamos las medidas de bioseguridad de una manera más estricta, que evitemos reuniones familiares, de trabajo o de amigos, las salidas de paseo y eventos sociales. También que toda persona con síntomas gripales debe estar aislada en su casa y teletrabajando, no en la oficina, su sitio de trabajo o en la calle contagiando a los demás. Mi llamado es al autocuidado, a que entendamos que esto depende de cada uno de nosotros y a que seamos conscientes de que estamos en el pico de la pandemia, que ya vendrán tiempos en los que podemos visitar a nuestras familias y amigos.
