“Lo único que nos queda es acogernos a la buena voluntad de la gente y encomendarnos a Dios y la Virgen, porque como alcaldes nos dejaron sin herramientas para enfrentar la pandemia, irónicamente en medio del pico más alto del contagio de coronavirus que enfrentamos en Boyacá”.

De esta manera resume Fredy Alexander Garzón Rojas, el alcalde de Oicatá, lo que viene pasando con la pandemia en esa localidad, ubicada en las goteras de la capital boyacense.
Y mientras otros alcaldes luchan, levantan la voz, acusan y hasta sacan comunicados de prensa y fuertes pronunciamientos contra la Secretaría de Salud y el Ministerio de Salud para que les quiten un caso de coronavirus que les fue asignado, el burgomaestre de Oicatá reclama, pero porque el reporte de esos dos entes deja ver siete casos, cuando en realidad son 11.

“Hay cuatro casos positivos que son de gente de acá, pero se los cargaron a Tunja, y eso le hace daño es a Oicatá, porque uno pierde el rastro o no ejerce la supervisión de la cuarentena obligatoria y el aislamiento que deben cumplir los contagiados. Son cuatro personas que trabajan en Tunja, pero viven en nuestro municipio y solo me vine a enterar hasta varios días después por terceras personas, eso es muy grave”, recalcó Garzón Rojas.
A pesar de que solo entre el martes y hoy se le han reportado seis casos a esta localidad, él como alcalde solo puede dedicarse a dar consejos a la gente para que se cuide, porque el Gobierno los dejó sin herramientas para ejercer autoridad y así controlar el contagio.
Dice que no tienen cómo prohibir ni siquiera los numerosos ciclopaseos que están llegando especialmente desde Tunja casi que a diario. “El Ministerio del Interior no nos da opción a los Mandatarios de aunque sea poder restringir el ingreso de tanta gente al pueblo”, asegura la primera autoridad de este municipio ubicado a 15 minutos de la capital del departamento.
Entre las pocas cosas que ha podido hacer, fue cerrar la alcaldía desde el miércoles y hasta el lunes pasado, para descartar un posible brote entre los funcionarios y practicar pruebas a todos los empleados del edificio administrativo.
“Fuimos castigados los municipios juiciosos, los que estábamos cumpliendo, los que no teníamos contagio. Esto se disparó porque se abrió todo, nos obligaron a dar vía libre a todo al transporte público, a todo ya que el Gobierno nacional le apunta es a recuperar la economía como sea y se le olvida que una cosa es la ciudad y otra muy diferente, estos pequeños municipios, en los que no hay industria, ni empresa, pero que sí resultan como receptores de toda la problemática de las grandes ciudades”, recalcó el gobernante.
Hace dos meses en este municipio aplicaron 80 pruebas de PCR y salieron negativas todas y hace 10 días aplicaron 50 más y todas con el mismo resultado, “pero la verdad es que ahora estamos entre la inconciencia de la gente para cumplir con las medidas de autoprotección y los turistas y visitantes que están llegando masivamente”.