A propósito del llamado de alerta lanzado por el Gobierno departamental, ante la ocupación de camas UCI por pacientes con COVID en Boyacá que ya supera el 52 por ciento, la Secretaría de Protección Social de Tunja informó que en la ciudad están habilitadas 33 camas de Unidad de Cuidados Intensivos para adultos, para atender pacientes con diagnósticos diferentes a COVID-19 y de acuerdo al plan de expansión, se cuenta con 54 camas de UCI adultos para pacientes relacionados con COVID-19.

El llamado por parte del Secretario de Salud de Boyacá, cobra vigencia en la medida en que con corte a 30 de septiembre de 2020, de las 54 camas de UCI adultos dispuestas para atención de pacientes relacionados con coronavirus en Tunja, 29 se encuentran ocupadas y se dispone de 25 camas, de acuerdo a lo informado por las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud al Centro Regulador de Urgencias de Boyacá.
De las 114 camas habilitadas para la atención de cuidado intensivo, adulto, pediátrico y neonatal se tienen ocupadas 85 camas. De estas, 29 camas están con pacientes relacionados con COVID-19 y 56 con pacientes que padecen otras causas.
En cuanto a la UCI de cuidado intermedio, adulto, pediátrico y neonatal se tienen dispuestas 53 camas, de las cuales 29 se hallan ocupadas y de estas dos se encuentran con pacientes relacionados con COVID 19 y 27 con pacientes por causa diferente.
En el área de hospitalización general adulto y pediátrico se cuenta con 317 camas habilitadas, y de estas 257 están ocupadas, siendo 214 por personas que sufren distintas patologías y 43 por personas relacionadas con COVID-19.
“En la ciudad hasta hoy, no hay dificultad para la atención de pacientes con COVID-19, ya que se tiene la disponibilidad de camas. En donde se tiene ocupación total es en las patologías no COVID-19, puesto que a diario se atienden a pacientes con problemas cerebro vasculares, pacientes postquirúrgicos, entre otros, y requieren de una cama de UCI”, dijo Lucy Esperanza Rodríguez Pérez, secretaría de Protección Social de Tunja.

Las instituciones que tienen habilitado el servicio de UCI Adulto, tanto por expansión como por habilitación general, están distribuidas en el Hospital San Rafael, Clínica Medilaser, Clínica de Los Andes y Clínica Garper.
El Hospital San Rafael de Tunja, sede central, tiene habilitadas 14 camas de UCI y todas se hallan ocupadas. Cabe aclarar que allí se encuentran pacientes por otras causas, que son las que hoy están ocupadas.
A su vez, en la Clínica María Josefa Canelones, que es la única con UCI destinada para atender pacientes con COVID-19, tiene 36 camas habilitadas y 24 están ocupadas. Lo anterior significa que se tiene disponible el 47 % de las camas para atender a pacientes que relacionados con el virus.
La Clínica Medilaser cuenta 9 camas para pacientes con patologías diferentes a COVID-19 y está con 100% de ocupación. Para pacientes relacionados con COVID-19, la institución cuenta con 10 camas habilitadas por expansión y a la fecha 5 se encuentran ocupadas con pacientes relacionados con diagnóstico de COVID-19.
La Clínica de Los Andes solo dispone de 2 camas para pacientes con patologías diferentes a causa relacionada con COVID-19 y están ocupadas, en tanto que por expansión para pacientes relacionados con diagnóstico COVID-19 tienen habilitadas 7 camas y se encuentran disponibles.
En la Clínica Garper, para la atención de pacientes con otras causas, tienen habilitadas 8 camas y ocupadas 6, mientras que solo hay disponible una cama para pacientes cuyo diagnóstico está relacionado con COVID-19, la cual está ocupada.
Lo cierto es que las alarmas están encendidas en pleno pico de la pandemia y si los boyacenses siguen relajados ante la situación organizando y asistiendo a eventos sociales y reuniones familiares, con el solo paso de una o varias semanas la capital boyacense puede resultar en serios problemas en su sistema de salud si se tiene en cuenta que es el centro de atención de gran parte del departamento, incluida la provincia de Occidente ya que en Chiquinquirá no se cuenta con UCI en el hospital.