Tuve la fortuna de hacer parte del equipo de RCN, la radio oficial del evento, que transmitió este certamen orbital. El mismo Juan Gossaín me encomendó, ocho meses antes de que iniciaran las competencias, la misión de que cubriera cada movimiento que se hiciera en Boyacá sobre el Mundial.
Por José Martín Puerto Fonseca,
periodista deportivo de RCN Radio
Conté con el privilegio de ser uno de los periodistas deportivos que cubrió el Mundial de Ciclismo de Boyacá, incluso mucho antes de que se diera la partida inicial a las diferentes competencias.
Con ocho meses de antelación a la inauguración del evento, Juan Gossaín, Héctor Urrego, don Ricardo Londoño y don Jairo Tobón de la Roche me encargaron la misión de que cada movimiento que se hiciera en el departamento de Boyacá sobre los Mundiales, lo tenía que cubrir, como el avance de las obras, la logística o la implementación de los esquemas de seguridad.
Además de las reuniones que realizaban las autoridades en su preparación para atender los diferentes aspectos del certamen, yo estaba pendiente también del arribo de las delegaciones de los diferentes países, que cada 15 días, cada mes o cada dos meses llegaban al departamento para conseguir los hospedajes y los lugares de concentración de los deportistas.
Acompañé a delegados de la Unión Ciclística Internacional (UCI) y a periodistas de diferentes nacionalidades, que en ocasiones aterrizaban en vuelos chárter en el aeropuerto Alberto Lleras Camargo de Sogamoso, en su periplo por todos los municipios de Boyacá que habían sido asignados para el recorrido del Mundial y que venían a conocer y saber cómo estaban las obras.
Para la Cadena Básica de RCN se determinó hacer informes cada dos horas desde Boyacá hablando del Mundial y en la Cadena Antena 2, también tocaba llevar a cabo un cubrimiento especial con varios boletines en el día.
Yo hacía los informes de Boyacá de la ruta y Aicardo Torres hacia los informes de la pista en Bogotá. En la mañana eran cuatro informes y en la tarde otros cuatro, sin fallar ningún día.
Los sábados le dedicábamos una hora completa a la ruta del departamento de Boyacá, con personajes, autoridades y demás participantes en la organización de este magno evento.
Fue un trabajo duro, arduo, pero al mismo tiempo gratificante por los diferentes personajes que conocí y con los que pude interactuar, desde los delegados de los diferentes países que antecedieron a los deportistas, hasta los actores principales del evento, que fueron las grandes figuras del ciclismo mundial. También compartí con los periodistas que del mundo entero vinieron a cubrir el evento.
Por orden de la Cadena, faltando 15 días para la inauguración del Mundial me trasladé a vivir a Duitama con el fin de estar pendiente las 24 horas del día de todo lo concerniente con el certamen.
Tuve la fortuna de compartir las transmisiones con Alberto Martínez Práder, quien 10 años después falleciera en un accidente, en Calarcá (Quindío), en plena transmisión de una etapa de la Vuelta a Colombia.
Con él cubrimos en el Mundial de Ciclismo cada paso, cada movimiento que había. Estuvimos pendientes de cada corredor que llegaba, de dónde se hospedaba y a cuál delegación pertenecía.
Después vino el campeonato en sí, las contrarrelojes y los circuitos donde se cumplió la ruta individual. Estar con la mejor plana deportiva del país cubriendo ese Mundial, ha sido lo máximo para mí en mi vida profesional.
El cubrimiento, el conocer nuevas facetas y personas, el estar en un evento de semejante magnitud, era otra cosa diferente a lo que antes había hecho en Nacionales, en Suramericanos o Bolivarianos de ciclismo.
RCN Radio montó en el Centro de Convenciones de Paipa un máster alterno al de la Torre Sonora de Bogotá, que lo dirigía Juan Gossaín en las noticias y Héctor Urrego en la parte deportiva.
Por fortuna, y gracias a Dios, salió un gran evento, un gran espectáculo y una transmisión inolvidable, con la sintonía máxima que ha podido tener una transmisión en el departamento de Boyacá. Para Colombia lo que se hizo en ese Mundial de Ciclismo no tiene comparación.
Para mi vida personal ha sido una experiencia enorme, gratificante, es la ratificación de lo que ya venía haciendo con la Cadena. Es una experiencia única, inolvidable e irrepetible. El Mundial fue Mundial, fue magistral.