Se le señala de pertenecer a una de las redes más grandes de comercialización al por mayor de marihuana en Boyacá y tres departamentos más. Su apoderado argumentó vencimiento de términos para quedar libre, pero juez demostró que eso no es cierto.

El Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Tunja negó, en segunda instancia, la solicitud de libertad reclamada en favor de Paula Tatiana Mariño Peralta, una de las 18 capturadas durante la operación ‘Gato Negro’, que se realizó en abril del año pasado.
De acuerdo con lo argumentado por la defensa de la procesada, los términos para el inicio del juicio ya se habrían vencido.
“En la decisión del juzgado, apoyada por la Procuraduría, se estableció que los tiempos aún están vigentes, pues a Mariño Peralta desde su imputación por los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico de estupefacientes se le endilgó pertenecer a un grupo delincuencial organizado (GDO). Por tanto, la Fiscalía, desde la captura, tiene tres años para dar inicio al concurso probatorio”, precisaron en la Fiscalía General de la Nación.
Según el ente acusador, Paula Tatiana Mariño Peralta es una de las ocho mujeres capturadas en el marco de la operación ‘Gato Negro’, en la que fueron judicializadas 18 personas entre productores, distribuidores, cobradores y transportadores de las sustancias ilegales, y quienes con sus acciones ilícitas afectaban dos importantes universidades y un colegio de Boyacá.
“La investigación determinó que la red a la que pertenecería la procesada también llegaba a los departamentos de Cundinamarca, Cauca y Santander, y podía comercializar, al por mayor, hasta 150 kilos mensuales de marihuana y drogas sintéticas como el 2CB o cocaína rosada, logrando ganancias mensuales de hasta 300 millones de pesos, pues solo vendían el alucinógeno al por mayor a redes de microtráfico”, explicaron en la Fiscalía.
Dentro del proceso seguido contra Mariño Peralta, existe material probatorio que establecería que la mujer era una de las encargadas de recibir cajas de marihuana, distribuirlas y recolectar el dinero producto de su venta.
En la operación ‘Gato Negro’ se desarticuló una de las redes más grandes de comercialización al por mayor de marihuana en Boyacá y tres departamentos más.