Armando polémicas contra Boyacá

En medio de las acaloradas discusiones que suscitó el derribo de la estatua de Sebastián de Belalcazar por parte de indígenas Misak en Popayán, Armando Benedetti sorprendió a todos con unas declaraciones desafortunadas que provocaron indignación en Boyacá.

Entre otras cosas, Benedetti aseguró en SEMANA que no “hay algo más tonto en este país que el puente de Boyacá” y que el combate que nos dio la libertad fue protagonizado por “un poco de tipos descamisados, enfermos”. Según él, “ahí no se dio ninguna guerra, pero como peleó Bolívar y Santander fue la superguerra”.

Increíble.

El acrobático senador, en una mezcla de ignorancia histórica, regionalismo y altivez, pretendió minimizar la gesta épica más importantes en la fundación de nuestro país. ¿A qué se debe ese ataque contra la identidad de Boyacá y de Colombia? ¿Ese desapego a lo que es nuestro? Eso sí, hablando de “tonterías”, al día siguiente Benedetti nos pedía en su cuenta de Twitter que apoyáramos lo nuestro, los productos locales, y todo porque en alguna parte leyó que la reina de España usaba marcas de ropa tradicionales de ese país.

Pero, volviendo a lo importante, estaríamos tentados a concluir que la declaración de Benedetti sobre el puente de Boyacá es producto de esas expresiones ligeras lanzadas en redes sociales para aturdir a la audiencia. Decir cosas exageradas e hirientes es muy rentable hoy en día. Lástima que lo sea para alguien que ostenta el cargo de senador del país cuya memoria ofende.

No, señor Benedetti. El Puente de Boyacá no es una tontería: es un altar de nuestra historia, pues allí, le parezca o no, se selló la Independencia nacional e inició la del resto del continente. Casi nada. Y todo, gracias a la garra, el empuje, el espíritu de los que usted despectivamente llama “tipos descamisados, enfermos”. Esos patriotas, que regaron su sangre para que pudiéramos tener la libertad que le permite a usted ofender, pelearon una dura batalla contra un ejército realista bien apertrechado y entrenado; los nuestros estaban justamente en condiciones desfavorables, sin uniformes, munición ni parafernalia militar. Solo los empujaba un anhelo patriótico, del que usted a todas luces carece.

También es una lástima que no encuentre nada “espectacular” el puente, que de hecho es un monumento conmemorativo, tal como la estatua del patriota Pedro Pascasio Martínez y el Negro José que componen el lugar. Quizá de ahí parta su confusión y las mismas gafas que necesita para releer nuestra historia las necesite para ver mejor el hermoso paisaje de Boyacá y entenderlo.

SI la batalla del Puente de Boyacá, que involucró un teatro de operaciones con 7 000 tropas y supuso el fin de la colonia en nuestro territorio, no es la batalla más importante de nuestra historia, ¿entonces qué es?

En últimas, las declaraciones de Benedetti hay que tomarlas como una preocupante radiografía de nuestro país: la gente no conoce su propia historia. El puente de Boyacá tiene una importancia impresionante, y es la de los mitos fundacionales para crear una identidad y una nación. Por eso, tan hiriente como las ignorantes palabras del senador, también lo es que los únicos que hemos salido a defender un monumento histórico y un hito fundacional somos los boyacenses, cuando deberían ser todos los colombianos los que lo hagan.

Me permito cerrar recordando con emoción la quinta estrofa de nuestro Himno Nacional, que canta eternamente la gloria de Boyacá:

De Boyacá en los campos
El genio de la gloria
Con cada espiga un héroe
Invicto coronó.

Soldados sin coraza
Ganaron la victoria;
Su varonil aliento
De escudo les sirvió.

Por: Óscar Ramírez Vahos – concejal de Bogotá
Para: Boyacá Sie7e Días