A propósito del reciente ataque de abejas a unos funcionarios del Gobierno nacional, consultamos la opinión del ingeniero agrónomo Édgar Fernando Vargas González, un experto en la apicultura y quien de paso nos contó cómo está el gremio, cómo va la producción de miel y polen en nuestro departamento, si hay posibilidad de encontrar miel pura en las calles o plazas de mercado y qué hacer en caso de ser picado en un ataque de abejas.

¿Cuánto lleva usted trabajando con abejas?
Nací en Bucaramanga, pero a los 2 años me trajeron para Duitama, donde me crié y estudié: yo la verdad soy boyacense. Hace 10 años resido en el municipio de Nobsa, donde actualmente tengo mi empresa. Comencé a trabajar con las abejas de una manera empírica y artesanal en 1984 y sin ningún conocimiento, pero con el paso del tiempo me he dedicado a capacitarme, a investigar e inclusive a enseñar y a apoyar para que este oficio crezca. Hoy soy el propietario de la Apícola Los Arrayanes, con la que tenemos más de 600 colmenas en todo el territorio boyacense.
¿Por qué atacan las abejas, como ocurrió el lunes con un grupo de funcionarios del orden nacional en Iguaque?
Infortunadamente en Colombia la abeja africanizada llegó desde 1971 cuando comenzó a ingresar desde Brasil, a donde habían sido importadas desde África e invadieron todo el continente y obviamente llegaron a nuestro país. Esta especie tampoco es como la describen, no es que sean asesinas, ellas lo que son es muy defensivas y cuando por alguna razón se sienten amenazadas o vulneradas, especialmente si sienten que su colmena está en peligro, atacan en masa.

¿Qué pudo haber ocurrido con este reciente ataque entonces?
Para mí que se aproximaron mucho o hicieron ruido, se sintieron atacadas y ellas lo único que hicieron fue defender su hogar.
¡Pero se dice que no era un grupo de africanizadas, sino de abejas criollas!
Yo la verdad no creo. Abejas criollas tipo Apis de la región y que piquen, pues no existen en América. Todas, o por lo menos la mayoría de las que hoy existen, fueron importadas por los españoles y aunque inicialmente se importaron razas mansas, como la Apis mellifera, que pica, que tiene su aguijón, pero que son mansas, que no ocasionaban muchos problemas, pero posteriormente cuando a Brasil trajeron las africanizadas, que igualmente son defensivas, pero que sí atacan, presentan esa condición, de que sí atacan.
¿Cuál es su recomendación en el momento en que se presente un ataque de abejas?
Las abejas no atacan sino solamente cuando se sienten en riesgo, es decir se defienden. Por eso es muy importante cuando se note presencia abejas, tener mucho cuidado y en caso de un ataque, lo mejor es mantener la calma y retirarse del lugar. Es un grave error ponerse a sacudirse o a espantarlas con alguna prenda, ya que lo que va a hacer es llamar la atención de las demás para que lo ataquen. Ellas se sienten más furiosas y reaccionan.

¿Y cuando ya se presenta un ataque como el de ayer, en el páramo, lejos del centro médico?
Ese episodio que usted relata es muy riesgoso, ya que hay personas que son alérgicas y con una o tres picaduras pueden sufrir un shock anafiláctico y pueden llegar a poner en riesgo inclusive su vida. La mayoría de las personas no son alérgicas o no ocasiona una reacción muy fuerte ante la picadura. En un caso como este lo mejor es retirar los aguijones, porque cuando la persona se agita, mayor circulación del torrente sanguíneo se da.
¿Cuántas abejas puede tener una colmena?
Desde unas 5.000 hasta unas 80 mil abejas que en su colmena pueden producir, además de miel, el polen, el propóleo, la cera y hasta la misma apitoxina, que es el veneno de las abejas y que se utiliza para diferentes tratamientos médicos. Pero, además, polinizan y son agentes que nos ayudan directamente con la multiplicación de las plantas, con la formación de frutos y semillas.

¿Qué diferencia hay entre una colmena, un panal y un enjambre?
Uno llama colmena a toda la familia de abejas que contiene una reina, miles de zánganos y hasta 60.000 obreras. El panal es la unidad donde las abejas construyen la cera y depositan la miel o la cría. El enjambre es la familia, es el grupo de abejas que solo transportan su reina, sus zánganos y sus obreras.
¿Cómo está Boyacá en el tema de apicultura?
La apicultura en Boyacá ha tenido sus tropiezos, como por ejemplo el tema del daño que les causan los agrotóxicos, así como la mortandad de colmenas, también problemas de cambio climático, de modificación del entorno, de deforestación, que también nos ha afectado bastante. Sin embargo, se ha venido desarrollando, no al paso que queremos, pero sí se ha dado.
¿Cuál es el producto más importante que producen las abejas en Boyacá?
Sin lugar a dudas es el polen: ha tenido una acogida muy grande por sus características y ha tenido una excelente acogida tanto nacional, como internacional.

¿Cuántas colmenas puede haber en Boyacá?
Es muy difícil, pero en estudios con la cadena productiva de las abejas y la apicultura se estima que en Boyacá puede haber unas 20 mil colmenas.
¿Y cuáles son los municipios productores en Boyacá?
Los municipios en los que hay mayor cantidad de proyectos apícolas son: Duitama, Paipa, Nobsa, Sotaquirá, Miraflores, Zetaquira, Moniquirá, en fin.
¡Su recomendación para quienes quieren incursionar en la apicultura!
Lo primero es que a esa persona le debe gustar esta actividad. Es muy importante que la persona esté interesada en tener abejas, no en tener miel, porque muchas personas creen que la apicultura es comprar un cajón e instalarlo en algún lugar para ir a sacar miel, pero realmente la apicultura es toda una ganadería, en la que hay que entender que son seres vivos que también sufren de enfermedades y de plagas y que, si no se controlan, pues les pasa lo del ganado y es que puede que sobrevivan, pero no producen. Capacitarse y aprender.

¿Qué se debe tener en cuenta para ubicar una colmena?
Primero, hay que buscar la zona o la región en la que se va a ubicar, verificar que haya fuentes de alimento, que haya bosque nativo quizá, que no vaya a haber un vecino con cultivo de abejas. Su producción va a depender tanto del material genético como de material físico.
¿Cuántas variedades puede haber?
Una cosa sería hablar de variedades o de especies y otra, pues de géneros. Aquí, en Boyacá, por ejemplo, tenemos abejas criollas que son las que llamamos angelitas, las meliponas y las importadas que son la Apis mellifera, dentro de las que hay varias razas como las carniolas, italianas, africanizadas, caucásicas. En nuestro país lo que tenemos es un cruce de abejas, de todas con todas, ya que su fecundación se hace de manera natural, porque en nuestro país no tenemos la inseminación artificial, que en otras partes del mundo sí se hace.

¿En qué lugar viene quedando Boyacá en el tema de apicultura en Colombia?
Yo creería que estamos de segundos o terceros en el país. Aquí debemos referirnos a dos cosas diferentes: una es la producción de miel, donde la costa o los llanos nos pueden ganar, pero otra cosa es la producción de polen, ya que Boyacá es el primer productor de polen en Colombia.
¿Qué cantidades de miel o de polen se producen en Boyacá?
Actualmente tenemos promedios de producción de entre 24 y 36 kilogramos de polen por colmena al año, lo que nos da una producción de unas 600 toneladas de polen, y en miel, pues zonas como Moniquirá, Zetaquira y Miraflores son muy productivas y tienen un promedio de entre 35 y 40 kilogramos de miel al año.

¿Se vende miel pura en las calles?
Ese es uno de los principales problemas. Hay unos estudios que dicen que entre el 80 y el 90 por ciento de la miel que se comercializa al público es falsa, es adulterada. Ahora, con respecto a la miel que se vende en las calles, pues no quiero herir susceptibilidades, pero mi experiencia es que una miel de abejas pura no se vende ni en las calles, ni en las plazas de mercado.
¿Dónde se puede entonces comprar una buena botella de miel o de polen?
Afortunadamente para nosotros los apicultores podemos decir que toda la producción está vendida y no tenemos la necesidad de salir con botellas en un canasto a venderlas casa por casa, en las calles o en las plazas de mercado, ya que nuestro producto se vende muy bien en las mismas tiendas apícolas, entre nuestros mismos familiares, vecinos y personas que buscan y saben de un buen producto, de una miel original, pura.
¿Qué tipo de apoyo por parte del Estado les puede faltar?
Pues mire que nosotros estamos pasando por un buen momento, pero creo que lo que falta es algo de capacitación y aumentar el número de colmenas, pero, además, tener unos centros de acopio que sirvan para dar un valor agregado a nuestros productos. Ahorita lo que necesitamos es aumentar nuestra producción.

¿Cómo ve el proyecto que tiene el director de Corpoboyacá de sembrar abejas en diferentes municipios de Boyacá?
Me parece excelente la idea. Lo que sí recomendaría es que se escoja a las personas a las que se les vayan a suministrar las abejas, que realmente quieran y les guste la apicultura; ojalá que las exploten y las trabajen y logren sacar los productos. Sin embargo, como recomendación diría que se debe tener mucho cuidado y se debe tener cierta limitante en la instalación de colmenas.
Actualmente se está trabajando en la instalación de colmenas inclusive por encima de los 3.000 metros sobre el nivel del mar y a esa altura, pues las abejas pueden adelantar su función de polinización, pero es probable que lleguen a entrar en una competencia contra los polinizadores naturales, como los bombus, es decir los abejorros, y otras especies que sí son naturales del territorio colombiano y a estas alturas, pues considero que sí deberíamos ser muy prudentes.