Boyacá, tierra de maestros

Una mañana de repente las escuelas se cerraron y en pocas horas empezó el más grande desafío de los últimos años: el estudio en casa. Sin estar preparados y en el peor de los escenarios posibles miles de maestros de Boyacá tuvieron que convertirse en estudiantes, docentes, padres de familia e hijos preocupados de una población en alto riesgo. Esa mañana de marzo inició la más acelerada reinvención de la academia de los últimos años.

Por: Jaime Raúl Salamanca Torres,
Secretario de Educación de Boyacá

Jaime Raúl Salamanca Torres, Secretario de Educación de Boyacá. Foto: Archivo Boyacá Siete Días

De repente Zoom, Meet, Jitsi, Teams y muchas otras aplicaciones se convirtieron en el pan de cada día de cientos de seres humanos en cada rincón de Boyacá. Repentinamente el desarrollo de guías, la atención vía WhatsApp, las llamadas por celular y los programas de radio –entre otros- se convirtieron en experiencias cotidianas. Sin internet, de la noche a la mañana nuestros profesores iniciaron la aventura del acompañamiento remoto llenos de creatividad y amor por sus estudiantes.

Hoy conmemoramos el Día de la Boyacensidad. Hoy nos sentimos más orgullosos que nunca de lo que somos: Del Nairo campeón hoy perseguido por Police nationale; del Puente de Boyacá burlado por Benedetti y por la BTS; de nuestros páramos amenazados por la megaminería y el fracking. De la ruana, del Indio Rómulo (q.e.p.d.), de la carranga, de las arepas y los indios, de la carne al caldero y la sopa de pan; de las termales de Paipa y del gran lago de Tota. De nuestros empresarios, de nuestros campesinos, de nuestros grandes logros a través de la historia.

En Boyacá se han desarrollado experiencias significativas como la radio educativa – que está en nuestro ADN boyacense-. Foto: Archivo Particular

Pues bien, con motivo de esta fiesta quiero que todos y cada uno de nosotros hoy rindamos un gran homenaje y reconocimiento a los maestros de nuestra tierra libertaria. Boyacá también es tierra de maestros: los mejores maestros de Colombia.

Hay razones de sobra para soportar la afirmación anterior y para sentirnos orgullosos de esos maravillosos seres humanos que, en su gran mayoría, le ha puesto el pecho a la brisa y ha asumido los retos del estudio en casa con un compromiso histórico. El estudio en casa no es otra cosa que una estrategia de salud pública aplicada en el sector educativo, para contribuir con el control en la mitigación del COVID-19. Una estrategia que en nuestro departamento ha sido un verdadero reto.

Los pilares de esa estrategia que lideramos son tres: 1. Priorizar contenidos e integrar áreas para garantizar el derecho a la educación a pesar de la pandemia; 2. Acompañar a los estudiantes y sus familias a través del PAE en casa (más de 600 mil raciones entregadas) y del acompañamiento sociemocional de los docentes orientadores, y 3. Crear una cultura en la comunidad educativa del autocuidado personal y social en el contexto de una pandemia que no parece tener un final cercano.

Con motivo de esta fiesta quiero que rindamos un gran homenaje y reconocimiento a los maestros de nuestra tierra libertaria. Foto: Archivo Particular

Y lo hemos hecho muy bien, a pesar de las tremendas limitaciones, insisto. Hemos logrado mejorar progresivamente el acompañamiento remoto a través de los PAA (Planes de Aula ajustados) – sin que pretendamos reemplazar el hogar por la escuela o los padres de familia por los docentes-; la deserción en Boyacá no supera el 3%; se ha llegado a más de 10 mil estudiantes a través de programas radiales y, a pesar de la distancia, nuestros estudiantes se han sentido acompañados por sus profesores en medio de este momento tan confuso. No me cabe la menor duda que –aunque no todo es perfecto- nuestros docentes boyacenses han sido unos héroes silenciosos de este 2020.

Ojalá cuando volvamos a la normalidad como sociedad valoremos mucho a esas profesiones que por la velocidad de nuestros tiempos han perdido el reconocimiento que se merecen: nuestros campesinos que han permitido que no falta el pan en la mesa de los colombianos; nuestros médicos y personal de la salud que se juegan la vida por nosotros, y nuestros docentes que ha demostrado una gran resiliencia y una gran entrega para cuidar y brindar apoyo a los estudiantes y sus familias en el marco de esta emergencia de salud pública. Ojalá los valoremos, pues son admirables.

En Boyacá se han desarrollado experiencias significativas como la radio educativa – que está en nuestro ADN boyacense-, el correo rural para llegar a los rincones más apartados del departamento, la apropiación de TICS para padres y familias, la creación de estrategias de educación inclusiva o educación étnica, la formación cultural y social a través de la música, la formación a través de aprendizajes basados en proyectos APB en granjas comunitarias o familiares; etc., etc., etc.

En Boyacá no nos hemos quedado quejándonos. Asumimos el reto de la cuarentena con un compromiso muy grande. Foto: Archivo Particular

En Boyacá no nos hemos quedado quejándonos. Asumimos el reto de la cuarentena con un compromiso tal que, aún con inmensos retos y obstáculos, la esperanza de un mejor mañana sigue viva. Por eso hoy en el día de sentirnos orgullosos de lo nuestro quiero que les rindamos un homenaje social inmenso a esos seres humanos maravillosos que día a día dejan lo mejor de sí para que el presente y futuro de Boyacá siga adelante; esos hacedores de sueños que no se rinden y que se disfrazan, se convierten en youtubers, inventan estrategias innovadoras; lideran campañas de solidaridad; acompañan la entrega de la alimentación escolar en casa; atienden a padres de familia, hacen el almuerzo, asesoran a sus hijos, cuidan de sus familias, todo a la vez. Esos maestros boyacenses que son los mejores del país.

Hoy, 2 de octubre, Día de la Boyacensidad, invito a reconocer a Boyacá como una tierra de maestros: de los mejores maestros del país. ¡Viva Boyacá!, ¡vivan los grandes docentes de Boyacá sumercé!