Hace 483 años los españoles incendiaron el Templo del Sol en Sogamoso

Un día como hoy, en 1537, llegaron los soldados de Gonzalo Jiménez de Quesada a la ‘Roma de los chibchas’ y le prendieron fuego al lugar sagrado de la cultura muisca, que duró ardiendo varios años.

Templo del Sol en Sogamoso
Réplica del Templo del Sol, centro de adoración de los muiscas. El original fue incendiado por los españoles el 4 de septiembre de 1537. Foto: archivo particular

Hoy se conmemoran 483 años del incendio del Templo del Sol, máximo centro de culto de los chibchas. La deflagración la provocaron los soldados españoles Miguel Sánchez y Juan Rodríguez Parra.

Pintura que recrea cómo era el Templo del Sol y el cercado que lo protegía. Foto: archivo particular
Pintura que recrea cómo era el Templo del Sol y el cercado que lo protegía. Foto: archivo particular

Los investigadores de la cultura muisca señalan que Gonzalo Jiménez de Quesada y sus hombres llegaron a territorio sogamoseño el 4 de septiembre de 1537, cuando ya empezaba a oscurecer.

“Las órdenes que da a sus soldados es que acampen en un lugar prudente, para al otro día hacer la incursión. Parece ser que dos soldados desobedecen las órdenes, movidos por el afán de la riqueza, y logran ubicar el templo”, cuenta la historia.

El templo estaba construido con grandes maderos de guayacán polvillo, que es muy resistente. Parece ser que la consistencia de las vigas mantuvo el fuego vivo durante mucho tiempo. Foto: archivo particular
El templo estaba construido con grandes maderos de guayacán polvillo, que es muy resistente. Parece ser que la consistencia de las vigas mantuvo el fuego vivo durante mucho tiempo. Foto: archivo particular

Los soldados Miguel Sánchez y Juan Rodríguez Parra entraron al templo con unas teas y, se cree que accidentalmente, le prendieron fuego al lugar.

“Algunos cronistas dicen que el Templo del Sol duró ardiendo tres años y otros señalan que fueron cinco años”, señalan los textos.

Como el templo estaba construido con grandes maderos de guayacán polvillo, que es muy resistente, parece ser que la consistencia de las vigas mantuvo el fuego vivo durante mucho tiempo.

El antropólogo boyacense Eliécer Silva Celis, fallecido en el 2007, dedicó 15 años de su vida a reconstruir el Templo del Sol.

El investigador, quien en 1942 fundó en Sogamoso el Parque Indígena del Sol (hoy Museo Arqueológico Eliécer Silva Celis), empezó en 1991 la labor titánica de construir una réplica del lugar donde los chibchas rendían culto al Sol.

Para adelantar esta obra utilizó los mismos elementos con los que los muiscas construyeron hace más de 500 años su centro de adoración: grandes vigas de guayacán polvillo, esterilla, caña, carrizo y paja.

La réplica del Templo del Sol es un lugar muy visitado por turistas y por indígenas que en diciembre realizan rituales allí. Foto: archivo particular
La réplica del Templo del Sol es un lugar muy visitado por turistas y por indígenas que en diciembre realizan rituales allí. Foto: archivo particular

Silva Celis viajó hasta España a consultar los Archivos de Indias. Después realizó diversas investigaciones que lo llevaron a descubrir el sitio exacto donde estaba erigido el Templo del Sol.

Los estudios del investigador le revelaron las dimensiones del templo y los materiales de la estructura.

El antropólogo usó esos datos para construir una réplica lo más exacta posible al original.