‘La única salida para generar empleo en Tunja está en la tecnología’: director de Boomlabs #LaEntrevista #LoDijoEn7días

Alejandro Payán Rodríguez es el director de Boomlabs, una empresa que se ha convertido en un laboratorio tecnológico que llegó a Tunja por iniciativa del alcalde Alejandro Fúneme.

Este experto en tecnologías de la información, con raíces boyacenses, viene buscando oportunidades para los jóvenes de Tunja.
Este experto en tecnologías de la información, con raíces boyacenses, viene buscando oportunidades para los jóvenes de Tunja.

Es hijo de una tunjana, tiene maestría en Negocios con énfasis en Tecnologías de la Información, fue el director de alianzas estratégicas para Microsoft en América Latina y lleva 17 años en su empresa de representaciones.

Su bisabuelo era Silvino Rodríguez y su abuelo Enrique Rodríguez Castillo, los dos, exgobernadores de Boyacá. Trabajó con Toshiba, entre otras grandes compañías, y ha dedicado su vida al desarrollo de negocios entre los Estados Unidos y la región latinoamericana.

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¿Por qué regresó a Tunja?

Fue gracias a la confianza del señor alcalde Alejandro Fúneme, quien decidió ponerme en su equipo de empalme y ahí pude encontrar algunas de las necesidades que tienen que ver en lo particular con el empleo y la empleabilidad. Recientemente he estado trabajando con algunas compañías de inteligencia artificial de la India y trayendo esas soluciones a Colombia, por lo cual conozco muy bien este tipo de soluciones desde lo tecnológico.

¿Y qué es puntualmente lo que van a hacer en Tunja?

Son dos cosas y ya las estamos haciendo: primero, montando un emprendimiento tunjano para el entrenamiento de personas en temas tecnológicos en Colombia, pero empezando obviamente por Tunja y la generación ya de 200 empleos para la capital que están trabajando desde casa para un call center y, además, estamos empezando un programa para capacitar a 50 desarrolladores de software desde la ciudad de Tunja y en este momento precisamente que es cuando más se necesita generar empleo.

Según Boomlaps, ya tienen empleados que están devengando cerca de 2.000 dólares al mes en proyectos adelantados para diferentes partes de mundo.
Según Boomlaps, ya tienen empleados que están devengando cerca de 2.000 dólares al mes en proyectos adelantados para diferentes partes de mundo.

¿Y esta dinámica que se ha adaptado por el tema de la pandemia les facilitó el trabajo?

Absolutamente. De hecho acabo de salir de una reunión con ese grupo, en la que hablábamos de que el mundo está viviendo una digitalización forzada y claramente lo que sucedió aquí es que yo conocí una empresa que iba a llevar a sus empleados a la virtualidad: es una empresa que tiene unos 3.000 empleados en Bogotá y el argumento que yo esgrimí es que les daba lo mismo hacerlo en Tunja que hacerlo en Bogotá, con la diferencia de que en Tunja se podrían tener beneficios como la baja rotación y, lo más importante, una mejor calidad de vida para los empleados.

Gracias a una alianza con el municipio de Tunja, ya hay 200 personas trabajando desde casa en un call center.
Gracias a una alianza con el municipio de Tunja, ya hay 200 personas trabajando desde casa en un call center.

¡Una buena noticia para Tunja!

Claro, porque en medio de la pandemia, tener 200 empleos y en casa, esta es verdaderamente una excelente noticia para la capital del departamento.

¿Qué es Boomlabs?

Es nuestra empresa que debe su nombre a la unión de dos términos en inglés: por un lado, ‘Boom’, que traduce explosión, y, por otro lado, ‘laps’, de laboratorios, y eso es nuestra empresa: un laboratorio virtual. Una empresa que en tiempo récord y gracias a la confianza del señor alcalde, está dando resultados reales.

Es una empresa que comenzó hace ocho años y que fue modificada, que se reinventó a propósito de la pandemia, porque antes trabajábamos en el desarrollo de negocios en la región latinoamericana y de ahí surge esta idea de reinventarnos utilizando la experiencia enfocada hacia la necesidad que está demandando el mercado. Para este caso, en Tunja Boomlabs puso una contrapartida del 40 por ciento.

Boomlabs es la empresa que busca generar empleo en el tema tecnológico en Tunja, teniendo en cuenta que en su mayoría los puestos de trabajo en esta ciudad dependen de las entidades estatales.

¿Cómo nace esta empresa?

Precisamente de la necesidad que en medio de nuestras labores hemos identificado y que se acentuó en el proceso de empalme, donde identificamos aún más de cerca la problemática. Entonces decidí asociarme con uno de los mejores desarrolladores de software en nuestro país, que es tunjano y que se llama Daniel Lozano Navas.

Él es una persona que, además de su conocimiento, tiene unas fortalezas muy importantes y es que entiende muy bien el tema tecnológico, pero también el tema educativo y con Daniel hemos desarrollado esto apoyados por grandes tecnológicas, como Microsoft, IBM y otras multinacionales.

Básicamente lo que vamos a estar haciendo es desarrollar sus programas en beneficio de la gente, es decir, nosotros no nos estamos inventando nada, solo estamos implementando un sistema dentro de los parámetros internacionales requeridos por la industria para la formación de personal en estas áreas.

¿Cómo va a ser ese entrenamiento tecnológico que van a adelantar?

Es casi que más atractivo, aunque sea más demorado, porque quiere decir que, en los próximos cuatro meses estamos formando esas 50 personas que van a salir con habilidades certificadas, que les permitirán llegar a tener unos niveles de ingresos bien importantes, ya que les ayudaremos a desarrollar habilidades que son muy demandadas en el contexto mundial. La idea es ir creciendo esta empresa en Tunja, que el año entrante podamos pasar de 200 a unos 600 empleos en la ciudad. Pero, además, podemos estar llegando a otras ciudades de Boyacá.

En el proceso adelantado entre Boomlabs y la Alcaldía reciben formación 50 personas en diferentes temas relacionados con el tema tecnológico.

¿Qué tan importante es el entrenamiento tecnológico?

Cómo será de importante el entrenamiento tecnológico y lo que va a pasar en Tunja, que coincidentemente el Ministerio de las TIC y la Presidencia de la República acaban de sacar un programa para entrenar a 100 mil personas en Colombia en desarrollo software y es un programa totalmente homólogo al nuestro, y eso ya lo hemos estado hablando con el Ministerio, solo que nosotros les tomamos la delantera.

¿Y qué tanto se demora ese entrenamiento?

Pues depende el modelo y el nivel que se requiera, pero desde luego que es más demorado que el proyecto de call center, sin embargo, este es un plan para que los profesionales dejen de irse de Tunja a buscar empleo. A través de la plataforma tecnológica que nosotros ofrecemos, el objetivo es que se puedan quedar en su ciudad que tiene dos componentes muy importantes: uno, el tema psicosocial, ya que el empleado está con o cerca de su familia, y dos, que se irrigan recursos de afuera para dinamizar la economía local y regional.

¿Qué papel juega la voluntad política en un proyecto como este?

Eso es fundamental. Este tipo de proyectos se pueden adelantar en cualquier parte del país e incluso del mundo, pero se necesita que el gobernante sea una persona de mente abierta y visionaria, que, por ejemplo, en este caso entienda el valor de la tecnología. Yo, por ejemplo, para el caso de Tunja, no tengo sino agradecimiento con el señor Alejandro Fúneme y su administración ya que esto se hace a través del Unciti, que es la Unidad Administrativa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación del municipio de Tunja.

¿En dónde más están implementando este proyecto?

Ya estamos en Barranquilla, con unos socios coincidentemente de origen boyacense también, y ya estamos adelantando allí un proyecto muy similar, además, trabajando con Unicafam y ampliando ya nuestro marco a otras ciudades en Boyacá. Hay que tener en cuanta una cosa: hoy todos los planes de desarrollo hablan, por lo menos en el papel queda incluida la necesidad de sacar adelante este tipo de programas que generan empleabilidad, pero la pregunta es el cómo.

¿Se pueden quedar en la mera relación de esa necesidad?

Vamos a hacer el ejercicio con Tunja, para darle respuesta a su inquietud. Esta es una ciudad que ustedes conocen más que yo y no me dejan equivocarme: es un municipio que depende casi que exclusivamente del empleo estatal, de las entidades del Gobierno en sus diferentes niveles, pero eso solo genera un número de empleos; también tiene algo de vocación agrícola y algo más, aunque en muy baja proporción la empleabilidad en el tema comercial y de servicios para la ciudad. Entonces la pregunta es: ¿de dónde van a sacar más puestos de trabajo? ¿Van a duplicar el número de empleos en la Gobernación, en la Alcaldía o en los entes gubernamentales? Y como la respuesta está inmersa, pues tenemos que sacarnos del esquema natural y montar modelos nuevos, porque en lo tradicional ya se copó todo.

¿Cómo crear entonces esos puestos de trabajo?

Pues una posibilidad es atraer la inversión de grandes empresas, que eso indudablemente en el futuro próximo, con la pospandemia, va a ser casi que imposible, y la otra opción es jugársela con hacer realidad ese discurso y nombre tan trillado que ha tenido la capital del departamento de que es una ciudad del conocimiento, ya que de nada sirve una ciudad del conocimiento si no hay en dónde emplearse. No sé si ustedes lo sabían, pero de cada 100 personas que terminan estudios de pregrado en Tunja, 92 se van de la ciudad, se van del departamento y esto es muy grave para la ciudad, para Boyacá, pero es más grave aún el problema para los ocho que deciden quedarse porque es muy difícil emplearse.

¿Qué tan importante es la vocación de Tunja como ciudad estudiantil en todo esto?

Es fundamental: Tunja es un gran semillero, es una ciudad educativa y eso se nota, entonces lo que estamos haciendo es orientando a jóvenes a formarse en algo que está demandando el mundo entero, como lo es la tecnología. Recalco que nosotros no nos hemos inventado nada, sino que seguimos los parámetros de una organización de los Estados Unidos, como lo es la Asociación de Ciencia de la Computación. Ellos trazan unos lineamientos sobre cuáles son los cursos que alguien debe adelantar para certificarse, pero, además, nosotros trabajamos de la mano de una certificadora de habilidades industriales de nivel global en lo tecnológico.

Este experto en tecnologías de la información, con raíces boyacenses, viene buscando oportunidades para los jóvenes de Tunja.

¡Un modelo para aplicar en cualquier parte del mundo!

Somos el modelo a aplicar en una ciudad intermedia para reinventarse tras la pandemia hacia el futuro, que es la cuarta revolución industrial.

¿Cuánto dura el proceso y qué materias ven?

Para el caso de Tunja, el proceso está previsto para cuatro meses y a este curso lo denominamos Fast track tecnológico, que contiene un curso introductorio a la ciencia de la computación que se llama el Pcs50, que es derivado de la Universidad de Harvard y adaptado al español para Colombia. De ahí se desprenden a cinco ramificaciones, que son la computación en la nube, desarrollo software, ciberseguridad, desarrollo de videojuegos y ciencia de datos. Estos cursos son sincrónicos o asincrónicos, es decir que todos son virtuales, pero en los primeros el profesor está en tiempo real dando la clase, mientras que, para el segundo caso, las clases quedan al acceso de todos para cuando las puedan tomar. El curso tiene el 60 por ciento sincrónico y el 40 por ciento asincrónico, para un total de 160 horas de desarrollo.

¿Cómo los escogen, cómo se seleccionan?

Pues mire que muchos creen que para poder hacer un curso de estos se deben tener unos conocimientos avanzados en el tema digital, y mi mensaje es que nadie se puede asustar de hacer estos cursos, ya que todos podemos hacerlo, claro que se requieren unas habilidades, pero eso no quiere decir que se deba ser expertos en el tema. Por ejemplo, lo que se hizo aquí es que se escogieron 30 estudiantes de los colegios públicos en Tunja y los demás, gente joven con título de bachiller que le llame la atención el tema.

¿Y habrá una segunda parte de estos cursos?

Pues ya estamos trabajando con el señor alcalde para poder seguir el próximo año, tanto adelantando esta formación, como creciendo en el grupo de beneficiados con el call center, esperando pasar de 200 a 600, que es un número muy significativo. Es que tener un emprendimiento de estas características en Boyacá es muy importante, si se tiene en cuenta que todas estas empresas están o se desarrollan en Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, en fin.

En el proceso adelantado entre Boomlabs y la Alcaldía reciben formación 50 personas en diferentes temas relacionados con el tema tecnológico.

¿Qué diferencia hay con Teleperformance?

Yo quiero que me entiendan una cosa, no se trata de competir con nadie, son dos sistemas diferentes: por ejemplo, en este call center no se requiere de un nivel avanzado de inglés, por ejemplo, el nivel B2 de inglés que son muy pocos los que lo tienen en la capital boyacense. Yo puedo ofrecer 1.000 empleos en la ciudad, pero si solo los pueden tomar 26 personas, pues es muy difícil. Para Boomlabs, el objetivo es formar gente y los call center son solo una oportunidad, es otra línea, porque realmente nuestro objetivo es formar y preparar gente. Nuestro objetivo es poder llegar a tener 10 mil personas trabajando desde Tunja produciendo software para diferentes ciudades del país y de Estados Unidos.